Mientras Severus Snape hacía guardia en el Gran Comedor para asegurarse de que todos los estudiantes estuvieran seguros, su atención se posó en Ron, quien dormía tranquilamente entre sus compañeros de Gryffindor. Una sensación de alivio recorrió al profesor al ver que el joven Weasley estaba a salvo y sin ningún daño.
Sin embargo, su alivio se vio eclipsado por un sentimiento inesperado cuando notó a Harry abrazando a Ron mientras dormía. Un destello de celos se encendió en el corazón de Snape al presenciar la cercanía entre los dos amigos. Aunque sabía que la amistad entre Ron y Harry era fuerte y valiosa, no pudo evitar sentir una punzada de envidia al verlos juntos de esa manera.
El profesor intentó ignorar los celos, recordándose a sí mismo que su papel era proteger a los estudiantes y garantizar su seguridad, no sentir envidia de sus relaciones personales. Sin embargo, la sensación persistió, dejándolo con una mezcla de emociones confusas mientras continuaba vigilando en silencio.
Ron a medianoche se despertó, sintió intranquilo después de alejar a Harry y se levantó en silencio, notando la presencia del profesor Snape que vigilaba en la penumbra. A pesar de su inquietud, decidió acercarse al profesor, sintiendo la necesidad de hablar con alguien en medio de la noche.
Con paso cauteloso, Ron se acercó a Snape, quien lo observaba con su mirada penetrante. El joven Gryffindor se detuvo frente al profesor, sintiendo una mezcla de nerviosismo y determinación.
Profesor Snape, Siento interrumpir su vigilancia, pero necesito hablar con alguien- dijo Ron con una voz apenas en un susurro en la quietud de la noche
Snape arqueó una ceja, pero asintió levemente, indicándole a Ron que podía hablar.
Es solo que, Me siento... confundido, ¿sabe? Todo este asunto con Sirius Black, la desaparición de la Dama Gorda, y ahora esto.- dijo Ron con un gesto de preocupación.
Snape lo observó en silencio, dando a entender que estaba escuchando atentamente.
Supongo que estoy preocupado por todos, pero también... también me siento... no sé, incómodo, Y ahora, viéndolo a usted aquí, vigilando por nosotros... pensé que tal vez podría... podría hablar con usted- dijo Weasley, sintiendo que estaba revelando demasiado.
Entiendo, Sr. Weasley. La situación actual es ciertamente preocupante para todos nosotros. Pero recuerde, siempre hay alguien aquí para escucharlo si necesita desahogarse o hablar sobre sus preocupaciones. - dijo Snape después de permanecer un momento en silencio, y responderle con voz firme.
Ron asintió, agradecido por las palabras de comprensión del profesor. Aunque la sensación de incomodidad y los celos persistentes seguían acechándolo, se sintió un poco mejor al saber que no estaba solo.
Gracias, profesor- dijo Ron con sinceridad, antes de dar media vuelta y regresar a su lugar para descansar. Aunque las emociones seguían agitándolo, al menos sabía que tenía a alguien a quien recurrir en medio de la oscuridad de la noche.
A medida que Ron regresaba a su lugar y se acostaba para descansar, Severus Snape lo observaba en silencio desde la distancia. Aunque las sombras de la noche ocultaban sus emociones, en lo más profundo de su ser, Snape se sentía reconfortado por el hecho de que Ron había confiado lo suficiente en él como para buscar su compañía y hablar sobre sus preocupaciones.
A pesar de sus diferencias y de la complejidad de su relación como profesor y estudiante, Snape valoraba la confianza que Ron había depositado en él esa noche.
Varios días después
El trio de oro salieron a buscar a la mascota de Ron, después varios minutos, los tres amigos se encontraba cerca del árbol boxeador en busca de la mascota de su amigo cuando de repente un perro grande apareció y se abalanzó hacia Ron, mordiéndole la pierna. Con un grito de dolor, Ron fue arrastrado hacia el árbol por la fuerza del perro, dejando a Harry y Hermione atónitos y preocupados.
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Harry reaccionó rápidamente, intentando alcanzar a Ron mientras el perro lo arrastraba hacia el interior del árbol. Con determinación, se lanzó hacia adelante, extendiendo la mano para agarrar a su amigo y detener su peligroso viaje.
Hermione, ¡ayúdame!- dijo Harry gritando mientras se esforzaba por alcanzar a Ron y al perro que lo llevaba. Juntos, se acercaron lo más rápido posible, desesperados por detener la situación antes de que fuera demasiado tarde.
Con impotencia, Harry y Hermione observaron cómo el perro arrastraba a Ron hacia el interior del árbol, fuera de su alcance. La sensación de desesperación los embargó mientras se daban cuenta de que no podían hacer nada para detener la situación en ese momento.
¡Ron!- dijo gritando Hermione con angustia, su voz llena de preocupación y temor por su amigo.
Harry apretó los puños con frustración, su mente girando mientras buscaba una solución. Sabía que no podían permitirse quedarse de brazos cruzados mientras su amigo estaba en peligro.
Tenemos que seguirlo, ¡Vamos! -dijo Harry con determinación, mirando a Hermione con urgencia.
Los dos amigos se adentraron al árbol, y al encontrar a Ron lo vieron sentado con su mascota en las manos. El corazón de Harry y Hermione dio un vuelco cuando Ron señaló hacia la figura que estaba detrás de ellos. Con el corazón latiendo con fuerza, se giraron lentamente para encontrarse con la mirada de Sirius Black, el peligroso fugitivo de Azkaban.
Una mezcla de miedo y shock se apoderó de ellos mientras observaban al hombre que había sido condenado por crímenes que incluían el asesinato de sus padres. La presencia de Black allí, dentro del árbol, era una revelación aterradora y desconcertante.
Hermione, ¿qué hacemos? - dijo Harry susurrando, su voz apenas un murmullo cargado de tensión y ansiedad.
Hermione tragó saliva nerviosamente, su mente trabajando a toda velocidad mientras buscaba una manera de protegerse a sí misma y a sus amigos en medio de la inminente amenaza.
No lo sé, Pero tenemos que mantener la calma y encontrar una salida.- dijo Hermione, su voz temblorosa pero decidida.
