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_casarse? pero de que estas hablando mujer?

_pues de eso, Jimin quiere casarse.

_pero como va a querer casarse, solo estuve fuera de la ciudad por un par de semanas y antes de eso el no tenia interés en tomar marido. ¿Qué lo hizo cambiar de opinión? _el padre de Jimin había vuelto a casa, y la noticia que Nara le estaba dando lo había tomado por sorpresa, el conocía a Jimin y sabia perfectamente que nunca tomaría una decisión precipitada respecto al matrimonio.

Ha-neul no tenia nada en contra de que Jimin se casara, pero se le hacia muy extraño que de pronto el quisiera hacerlo.

_por dios, Jimin ya no es un jovencito, es normal que se quiera casar, a simpatizado mucho con el señor Jeon, el es joven y bien parecido, era normal que a Jimin le gustara, además, tiene una muy buena posición, a Jimin nunca le faltara nada.

_pero lo acaba de conocer, no se han tratado, incluso yo no eh tenido el gusto de conocerlo, tiene tan poco en la ciudad que no sabemos nada de el.

_te entiendo pero, le permití que visitara a Jimin, ya han platicado y simpatizan mucho, a Jimin le cae muy bien y no se diga el señor Jeon, esta encantado con Jimin. _Nara tenia que hacer uso de sus mejores mentiras para convencer a su marido. _por otro lado, el señor Jeon vendrá a hablar contigo, quiere pedir formalmente la mano de Jimin.

_por dios mujer, me has tomado totalmente desprevenido. y que pasara con la dote de Jimin, por ahora no tengo para entregarle una. _el padre de Jimin tomaba asiento en la silla tras la mesa de su despacho, tratando de asimilar lo que su esposa acababa de informarle.

_por eso no te preocupes, eh tratado al señor Jeon y se que el no la pedirá y entenderá nuestra situación, a el solo le importa Jimin y no anda tras una dote.

_tengo que hablar con Jimin, pídele que venga, tengo que escuchar de sus propios labios que su deseo es casarse con ese hombre.

_esta bien esta bien, veo que no confías en mi. _contesto Nara, haciéndose la ofendida. _iré a avisarle que quieres verlo. _Nara salió del despacho de su esposo y se dirigió a la habitación de Jimin donde el, ya tenia un par de días encerrado. Nara no le permitía salir, pero en realidad a el no le importaba hacerlo.


Jimin se encontraba haciendo lo único que había echo los últimos días desde que su madre se entero de su relacion con el teniente min, sentado en su mecedora a un lado de su ventana, llorando mientras recordaba los buenos momentos que había pasado al lado de su gran amor.

_Yoon... ven por mi por favor. _dijo entre sollozos mientras miraba hacia la calle a la gente pasar, el quería ser como esas personas, libre para poder hacer lo que el quería, estar al lado de Yoongi por el resto de su vida.

el ruido en la puerta lo hizo que pegara un brinco en su lugar, al ver que era su madre, rápidamente limpio su cara con la manga de su camisón.

_tu padre quiere hablar contigo.

_papa esta de vuelta? _pregunto lleno de esperanza.

_si... pero ni se te ocurra mencionarle nada sobre ese teniente, ya le informe de tu futuro compromiso con el señor Jeon.

_que?? pero por que?? yo no me quiero casar. _las lagrimas volvían a bajar por el rostro de Jimin ante lo que su madre decía. _por favor madre, le juro que no volveré a ver a Yoongi pero por favor, no me quiero casar, si usted quiere nunca saldré solo nuevamente nunca hablare con ningún hombre, se lo prometo. _Jimin prometía lo que primero se le venia a la mente con tal de convencer a su madre para que no lo obligara a casarse.

ENTRE LA ESPADA Y LA PAREDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora