Nota: Desde este capitulo ya ha empezado la guerra contra Voldemort
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Las vacaciones de verano habían comenzado, y Ron y Harry regresaron a la Madriguera después de pasar unos días más en Hogwarts. Al entrar a la casa, se dieron cuenta de que Sirius, el padrino de Harry, estaba allí, conversando en voz baja con Molly Weasley en la cocina.
¡Sirius! ¿Qué haces aquí? - exclamó Harry, sorprendido y contento
Sirius sonrió, aunque su expresión era un poco tensa.
Hola, Harry, Ron. Vine a hablar con tu madre, Ron. Asuntos importantes.- dijo Sirius
Ron levantó una ceja, sospechando que algo extraño estaba ocurriendo. La presencia de Sirius en la Madriguera no era común, y menos aún la mirada preocupada de su madre.
¿Todo está bien, mamá? —preguntó Ron, sintiendo una inquietud creciente.
Molly se apresuró a esbozar una sonrisa tranquilizadora.
Sí, querido. Todo está bien. Sirius y yo solo estamos hablando de algunas cosas que nos preocupan. ¿Por qué no subes a tu habitación con Harry y desempacas? Ya hablaremos luego.
Ron intercambió una mirada con Harry, ambos sintiendo que algo importante se estaba ocultando. Decidieron hacer lo que Molly les pidió, pero no podían evitar sentir que algo grande estaba a punto de suceder.
Una vez en la habitación de Ron, Harry cerró la puerta detrás de él.
¿Qué crees que está pasando? —preguntó Harry, dejando caer su mochila en el suelo.
No lo sé, pero no me gusta. Mi madre y Sirius planeando algo juntos nunca es una buena señal.- dijo Ron frunció el ceño, sacudiendo la cabeza.
Harry y Ron conversaban en voz baja en la sala común de Grimmauld Place, la sede de la Orden del Fénix. La luz del fuego bailaba en las paredes, creando sombras alargadas y misteriosas. La tensión en la casa era palpable, ya que la guerra contra Voldemort se intensificaba.
No lo sé, pero no me gusta. Mi madre y Sirius planeando algo juntos nunca es una buena señal - murmuró Ron, mirando hacia la puerta cerrada de la cocina.
Harry asintió, perdido en sus pensamientos. Sabía que Molly y Sirius tenían el bienestar de todos en mente, pero sus métodos diferían drásticamente. Molly era protectora y cautelosa, mientras que Sirius era impulsivo y ansioso por entrar en acción.
Después de unos minutos, la voz de Molly resonó desde la cocina. ¡Chicos, la cena está lista!.
Harry y Ron se dirigieron al comedor. La mesa estaba llena de platos humeantes y el olor a comida casera llenaba el aire. Mientras se sentaban, Ron notó que Sirius lo observaba con una mirada penetrante, como si estuviera evaluando algo.
Ron frunció el ceño y miró a Harry, quien también había notado la atención de Sirius.
¿Qué pasa, Sirius? -preguntó Harry, intentando sonar casual.
Nada, solo estaba pensando en lo rápido que has crecido, Ron. Parece que fue ayer cuando te conocí en Hogwarts- Sirius sonrió, pero sus ojos seguían fijos en Ron
Bueno, han pasado muchas cosas desde entonces. - Ron se ruborizó ligeramente y se encogió de hombros.
Molly interrumpió la conversación, sirviendo una generosa porción de puré de papas en el plato de Ron.
Vamos coman antes de que se enfrié- dijo Molly
La conversación durante la cena fue animada, pero Ron no podía dejar de sentir la mirada de Sirius de vez en cuando. Había algo en su expresión, una mezcla de orgullo y preocupación, que lo inquietaba.
Después de la cena, cuando todos se levantaban de la mesa, Sirius se acercó a Ron.
¿Puedo hablar contigo un momento? – dijo Sirius
Ron asintió, siguiendo a Sirius hasta la sala común. Se sentaron cerca del fuego, y Sirius lo miró seriamente.
Ron, quiero que sepas que confío en ti. Has demostrado ser valiente y leal, y estoy orgulloso de lo que estás haciendo por la Orden. - dijo Sirius
Gracias, Sirius. Haré lo que sea necesario para ayudar. - dijo Ron se sintió un poco incómodo bajo la intensa mirada de Sirius, pero también sintió una oleada de orgullo
Lo sé. Solo quería que supieras eso. Ahora, vamos, creo que hay un juego de ajedrez mágico que te está esperando - Sirius asintió, con una sonrisa más relajada.
Ron sonrió y siguió a Sirius de vuelta al comedor, sintiéndose un poco más seguro sobre lo que les deparaba el futuro.
Los días pasaron en la casa de Ron, y la rutina en Grimmauld Place continuaba mientras la Orden del Fénix seguía trabajando incansablemente. Sin embargo, algo había cambiado en la dinámica diaria. Sirius seguía coqueteando con Ron, sus comentarios ingeniosos y miradas significativas eran cada vez más frecuentes.
Ron se sentía cada vez más incómodo. Intentaba convencerse de que solo eran bromas, que Sirius estaba siendo amistoso de una manera inofensiva. Pero las sonrisas y las miradas persistentes lo hacían dudar. Cada día, Ron esperaba con más ansias el momento de regresar a Hogwarts, donde todo sería más normal, más predecible.
Una tarde, mientras Molly y Arthur Weasley estaban ocupados en la cocina y los demás miembros de la Orden estaban fuera en una misión, Ron y Sirius se encontraron solos en la sala de estar. Ron estaba sentado en el sofá, hojeando un libro de texto, cuando Sirius se dejó caer en el sillón frente a él.
¿Qué lees, Ron? - preguntó Sirius con una sonrisa.
Solo revisando algo de Herbología. Las clases empiezan pronto, ya sabes.- Ron levantó la vista y forzó una sonrisa.
Ah, sí, Hogwarts. Debes estar ansioso por volver.- Sirius asintió, con esa mirada traviesa en los ojos.
Sí, mucho. Extraño a mis amigos y las clases- Ron asintió rápidamente.
Pero seguro que también disfrutarás un poco más de tiempo aquí, ¿verdad? No hay tantas responsabilidades y hay más tiempo para relajarse.- Sirius se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en las rodillas.
Sí, claro. Pero también quiero volver a ver a todos.- Ron sintió un nudo en el estómago
Entiendo. Solo quiero que sepas que disfruto mucho de tu compañía, Ron. Eres un buen chico.- Sirius se echó a reír suavemente
Gracias, Sirius. También disfruto estar aquí, pero... ya sabes, Hogwarts es Hogwarts.- Ron se sintió ruborizar
Lo entiendo. Solo quería que supieras que, si alguna vez necesitas hablar o cualquier cosa, siempre estaré aquí para ti. - Sirius asintió, su expresión volviéndose un poco más seria.
Gracias, Sirius. Lo tendré en cuenta.- Ron asintió, deseando que la conversación terminara
Los días siguientes pasaron lentamente. Ron seguía sintiéndose incómodo, pero trataba de evitar estar a solas con Sirius. La situación le resultaba cada vez más difícil de manejar, y sentía que necesitaba hablar con alguien de confianza. Así que decidió escribirle una carta a su pareja, Severus Snape, para contarle cómo iban sus vacaciones.
Una noche, cuando todos los demás estaban ocupados o durmiendo, Ron se sentó en su escritorio con pergamino y pluma en mano. Tomó un momento para ordenar sus pensamientos y luego comenzó a escribir.
Continuara.....