—¡¡Maldita!! ¡¡Maldita!! —Kirk gritó golpeando el volante mientras conducía a una considerable velocidad mientras se alejaba de la zona residencial donde Freen vivía—. Esa maldita se atrevió a dispararme —gruñó con rabia—, pero lo va a pagar. Si ella está armada, yo también lo estaré.
Esa idea lo satisfizo. Bajó un poco la velocidad y se recostó en el asiento sonriendo más relajado. Lo haría. Iba a hacerse con un arma y entonces Rebecca y él estarían en igualdad de condiciones.
Había cometido un error al seguirlas a su casa, pero él comprendió el mensaje. No era casualidad que Rebecca conociera a Marina ni que ellas estuvieran en el mismo lugar que él. Es que lo sabía. El destino se lo decía con cada una de sus señales. Por algo él la vio aquella vez en el pasillo de la universidad. Por algo le gustó tanto. Por algo vino a su mente la idea de hacer que se conocieran. Por algo se hicieron amigos. Es que era lo correcto. Freen debía estar con él, de eso no había dudas.
Por fortuna, se pudo escabullir de los guardias de seguridad que revisaron los alrededores de la casa de Freen. Estuvieron cerca de él, pero la ropa negra lo ayudó a camuflarse en la oscuridad, por eso siempre la llevaba en la cajuela. Dejaba el auto a varias calles de allí, una distinta cada vez para no levantar sospechas cuando su osadía no lo llevaba a estacionar justo frente a la casa.
Debía ser más cuidado y no ser tan impulsivo, pero fue que su deseo de verla había sido mucho más fuerte que su razonamiento; estaba tan hermosa en ese vestido. Pero ese descuido no podía volver a pasar.
Lo que si era definitivo, es que tenía que apartar de su camino a Rebecca. Ella se entrometió entre los dos; gracias a Phong se enteró cómo Freen había sido obligada a casarse para mantener a salvo la empresa familiar. Es que ella era única, capaz de hacer cualquier sacrificio. Por eso y más, la amaba.
Pero ella no iba a impedir que él y Freen estuvieran juntos. Se amaban; porque aunque no se diera cuenta, ella lo amaba tanto como él, así que iba a salvarla.
—La próxima vez que te tenga en frente, te mataré...
En la oscuridad de su mente, comenzó a urdirse un plan. Las imágenes tomaron forma y al final de todo, Rebecca, estaba muerta.
Una sonrisa se fue dibujando lentamente en su rostro. Su atractivo desapareció para dar paso a la imagen de la locura.
♥ ♥ ♥
Freen llamó a Nam muy temprano, le dijo que necesitaba hablar con ella y quedaron en almorzar juntas. Desde entonces, en su oficina de Chankimha Telecommunications, miraba los minutos lentamente pasar, mientras revisaba algunos documentos. Por fortuna, la reunión que tenía programada a primera hora de la mañana fue rápida, aunque no sabía si se debía a que ella realmente no prestó atención o porque todos estuvieron de acuerdo en los planes que se había trazado la empresa para el próximo trimestre del año. Esto segundo no le parecía muy convincente porque el punto era que no podía sacarse a Rebecca de la cabeza.
Por más que lo pensó, aún no estaba segura del todo si no había dormido nada en absoluto por la situación de la alarma y Rebecca disparándole al intruso o por el estremecimiento que le causaba rememorar a ambas besándose en el sofá. Algo pasaba y necesitaba hablarlo con su amiga. Ella la conocía bien y podía ayudarla a obtener algunas respuestas.
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Entregandome a tu amor (Freenbecky)
FanfictionDespués de varios años tratando de superar su trauma, Freen Sarocha Chankimha, comienza a sentir que ha llegado la hora de pensar en rehacer su vida; tal vez, junto a Kirk Asavarain, un viejo amigo de la universidad que siempre le ha profesado su am...