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"Picnics y arañas"╔══ஓ๑🌿๑ஓ══╗
Unos cuantos días después, ________ caminaba con su príncipe por las afueras del palacio. _______ aún tenía el cántaro de vino en sus manos, pues hacía poco había ido a la terraza a servirle al rey, quien por alguna razón había decidido tomar su desayuno allí. Legolas llevaba colgando de su brazo una canasta, así también como una manta.
Hablaban de todo y de nada a la vez, _______ deteniéndose de vez en cuando para recoger algunas flores que crecían en el pasto sobre el cual caminaban. No se suponía que deberían estar alejándose tanto, pero disfrutaban tanto de la compañía del otro que no se daban cuenta de lo mucho que se distanciaban del palacio.
-Oh, cuidado con esas- dijo Legolas, deteniendo a la humana antes de poder hincarse a tomar otra flor -Son venenosas.
Al oírle, _______ apartó su mano y se levantó de nuevo, haciendo una mueca al imaginarse lo que le habría pasado de no ser por la advertencia del príncipe.
-Gracias, no tenía ni idea- sonrió -¿Cómo lo supo?
-Cuando era un niño paseaba mucho con mi madre, me gustaba tomar flores para dárselas. Un día intenté tomar una de esas, ella casi se muere del susto al verme- rió con el recuerdo -Dijo que esa flor era de esos venenos que no hay necesidad de fabricar, pues crece por sí mismo. ¿Ves como el pasto alrededor está marchito?
Era cierto, el césped que rodeaba aquella flor morada estaba completamente amarillento, con apenas algunas gotas rojizas que caían de la misma flor, cuyo líquido asemejaba la apariencia del vino tinto.
El par continuó caminando sin prestarle mucha más atención a la flor. Encontraron un espacio especial, en donde entraba más el sol gracias a un hueco en las copas de los árboles. Legolas colocó una manta que había estado cargando y la esparció sobre el césped, sentándose junto a la humana.
Eventualmente, ________ sacó una florecita celeste de su bouquet y la colocó detrás de la oreja puntiaguda de Legolas, el cual se ruborizó con fervor.
-¿Qué... haces?- cuestionó con una risa nerviosa.
-Pensé que combinaba bien con sus ojos- la humana se alzó de hombros, parecía no tener idea de lo que lo había abrumado tanto -¿Todo bien, alteza?
-Sí, sí- carraspeó Legolas, el ardor en sus mejillas no quería desaparecer -Sólo no es algo que los elfos solamos hacer.
-Oh, entiendo- sonrió -Lo siento si lo incomodé, probablemente mi madre me habló en algún momento de todas las costumbres élficas, pero si soy sincera nunca le presté demasiada atención.
_______ se deleitó en la manera en que el príncipe se veía tan nervioso, tratando de mirar a cualquier lado para que se bajara el sonrojo. La chica sonrió, sabiendo que mentía. Tenía perfectamente presente el hecho de que los elfos se ponían flores en el cabello del otro como forma de cortejo.
En aquel momento, mientras Legolas sacaba de la canasta unos vasos en intentos de calmar su latiente corazón, una gran bestia arácnida y peluda salió de la nada detrás del príncipe, lista para clavar sus colmillos en él. _______ no supo en qué momento actuó tan rápido, solamente supo que ahora la araña tenía un cuchillo para cortar pan clavado en su cráneo, y ella había sido la responsable.
Las extremidades peludas del animal se retorcieron por un segundo, haciendo un sonido desagradable al chocar contra el césped. Legolas de veía atónito, no pudiendo creer que sus reflejos le habían fallado, y que su mejor amiga lo había salvado.
-Tiene unos reflejos terribles, Legolas- bromeó la humana, burlándose del príncipe como él solía hacer con ella.
-Eso estuvo cerca- suspiró -De no haber sido por ti, habría muerto. Nunca antes me había pasado, estaba tan distraído por...- de repente mantuvo silencio, sintiendo aquel familiar calor acumulándose en la punta de sus orejas -Lo que quiero decir es... Hannon le.
-No fue nada- sonrió ella, de repente haciendo una mueca al desviar sus ojos a la araña -Es muy grande, ¿no cree?
-Más grande de lo usual... tendré que hablar con el rey al respecto.
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Legolas estaba ante el rey, muy preocupado y dando vueltas alrededor del salón del trono mientras explicaba sobre el incremento de arañas en el bosque.
-Están más grandes que nunca, casi del tamaño de un caballo. Más astutas también, ni siquiera la había escuchado cuando ya estaba detrás mío.
-¿Entonces?- cuestionó Thranduil desde su trono con un tono desinteresado, balanceando una pierna cruzada sobre la otra.
-Aran nîn, es importante que tome medidas. No sabemos qué tanto puede llegar a afectar al reino esta enfermedad si no hacemos algo pronto.
-La tarea es simple, Legolas- suspiró el monarca -Desháganse de las arañas, busquen sus nidos y quémenlos. No se estarían esparciendo por el reino si ustedes hicieran bien su trabajo.
Legolas abrió sus labios con la intención de discutir, la manera tan despectiva en la que su padre veía los problemas siempre lo hacía enojar. Antes de decir algo de lo que se fuera a arrepentir después, el príncipe suspiró hondamente, y haciendo una reverencia, se dio la vuelta para retirarse.
-Legolas- su padre lo detuvo justo antes de llegar a la puerta. El príncipe se giró, mirándolo con impaciencia. -¿Es una flor eso que tienes en el cabello?
Legolas se llevó una mano a los mechones detrás de su oreja, tomando la florecilla celeste que ________ le había puesto tan inconscientemente. Ya estaba algo marchita, con sus pétalos débiles y quebradizos debido a la falta de agua. La hizo girar en sus dedos, sonriendo apenas un poco ante el recuerdo.
-Sí, lo es.
-¿Quién te la puso? ¿Por qué?- cuestionó Thranduil, no dándose cuenta de que el padre dentro de él estaba saliendo a la luz, exigiéndole por primera vez a su hijo cosas que no tenían que ver con el reino o el trabajo.
-Yo mismo, pensé que iba bien con mis ojos- mintió, no queriendo meter en problemas a su amiga. Conocía a su padre demasiado bien como para confesar algo así -Si no me necesita para nada mas, me retiro.
Thranduil entrecerró sus ojos, dejando que su hijo de fuera y cerrara la puerta. Había algo que ocultaba, y el rey de propuso averiguar qué.
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TRADUCCIONES
"Hannon le" -> Gracias
"Aran nîn" -> Mi rey
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𝙏𝙝𝙚 𝙋𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚 𝙒𝙝𝙤 𝙇𝙤𝙫𝙚𝙙 𝙈𝙚 || ᴸᵉᵍᵒˡᵃˢ ᴳʳᵉᵉⁿˡᵉᵃᶠ
Fanfiction𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐂𝐔𝐀𝐋... Todos conocen el reino del Bosque Negro, sus habilidades para el comercio y las leyendas que lo rodean, y ciertamente todos conocen a la familia real, pero, ¿qué pasa cuando una humana llega a trabajar al palacio, solo para cae...