Si tuviera que describir mi maravillosa y corta vida en una palabra no encontraría la palabra adecuada para describirla. Verás como ya sabéis soy un desastre humano, así soy yo un profundo desastre.
Mi vida está bastante bien dentro de lo que cabe, aún no soy millonaria ni famosa pero para eso me falta poco. Lo mejor de ella es que tengo gente que me quiere.
Mi historia, como me gusta llamarla, es como un guión de comedia no paro de hacer el ridículo y los que están en mi entorno lo saben.
Yo no hago romántica mi vida, bueno todo esto está para ser sinceros, ¿No?, un poco si lo hago, en cambio lo que más suelo hacer es darla humor. Me encanta reírme horas y horas y sacar una carcajada y una sonrisa con mis chorradas.
Antes de que llegara Nathan mi madre me obligó y se puso muy seria con lo de recoger mi habitación. Cuando nos fuimos la dejé un poquitín mal
¿Un poquitín solo?
¡Vale! Algo mal
¿Algo?
¡Muy mal! ¿Contenta?
Ahora sí
Bueno el caso que hasta que no la recogiese no salía.
Otra cosa es que son los exámenes globales y tengo que recuperar (jamás me ha quedado ninguna siempre las recupero eso es lo bueno de mi) así que por mi bien no puedo quedar con Nathan, esta será nuestra última quedada de esta semana, lo bueno o como lo quieras llamar, Nathan continua mañana los finales y Alberto no le va a dejar salir de casa hasta que acabe el martes, no porque tenga que recuperar ni nada de eso, el muy estúpido ha sacado sobresalientes en todo y eso que no estudia casi (yo por otro lado tengo que ir a clases particulares de sintaxis y eso que estudié un montón) sino para que de él último empujón y que no bajen sus notas (a Nathan en los exámenes finales le bajan las notas si sacas malas, a nosotras, no, solo nos suben y sólo nos presentamos a las obligatorias. En el caso de que hayas suspendido alguna evaluación tienes que hacer solo ese trimestre para aprobarla).
—Mamá
—¿Has recogido tu habitación?
—Sii
—Voy a ir a verla
—Pues ve— mi madre se levanta del sofá y va a mi cuarto, yo voy detrás de ella. Una vez dentro de el, le echa una ojeada y da el visto bueno— A ver si te dura— dice cruzada de hombros apoyada a mi puerta
—No te prometo nada— mi madre me alza las cejas— ¿Qué?, soy sincera
—Ya lo veo —suspira y cambia de tema— ¿A que hora vas a llegar, mañana tienes tu examen de historia?
—A las siete y media, además historia lo llevo muy bien
—Perfecto, a esa hora estaré dormida porque mañana tengo que levantarme a las tres de la mañana para que me dé tiempo a hacerte la comida para el colegio, además mañana entro a las cinco, por favor no hagas mucho ruido que tengo que madrugar.
—Vale— de repente me empieza a sonar mi tono de llamada— Es Nathan ya deberá estar abajo o a punto— mi madre se mete en su habitación y yo le cojo el teléfono mientras me meto en mi habitación.
—¿Narel?
—¿Va todo bien?— me ha llamado por mi nombre, vale que es así como me llamo pero él no utiliza mi nombre como tal, él me llama siempre Ricitos, eso es que algo va mal
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Destinados a brillar
RomanceUna mirada no se cruza por casualidad, por eso cualquier historia comienza con una mirada, se lleva a más con simples palabras. Si dos personas están verdaderamente destinadas el universo querrá juntarlas. Nuestra historia comenzó con ambas y más d...