Luego del incómodo y peculiar encuentro con Draco (según la propia Luna), ella decidió subir las escaleras con la ligereza de quien desea dejar atrás un mal sueño. El eco de sus pasos resonaba suavemente en el pasillo de piedra, acompañado por el suave murmullo de conversaciones lejanas. Al llegar al Gran Salón, el bullicio de estudiantes llenaba el aire con una cacofonía de risas y charlas animadas. La atmósfera vibraba con la energía juvenil, mezclándose con el olor a pan recién horneado y el suave aroma de la cera de las velas que parpadeaban en los candelabros.
Luna, con su andar característicamente, dio pequeños saltitos hacia el centro del salón, donde su mirada se encontró con Ginny. Sus ojos reflejaban la luz cálida del salón, y una sonrisa enigmática curvaba sus labios.
-Hola -musitó.
Ginny, que estaba ajustándose la bufanda roja y dorada de Gryffindor, se volvió hacia ella con una sonrisa radiante.
-Oh, hola, Luna. Estaba por ir a la Sala Común de Gryffindor - .
Luna guardó silencio por un momento, sus labios se curvaron en una leve mueca reflexiva que no pasó desapercibida para Ginny. La suave luz del salón iluminaba su cabello rubio, creando un halo dorado alrededor de su rostro pensativo.
-Mi padre dice que en los días amargos, comer algo dulce es un privilegio -masculló Luna, como si revelara un secreto guardado, más que una simple anécdota. Su voz era un susurro cargado de una extraña melancolía, como si cada palabra llevara consigo un peso invisible.
Ginny la observó con una mezcla de sorpresa y comprensión. La fragancia dulce de las galletas recién horneadas flotaba en el aire, y de repente, la propuesta de Luna adquirió un matiz de solicitud velada.
-¿Quieres venir conmigo? Tengo algunas grageas y ranas de chocolate que le quité a mi hermano -dijo Ginny con una sonrisa traviesa, mientras tomaba el brazo de Luna con un gesto amistoso e invitador. La calidez de su mano era reconfortante, como el sol de la mañana en un día frío.
-Por supuesto. Sería divertido probar una gragea de sabor a hígado -respondió la rubia con una sonrisa complacida, sus ojos brillando con una chispa de travesura. Ginny hizo un gesto de asco que arrancó una risa melodiosa de Luna, su sonido claro resonando en el animado salón.
Después de muchos dulces y risas compartidas junto a Ginny y Neville en la acogedora Sala Común de Gryffindor, Luna se sentía con la mente despejada y más despreocupada. La calidez de la habitación, con su crepitar del fuego en la chimenea y el suave resplandor de la luz dorada, la envolvía en una sensación de confort. Los dulces se habían mezclado con el ambiente cargado de camaradería, dejando un sabor dulce en su boca y en su corazón.
Neville contaba una historia divertida sobre una planta mágica que había salido mal, sus gestos animados y su risa contagiosa llenaban el espacio. Luna observaba a sus amigos, sintiendo que la oscuridad del día se desvanecía lentamente, reemplazada por la calidez y el cariño de la compañía. Pensó que, después de todo, tal vez había sido solo una mala broma de la magia el sentir a Malfoy en el filtro de amor. La suavidad de la almohada en su regazo y el aroma a chocolate caliente la envolvían, borrando las sombras de la mente y dejando solo la luz de la amistad.
Era hora de dormir, y todos se despidieron con abrazos y sonrisas. Se dirigieron cada uno a su habitación, con pasos ligeros y el corazón lleno de gratitud. Luna, mientras caminaba de vuelta a la Torre de Ravenclaw, sintió una paz serena asentarse en su interior, como el susurro de las hojas al caer en un día tranquilo de otoño.
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En una mañana fresca y ligeramente nublada, las afueras de Hogwarts se llenaban del murmullo y la excitación de los estudiantes que asistían a la clase de Criaturas Mágicas. El aroma a tierra húmeda se mezclaba con el ligero olor a pino que provenía del cercano Bosque Prohibido. No muy lejos de la cabaña de Hagrid, una clase de estudiantes esperaba con una mezcla de expectación y resignación. Hagrid, con su habitual aire bonachón y una ligera sonrisa en su rostro, se frotaba la barbilla mientras observaba a los alumnos reunidos a su alrededor. Su gran figura eclipsaba el paisaje, y su voz profunda resonaba sobre el bullicio.
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"Destino Perfumado"
FanfictionLuna Lovegood siente una extraña y atrayente sensación cuando está cerca de Draco Malfoy, un misterio que no descansará hasta desentrañar. Decidida a descubrir por qué tiene ese efecto sobre ella..☪️🐍