𝟎𝟑 | day two

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—Un día de estos me voy a aventar de un puente— Lux acarició los cabellos de Freen.

—Yo solo quiero saber que pasó ayer en casa de Armstrong— La tailandesa se sonrojó y ocultó su rostro con la almohada. Escucharon que la puerta era golpeada y después como Freen comenzaba a quejarse.

—Dile que no estoy si llega a ser mi mamá— Faye negó— Sí me voy a tirar de un puente, dejaré mi carta de despedida junto a los peluches— La pelinegra le quitó la almohada.

—Tonta, ya solo fue un día y no fue tan malo— Freen se levantó para sentarse, formó un puchero— Becky si está de buenas puede ser muy agradable, puede ser tu amiga...

—Contigo y Faye estoy bien, ella me dijo eso ayer... Ni siquiera puedo hablar correctamente— Lux rio— No te burles, ay ¿por qué soy así? ¿Y por qué Faye ya se tardó?

—Debe ser una de sus citas— Freen frunció el ceño.

—Entonces vete a arreglar, no debe tardar la tuya... ¡Déjenme sola! ¡No los necesito!— Se levantó de la cama para ponerse sus tenis.

—Freen...— Ella salió de la habitación ignorando a su amiga, se dirigió hacia la puerta para salir de la casa. Al abrir la puerta se topó con una castaña y supuso a quien estaba buscando.

—¡Lux! ¡Tu cita está aquí!— La mayor sonrió y la menor bufó mientras salía de la casa.

Decidió ir a la biblioteca, no podía creer que estuviera teniendo crisis existenciales y a sus amigos se les ocurriera llevar a sus citas de cama, las odiaba un poquito por hacerle eso pero bueno ella sabe perfectamente como eran y no podía hacer nada. Llevó su mano hacia la bolsa trasera de su pantalón para tomar su teléfono pero para su muy mala suerte no estaba, lo que le faltaba, si su mamá llamaba más de tres veces ella estaría muerta, quiso llorar cuando notó que el cielo se estaba nublando.

Al llegar a la biblioteca tomó el primer libro que se encontró y comenzó a leerlo, solo así su crisis desapareció por un par de horas. Para cuándo reaccionó había alguien frente a ella, alzó su vista y casi cae de su asiento.

—Llevo esperando una hora a qué notes mi presencia— Freen ladeó su cabeza.

—¿D-disculpa?¿Eres quién?—La chica frente a ella sonrió.

—Me llamó Kath ¿Y tú?— La pelinegra más bajo se sonrojó.

—Freen— Sonrió tímida.

—Bonito nombre ¿Vienes seguido?— Freen asintió.

—Me hora decir podrás.

—Faltan quince para las cuatro ¿Por qué ya debes irte? Déjame decirte que ya está lloviendo— Freen la miró asustada.

—Cielos, mal momento para no haber traído paraguas— La chica frente a ella sonrió aún más.

—Yo si traje, si no te molesta puedo llevarte.

—¿En serio? No es problema— Kath negó.

—De pasó te conozco...

—Bien, permíteme dejar el libro— Se levantó de su asiento para caminar hacia la sección donde estaba el libro y camino con prisa hacia la chica— Listo.

—Bueno pues vámonos, tú me dices por donde— Freen asintió—¿Y qué edad tienes?

—Diecinueve— Murmuró.

—Entonces soy menor, tengo dieciocho, pero como estás chiquita no se nota— Sin querer a la rubia se le escapó una pequeña risa.

—Me gusta decir que ustedes son muy altos y que yo soy tamaño promedio— La menor asintió.

Pretend to be my girlfriend「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora