Mis pelos están de puntas, mi clienta me mira intrigada y el muerto detrás de ella espera mis órdenes. Tengo el corazón detenido y mis pensamientos buscando más información para saber cómo proceder.
—Cecilia —dice una voz suave acompañada de otros dos toques.
Coño, mi madre. ¿Qué hace esa loca aquí? No, si cuando yo lo digo, más que alquiler esto parece hotel.
—Voy, ya voy que no encuentro las llaves.
Okey esto es modo rápido y furiosos. Daniela asoma la cabeza por el marco de la puerta.
—¿Qué paso? ¿Quién toco? —pregunta y mi clienta se gira. —La verdad no sé cuándo se desapareció el muerto, solo veo la cabeza flotante y sobresaliente de Daniela —Buenas, le dice a mi clienta. Daniela, mucho gusto, promotora de marketing.
Ahora se auto designa posiciones en esta "empresa".
—Shhh —la mando a callar.
—Cecilia no te demores —vuelven a gritar detrás de la puerta.
—A ver, todo el mundo para el cuarto. Daniela lleva a la muchacha, —me giro a la Yumisisleidis que parece ofendida con la idea.
La suerte es que Daniela no deja que se lo piense y la coge por el brazo y se la lleva para el cuarto. Yo apago las velas y recojo las cosas de la mesa; me peino un poco para abrir la puerta.
—¡Hola! —la saludo y ella entra, por supuesto, evaluándolo todo con la vista. —¿Mamá, qué haces aquí? ¿Cómo va todo?
Que no note que estás nerviosa, puede oler el miedo.
—¿Y esas velas?
—Del apagón de anoche, —disimulo intentando no demostrar mi gran alegría de tenerla aquí tan inesperadamente.
—Ah, ¿y esa mesa?
—Es que estaba arreglando unas cositas en la cocina y me estorbaba. ¿Qué haces tú por aquí? —suelto antes de que vaya a hacer otra observación sobre mi casa —No avisaste.
—Solo pasé a saludar rápido, hay un carro allá afuera esperándome —el alivio me recorre al oír esas palabras. —Solo vine a hacerle el favor a una vecina de recogerle unos análisis y así de paso te saludaba.
—Pues estoy bien, y no quieres hacer esperar al chofer.
—No tranquila, él espera, si quieres pon a hacer café —sí, le voy a dar el agua de chícharo esa a mi madre.
—Es que no me queda, se me acabó y no he podido comprar
—Ah bueno, si me hubieses dicho te hubiera traído — y si yo hubiese sabido que ibas a venir... —¿No me vas a enseñar la casa?
—Claro que si —digo entre dientes sin que se note mi poca emoción.
Empiezo a darle una vista rápida de las habitaciones.
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Mi muerto no paga alquiler
ParanormalCecilia, la mulata más codiciada de Cuba, siguiendo su sueño de independizarse aún siendo universitaria, se muda a un alquiler cerca de su Universidad y se encuentra con un inquilino que: ¡ Ave María.! 🔥Apagones 🪄Mosquitos 🍪 El pan de la bodega...