13 - Viaje

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El sábado muy temprano Hoseok pasó por mí, habló con mis papás y les aseguró que me iba a respetar y que no haríamos nada que nos pusiera en riesgo, mis papás se quedaron un poco más tranquilos y entonces nos fuimos.

El lugar a donde me llevó era lindo, un pueblo fantasma del que pocas personas sabían a pesar de ser una zona turística, en el lugar había demasiadas haciendas abandonadas, casitas algo viejas y descuidadas y una plaza central con un quiosco precioso, era raro ver esa clase de jardines porque algún tiempo atrás el gobierno en su afán por modernizar las áreas públicas habían quitado los quioscos de la mayoría de las ciudades, pero ahí había uno y era maravilloso.

Nos hospedamos en una pequeña casa que tenía detalles bastante antiguos y daba un poco de miedo, pero era hermosa, Hoseok sabía cuánto amaba esa clase de lugares y por eso me llevó ahí, además, la vista de una de las habitaciones daba directamente al quiosco, quizá por la noche se vería demasiado tétrico al ser iluminado por la luz de la luna, pero quería quedarme en esa habitación y ver por la ventana antes de dormir.

- ¿Elegí bien el lugar? - preguntó desde la puerta, me gustaba que estuviera respetando mi espacio, pero no quería que estuviera tan lejos.

- Sí, es hermoso, ven - extendí mi mano para que se acercara y pudiera admirar todo.

Se acercó a mí y tomó mi mano, para después soltarla y abrazarme mientras recargaba su barbilla sobre mi cabeza, otro detalle que me volvía loca y me encantaba.

- Sabía que te iba a gustar, más tarde iremos a un paseo guiado para conocer las haciendas abandonadas y si no te da miedo, por la noche habrá un recorrido a un cementerio - volteé a verlo porque a mí no me daba miedo, pero a él definitivamente sí - no me veas así, puedo soportarlo por ti.

- Tonto - dije volteando a verlo mientras me reía - no es necesario que vayamos, luego de visitar las haciendas regresemos y hacemos algo aquí - lo abracé mientras veía hacia arriba para verlo a la cara.

- No, estaré bien y no me caería nada mal que me abraces durante todo el recorrido - dejó un beso en mi frente - me gusta ver que estás feliz, tu mirada no me engaña - me besó esta vez en los labios.

- Es gracias a ti, tú siempre me haces feliz y con todo lo que me has apoyado es que he logrado seguir adelante, en verdad estoy muy agradecida por todo - lo abracé aún más fuerte.

- No tienes nada que agradecerme Mabel, te amo y no pienso dejarte sola jamás, agradezco mucho haber ido al cine el día que nos conocimos - siempre era lindo recordar ese momento, después de todo nos cambió la vida a ambos, o al menos a mí - hay que ir al cine la próxima semana, recordemos viejos tiempos - asentí en respuesta antes de hablar.

Algo que Hoseok hacía todo el tiempo, intentando que no me diera cuenta, era planear cosas a futuro, siempre tenía planes para todo, quizá de esa forma se aseguraba de darme motivaciones y mantenerme con vida y esa estrategia le funcionó, así que lo dejaba hacer todos los planes que quisiera, o a veces yo también proponía algunos, y cuando lo hacía, notaba la emoción en su rostro porque le gustaba que yo quisiera hacer cosas más adelante, era esperanzador para él y en realidad también para mí.

- Sí, pero con la condición de que entremos a la misma sala que ese día, sin importar qué película sea y tomemos los mismos asientos, hay que recrear la escena del acosador que no dejaba de verme - comenzó a reírse.

- No lo creo, ya no tiene caso que estemos separados, este acosador te quiere cerca a cada instante - me abrazó un poco más fuerte, pero sin lastimarme.

- Te amo - dije sin pensar y se sentía tan bien que fuera así de espontáneo.

- Te amo - fue su respuesta seguida de un tierno beso.

Mis cartas de despedida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora