Capítulo 8

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Los días pasaron rápidamente. El martes, Freen llegó a casa temprano y se encontró con que no tenía nada que hacer, así que se decidió a leer el libro que le había recomendado Rebecca cuando terminó Meena. Fue por él al estudio y luego se acomodó en la cama.

Casi tres horas después, llegó al final del libro buscando más hojas.

Quería más de la historia, pero ese era el fin.

—¡Ohhh...! —buscó el nombre de la autora en la portada—. Ingrid Díaz, ¿cómo me dejas así?

Justo en ese momento Rebecca entró a la habitación.

—Hola. Te ves cansada.

—Lo estoy —dijo dejándose caer pesadamente sobre la cama—. Sólo quiero una ducha y dormir al menos por cinco días.

—No podrás hacerlo por cinco días, pero si hasta mañana.

—Haces añicos mi ilusión. ¿Estabas leyendo?

—Si —respondió levantando el libro para mostrárselo—. Me gustó mucho, pero quedé con ganas de más.

—Lo mismo me pasó a mí.

—¿Hay algo más que puedas recomendarme?

—¿En serio? ¿Quieres más chichas con chicas?

—Sí. Son buenas historias. Y aún no encuentro esas nalgadas que mencionaste.

Rebecca rió.

—Es lo que estás buscando, ¿cierto?

—Tengo algo de curiosidad —confesó riendo.

—¿Y las escenas de The L Word? Te sonrojaste con ellas.

—¡Eso no es cierto! Además, estamos hablando de libros.

—¡Oh! De acuerdo —dijo riendo, pero decidió darle una tregua—. Tengo Por toda la eternidad de Car Puche. Allí vas a encontrar una linda historia de amor y algo de sexo. Y según tengo entendido, ya está casi lista la segunda parte.

—Suena bien. Lo buscaré. Ahora, ¿cuándo vas a leer mi libro favorito?

Era el trato.

—Sí, lo era. Te lo pediré cuando tenga un poco de tiempo. Ahora voy a ducharme, lo necesito.


♥ ♥ ♥

Después de esa noche, a Freen le pareció todo, una locura. Tenía que ayudar en los preparativos del aniversario de sus padres. Además, ya Neung había anunciado que llegaría ese mismo día. Seria cuando recibiría la noticia de que ella se casó con Rebecca. No tenía idea de cómo lo tomaría. Al ser mayor que ella, solía ser muy protectora, así que sabía muy bien que la noticia no le iba a gustar.

Entregandome a tu amor (Freenbecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora