Un día para no dormir

45 16 319
                                    

Estamos todas, también Miguel y Nathan. La verdad que les estamos dando todos un empujón a Miguel y Alex por lo menos ya se han pedido el número y han cogido más confianza. Mia y Nadia están partiéndose de risa (consecuencias del agua del chino, en mi cumpleaños se compraron una botella y no paraban de reírse) Niax no pudo venir, Carla tampoco porque quedó con sus otras amigas de su anterior colegio y luego estamos Nathan y yo

—¿Oye y si nos escapamos?

—¿Qué?— me río

—Si

—Pero no puedo dejar a mis amigas solas

—Ni un minuto— niego— ni para darte una sorpresa

—No las puedo dejar solas, son un peligro— bromeo

—Yo creo que eres tú más peligrosa

—¡Nathan!— comienza a reírse

—Que guapa estás hoy

—Deja de hacerme la pelota para que me vaya contigo

—Vale, tienes razón— finge decepción

—Yo siempre tengo razón— sonríe

Ya lo sabes conciencia

Me alza la barbilla y se acerca para darme un beso yo me muerdo el labio inferior mientras sonrío divertida pero justo cuando se iba a acercar escuchamos

—Dios, qué asco dais— dice Nadia fingiendo arcadas

—Todo el rato así— la apoya Mia

Yo suspiro y niego divertida

—¿Segura que no te quieres ir?— me susurra Nathan en el oído y me provoca cosquillas en el lugar

—Segura

—¡Narel dile a Mia que me deje de mojar!

—Nadia me reclama— le miro

—Ve

—¡Voy, chicas!

Al final acabamos mojadas las tres, echo una miradita a Alex que se está riendo con Miguel, están hablando y Miguel se ha acercado a Alex para retirarla un mechón, hoy curiosamente lleva suelto el pelo (siempre va con coleta)

La futura pareja perfecta

Nathan y yo fuimos a una tienda cerca del parque a comprar unas bebidas y algo para picar, estamos en un parque, no hay nadie solo nosotros. Nathan está escribiendo a alguien

—¿Cojo esto?— señalo una bolsa de chuches, ni caso— Naaaaathaaaan— pronuncio lentamente para llamar su atención

—Si, si— entrecierro los ojos, sigue pendiente de su teléfono

—No me estás escuchando

—Si
—Nathan a que soy la princesa oculta de Inglaterra y tú eres un animal a punto de extinguirse

—Totalmente de acuerdo— pestañeo varias veces e intento aguantarme la risa

—¿Ah sí?, entonces yo tengo súper poderes y tú eres idiota, ¿A que si?

—Si— vale ya no me hace gracia

—¡Nathan!— levanta la cabeza y me mira

—¿Eh?— entrecierro los ojos

—No me estabas escuchando

Destinados a brillarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora