La noche siguiente, Ron finalmente recibió el alta de la enfermería y se dirigía hacia la sala común de Gryffindor, aliviado de estar recuperado y listo para reunirse con sus amigos. Sin embargo, su encuentro fue interrumpido por la voz de Harry, que los llamaba desde un pasillo cercano.
Intrigados, Ron y Hermione siguieron a Harry y se encontraron con una escena perturbadora un mensaje escrito en la pared con sangre y una gata petrificada a su lado. Otros estudiantes se habían reunido para observar la escena, creando un alboroto en el pasillo.
Enemigos del heredero temed, ustedes impuros serán los siguientes- dijo Draco leyendo lo escrito en la pared.
Los profesores llegaron rápidamente al lugar, entre ellos Severus Snape, quien se sorprendió al ver a Ron fuera de la enfermería. Sin embargo, antes de que pudiera hacer algún comentario al respecto, el director Dumbledore intervino y ordenó que todos los estudiantes regresaran a sus dormitorios, excepto el trío de oro.
Mientras los demás estudiantes se dispersaban, el dueño de la gata petrificada acusó a Harry de ser responsable del horrible incidente. Snape, sin embargo, intervino en defensa de Potter y sus amigos.
Si me permite opinar talvez los tres estuvieron en el momento y lugar equivocado, sin embargo, las circunstancias son sospechosas, yo por cierto no recuerdo haber visto a Potter en la cena- dijo Snape mientras se acercaba ellos sin apartar su mirada de Ron.
Ron se sintió confundido por la situación. pero se preguntó por qué el profesor estaba tan atento a su presencia. La sospecha comenzó a crecer en su mente mientras observaba la interacción entre Snape, Harry y los demás presentes.
Una semana después de todo lo sucedido con la gata petrificada. el dia del partido de Slytherin contra Gryffindor había llegado.
El ambiente en el campo de Quidditch era eléctrico mientras Gryffindor y Slytherin se enfrentaban en un emocionante partido. Ron Weasley, como siempre, estaba lleno de energía y emoción mientras observaba cómo su equipo luchaba con determinación en busca de la victoria.
Con el correr de los minutos, Gryffindor comenzó a tomar la delantera, y la emoción de Ron creció con cada gol que anotaban. Desde su posición en el lado de los profesores, Snape observaba el juego con su típica expresión impasible. Sin embargo, cuando sus ojos se posaron en Ron y vieron su alegría evidente por el desempeño de su equipo, una media sonrisa se formó en el rostro del profesor de Pociones.
A medida que el partido llegaba a su fin, Gryffindor mantenía una sólida ventaja sobre Slytherin. Los ánimos de los estudiantes estaban en su punto más alto, y Ron no podía contener su alegría mientras veía cómo su casa se acercaba a la victoria.
Finalmente, el silbato sonó anunciando el final del partido. Gryffindor había ganado, y la alegría estalló en el campo. Los jugadores de Gryffindor se abrazaron entre sí, mientras que los estudiantes en las gradas vitoreaban y aplaudían.
Snape observaba desde las gradas de los profesores mientras Ron se unía a la celebración de su equipo. La alegría en el rostro del joven Gryffindor era evidente, y Snape no podía apartar la mirada de él. Sin embargo, cuando vio a Ron acercarse a Harry para abrazarlo en medio de la euforia de la victoria, algo dentro de Severus se revolvió.
Un sentimiento inexplicable de celos se apoderó de Snape mientras veía cómo Ron compartía ese momento de intimidad con Harry. A pesar de sus esfuerzos por mantener su expresión impasible, en su interior había una tormenta de emociones que no podía ignorar.
Snape se encontró a sí mismo cuestionando por qué le molestaba tanto ver a Ron abrazar a Harry.
Trató de apartar esos pensamientos de su mente, recordándose a sí mismo que su relación con Ron era puramente profesional. Sin embargo, la sensación de incomodidad persistía, y Snape se vio obligado a desviar la mirada, incapaz de soportar ver más de esa escena.
