•CAPITULO 14•

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Los meses siguientes a la partida de los militares fueron caóticos para los hermanos Marceau. Marc, Alain, Julien y Antoine se encontraban una vez más en una misión, sus icónicos Camaro ZL1 rugiendo por las calles de París.

En un lugar oculto de la ciudad, los hermanos acababan de cerrar un trato multimillonario. La naturaleza exacta del negocio era turbia, pero estaba claro que los Marceau habían vuelto a sus viejas costumbres.

Apenas completada la transacción, los cuatro salieron a toda velocidad. No pasó mucho tiempo antes de que las sirenas de la policía comenzaran a sonar detrás de ellos. La persecución se intensificó cuando los vehículos militares se unieron a la cacería.

Alain, al volante de su Camaro, aceleró sin mirar atrás. Su corazón latía con fuerza, pero no era solo por la adrenalina de la persecución. La idea de ver a Carlos de nuevo le provocaba una mezcla de emociones que prefería evitar.

Sin embargo, la suerte no estaba de su lado. Los cuatro Camaros fueron finalmente interceptados y obligados a detenerse. Carlos, Oscar, George y Daniel, los militares que una vez habían sido sus aliados, ahora se acercaban para detenerlos.

En un instante de desesperación, Alain tomó una decisión. "Alcáncenme," dijo a sus hermanos, sin dignarse a mirar a Carlos. Pisó el acelerador a fondo, su Camaro rugiendo mientras dejaba atrás a sus perseguidores.

Los neumáticos chirriaron contra el asfalto mientras Alain se alejaba a toda velocidad, el rastro de su vehículo perdiéndose rápidamente en la noche parisina. Dejó atrás a sus hermanos, a los militares, y a un Carlos probablemente confundido y frustrado.

Mientras Alain desaparecía en la distancia, la escena quedó en un tenso punto muerto: los tres hermanos Marceau restantes frente a los militares que alguna vez habían sido sus compañeros, con el eco del motor de Alain desvaneciéndose en la noche.​​​​​​​​​​​​​​​​

El silencio que siguió a la huida de Alain fue tenso y cargado de emociones. Carlos, con una mezcla de frustración y preocupación en su rostro, se acercó a los tres hermanos Marceau restantes.

"Marc, Julien, Antoine," dijo, su voz firme pero con un deje de decepción. "¿Qué está pasando? Creí que habíamos llegado a un entendimiento."

Marc, el mayor de los hermanos, levantó la mirada desafiante. "Las cosas han cambiado, Carlos. No tienes idea de lo que hemos pasado estos últimos meses."

Julien intervino, su tono más conciliador. "Nuestro padre... él no tomó bien la revelación de nuestra colaboración con ustedes. Las cosas se pusieron... complicadas."

Antoine, siempre el más pragmático, simplemente suspiró. "No es como si tuviéramos muchas opciones."

Carlos miró a Oscar, George y Daniel, que esperaban instrucciones. Con un gesto, les indicó que procedieran con el arresto. Mientras esposaban a los hermanos, Carlos no pudo evitar sentir que había algo más, algo que no le estaban diciendo.

"¿Y Alain?" preguntó finalmente, su voz traicionando su preocupación. "¿Dónde creen que irá?"

Los tres hermanos intercambiaron miradas, como si compartieran un secreto silencioso.

"Alain siempre ha sido el más impredecible de nosotros," dijo Marc finalmente. "Podría estar en cualquier parte."

Mientras tanto, a kilómetros de distancia, Alain Marceau conducía su Camaro ZL1 por carreteras secundarias, alejándose cada vez más de París. Su mente era un torbellino de pensamientos y emociones.

Sabía que no podía huir para siempre, pero necesitaba tiempo. Tiempo para pensar, para planear, para encontrar una salida a esta situación imposible en la que se encontraba atrapado entre su familia y lo que sabía que era correcto.

Peligrosa Atracción ( Carlos Sainz • Male Oc ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora