Mis cartas de despedida.

14 - Cumpleaños

Por la mañana me desperté emocionada de saber que Hoseok estaría a mi lado, podía sentir su cuerpo junto al mío y eso era hermoso, nuestra noche, al menos antes de dormir, había sido un momento demasiado romántico, lleno de sinceridad y comprensión, con él siempre era así, pero esa noche fue aún mejor, porque, además, dormir junto a él se sintió bastante bien.

Al abrir los ojos me encontré con los suyos y con su hermosa sonrisa, era aún más perfecto cuando acababa de despertar y me enamoré un poco más, si es que eso era posible.

- Feliz cumpleaños preciosa - dijo a penas se dio cuenta de que había despertado.

- Buenos días, muchas gracias - respondí mientras lo abrazaba con fuerza.

- Espero que sea un día hermoso, preparé varias cosas para hoy, pero por ahora me gustaría quedarme contigo, aquí, así, ¿estás de acuerdo? - preguntó correspondiendo a mi abrazo.

- Claro, incluso si nos quedáramos aquí el día entero sería muy feliz, lo único que quiero es estar a tu lado - besó mi frente y cuando volteé a verlo, sus ojos estaban llenos de lágrimas - ¿por qué lloras? - me preocupé.

- Es que amo que quieras pasar tiempo conmigo, sé que lo digo con mucha frecuencia, pero te amo Mabel, amo que estés a mi lado, que hayas aceptado salir conmigo, que me permitas ser tu novio, que te esfuerces cada día en salir adelante para que podamos tener un futuro juntos, amo estar contigo en tu cumpleaños y amé despertar a tu lado, quiero que toda nuestra vida sea tan linda como ahora - me abrazó con más fuerza mientras su respiración se aceleraba por el llanto y yo comenzaba a llorar también.

- Te amo y te juro que me voy a quedar cada día a tu lado por muy difícil que sea, no quiero ser la que cause que tus lágrimas sean de dolor, te prometo que nunca haré nada malo y que nos aleje, porque quiero estar contigo siempre Hoseok - dije mientras me alejaba un poco para limpiar sus lágrimas - no quiero que llores, por favor no lo hagas, tú debes tener una sonrisa siempre, me gusta más que las lágrimas - dije con un puchero y él limpiaba las pequeñas gotas que rodaban por mis mejillas.

- Lloro porque estoy feliz de haberte conocido y de poder pasar mi tiempo a tu lado, no porque esté triste ni nada parecido bonita, ven aquí - volvió a acercarme a él y nos recostamos de nuevo mientras sollozábamos por el momento tan lindo que estábamos compartiendo, no deseaba que mi cumpleaños fuera de otra manera sólo quería a Hoseok a mi lado para siempre.

Hablamos durante un buen rato sobre lo maravilloso que fue conocernos, de lo que haríamos el resto del día para celebrar mi cumpleaños y finalmente me preguntó por algo que me hubiera gustado evadir, pero con él nunca se podía lograr algo como eso.

- ¿Dormiste bien? - me preguntó.

- Sí, dormí mejor que otras ocasiones, eres mágico - dije con una sonrisa intentando averiguar si había hablado dormida como en otras ocasiones, después de todo era lo que las pesadillas ocasionaban.

- Me alegro de escuchar que dormiste mejor que otras noches, pero... - y ahí venía lo que no quería que él supiera - te quejaste varias veces y parecías estar llorando, ¿segura que dormiste bien? - no sabía qué responder, pero como siempre, me dio la seguridad que necesitaba - puedes contármelo, sabes que hablar siempre te ayuda.

- Dormí bien, eso no es mentira, sentirte junto a mí me ayudó mucho, pero las pesadillas son algo recurrente para mí, suelo llorar o quejarme por las noches, lo sé porque mis hermanos me lo han dicho, pero te aseguro que al menos hoy descansé más que otras noches - su mirada reflejaba comprensión, en ningún momento lástima ni nada parecido y estaba agradecida por ello.

- ¿Cada noche tienes pesadillas? - parecía tan afligido que me sentí mal, pero al mismo tiempo se sentía bien que alguien se preocupara hasta por mis sueños.