27 de febrero, 2021
Salgo del consultorio de Asher y en silencio camino hacia CML. Sí, la clínica donde trabaja mi amigo está muy cerca de la casa blanca.
Mi guardaespaldas me trajo, pero hoy quiero caminar. Necesito hacerlo.
Llego a mi destino y pido café con galletas. No me he comido una galleta, cuando ya la ácidez en el estómago se hace presente.
La cita de hoy con Asher se reproduce una y otra vez en mi cabeza.
«—No veo nada mal en ti. —Se sienta en su escritorio—, tampoco en los exámenes. Creo que todo está aquí. —Con su índice señala su cabeza»
¿Será verdad? ¿Todo es mental?
El último mes he estado bajo estrés y presión, al llegar un pequeño síntoma, ya me hago toda un libro donde muero al final. Increíble.
Con la mente hecha un caos, me obligo a ingerir las seis galletas que pedí y me tomo todo mi café. Si todo es mental... Debo ayudarme.Le escribo un mensaje a mi padre, salundándolo y preguntándole que si me consiguió la consulta con el psicólogo que me veía antes.
Mi padre no tarda en contestar afirmando mi pregunta, comentándome que me consiguió una cita para el siguiente lunes, o sea, entre dos días. Suspiro aliviado y agradeciéndole, antes de volver a bloquear el móvil. Dejo el aparato volteado sobre la mesa, observando todo a mi alrededor.
Una chica está sentada, concentrada escribiendo algo en su laptop. Debe ir a la universidad de derecho, ya que en su mesa hay más de cinco libros con títulos relacionados a ello.
En otro lado está una pareja, la chica le da la comida en la boca al chico, antes de reír. En su dedo anular se ve un anillo con una bonita piedra.
Sigo paseando, encontrándome a una chica, en el rincón de lectura. Inmersa en el libro que está leyendo, en el título se lee El Principito.
Recuerdo que ese libro nos lo mandaron a leer en el colegio, en quinto grado, si mal no recuerdo. Desde entonces se ha vuelto de mis libros favoritos y el de Xahi.
Ahora mis ojos van a la calle donde está empezando a llover; un niño, de unos doce años, pasa en su bicicleta a la velocidad del rayo llevándose por el medio a un hombre de traje que venía hablando por teléfono. El niño se disculpa, el hombre le da una rápida sonrisa antes de seguir por su camino.
La lluvia empezó a caer con más fuerza. Una chica embarazada corre hacia su auto, atrás viene el que creo que es su esposo. Este le abre la puerta del auto y la ayuda a subir a este.
El mundo sigue avanzando, sin importar que te está pasando a ti o a los demás, la vida sigue pasando.
Hay que vivir, sin importar qué. La vida es más corta de lo que creemos, cualquier día podría ser el último; hay que vivir cada día como el último.
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Un Beso Bajo Las Cámaras (BAEM #1)
Teen FictionCOMPLETA Libro #1 de la Saga Besos Al Estilo Milex ★ Aleix Miller... ¿Quién no lo conoce? Gracias a sus talentos natos, desde muy pequeño ha sido reconocido internacionalmente, estando debajo de los reflectores y el ojo público... Aunque hubo un ti...