ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔔𝔲𝔦𝔫𝔱𝔬
"Navidad y confusiones"╔══ஓ๑🌿๑ஓ══╗
Luego de tres o cuatro días, _______ regresó al palacio, solo para encontrarse con varios sirvientes trayendo y llevando decoraciones de acá para allá. Desde cortinas con tonos esmeralda y carmín, hasta candelabros confeccionados con cristales relucientes incluso en la oscuridad. ¿Ocurría algo de lo que _______ no estaba enterada?
-Lady Arthiel- comenzó, acercándose a la mujer que parecía ser la que regulaba todo aquello de las decoraciones -¿Qué pasa? ¿Qué es todo esto?
-Sólo son adornos para la fiesta del rey.- explicó sin mirarla.
-¿Otra fiesta?
-Ésta será el triple de grande que la anterior.- murmuró, no pudo evitar sonreír un poco, como si le emocionara el evento -Es la fiesta anual de navidad.
_______ la miró sorprendida, alzando un poco sus cejas.
-No sabía que el rey celebrara la navidad...
-En realidad para el rey cualquier excusa es buena para volver a hacer una fiesta. Si hay algo que disfruta es ser el anfitrión de anfitriones.
-Ya veo...
-¿Piensas quedarte aquí parada? ¡Ve a trabajar, niña!
_______ asintió, apenas se dio la espalda rodó los ojos, haciendo una mueca y remedando a la elfa mientras caminaba hacia el salón del rey con un nuevo jarrón lleno de vino en sus manos.
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El día de navidad llegó con más rapidez de la esperada. Ahora _______ volvía a encontrarse en el salón de fiestas, siendo rodeada por los elfos del linaje más puro, la mayoría de los cuales la observaban con desdén. Era claro que una humana entre elfos no siempre era bien vista, y trató de no molestarse por ello.
Esta noche el rey Thranduil se había lucido. La última fiesta no era nada comparada con la excelsa celebración que había preparado esta vez; luces, adornos, brillos, candelabros y árboles coníferos rodeaban el ambiente, y _______ tuvo que admitir que le agradaba el nostálgico sentimiento que los colores rojo y verde le provocaba. De nuevo sostenía un jarrón de vino entre sus manos mientras se paseaba por los rincones del salón, ojeando con disimulo las copas de los invitados para servirles más alcohol en cuanto se les acabara.
Había sido forzada a utilizar un uniforme diferente al usual. Era terriblemente incómodo, hecho con un terciopelo que le daba comezón en el cuello y las mangas. Además, había sido confeccionado por lo menos dos tallas menos que la suya, y cada movimiento conllevaba una plegaria para que no se rompiera.
Finalmente pudo descansar de su incómoda posición erguida cuando los músicos comenzaron a tocar un vals y las parejas de elfos de acercaron a la pista de baile. Poco a poco se unieron más hasta que la gran mayoría ya estaba danzando al son de las flautas, kalimbas, arpas y violines.
Falló en notar la nueva presencia que se posó a su lado, y se sobresaltó mucho al escuchar un "hola" pronunciado con gentileza y suavidad.
-Tienes terribles reflejos- sonrió Legolas, claramente esforzándose por no hacer burla de su amiga mientras se llevaba una copa a los labios con intenciones de ocultar su risa.
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𝙏𝙝𝙚 𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚 𝙒𝙝𝙤 𝙇𝙤𝙫𝙚𝙙 𝙈𝙚 || ᴸᵉᵍᵒˡᵃˢ ᴳʳᵉᵉⁿˡᵉᵃᶠ
Fanfiction𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐂𝐔𝐀𝐋... Todos conocen el reino del Bosque Negro, sus habilidades para el comercio y las leyendas que lo rodean, y ciertamente todos conocen a la familia real, pero, ¿qué pasa cuando una humana llega a trabajar al palacio, solo para cae...