Alessandra estaba mirando desde su habitación la enorme pradera que tenían ahí. El clima empezaba a ser algo frío. Se puso una pequeña manta frotándose los brazos ¿Que estaría haciendo Alec en ese momento? Quizás estaría entrenando o de caza, se rió de ella misma al darse cuenta de que no dejaba de pensar en el hombre y el niño ¿Que le pasaba? El la había tratado tan mal y ella simplemente seguía preocupada por él. De pronto sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando oyó unos gritos abajo, cuando llegó al pequeño salón se encontró a Maya llorando y a sus hijos abrazándola ¿Que demonios pasaba ahora?.
-¿Que pasa?.
-Ya no tiene dinero, la señora quiere que se vaya de aquí -respondio Orla tristemente.
-¿Como puede hacer algo así? Hace mucho frío ahora para que salgan a la calle.
-A ella no le importa nada de eso joven, solo quiere dinero-dijo Piper.
-¿Que será de nosotros? No tengo adonde ir, mis niños ...dios mio ayúdanos -suplico mientras abrazaba con fuerza a sus hijos
Alessandra no pudo evitar emocionarse al ver eso ¿Como podía esa maldita bruja hacer algo tan cruel? No pensaba dejar que eso pasara-¿Donde está esa bruja? .
Zoe intentó calmar a Maya para después dirigirse hacia Alessandra algo preocupado, algo le decía que eso no terminaría nada bien. La señora Maeve no era alguien con quien tratar o negociar, si la había dejado solo era por no ir al consejo. Temia que su nueva amiga tuviera problemas ya que la señora tenía cómplices que hacían desaparecer a la gente que la estorbaba.
-Alessandra, no debes meterte en esto. Ella de verdad podría lastimarte si la llegas a amenazar de nuevo.
-Maldita sea, esa mujer es de lo peor. No puedo dejar que la saqué asi. Mira a los pobres niños, apenas llevan algo de ropa ¿crees que estarán bien ahí fuera?-le pregunto señalando a los niños.
-Esta en su habitación, la del fondo a la derecha-
Alessandra no espero más, se fue directamente a por ella. No pensaba dejar que la sacara ¿Por qué debían vivir con miedo? Tenía que hacer algo o al menos intentarlo. Grito frustrada y después de unos minutos intentando calmarse entro sin llamar a la puerta, simplemente entró. La encontró contando el dinero mientras se reía ¿Era eso en serio? De verdad que la humanidad podía cambiar en todo pero en una cosa no, la obsesión con la riqueza.
-¡¿Como te atreves a...?!.
Sin más agarró el pequeño saco de dinero y los tiro al suelo gritando de frustración. Después la encaró sin apartar la mirada , no pensaba retroceder.
-¿Por qué la estás echando? No te lo volveré a preguntar.
-Ya no puede pagar ¿Que quieres que haga? Sin dinero nadie puede quedarse aquí.
-Ella no puede irse, es más no irá a ninguna parte.
-Ten cuidado Alessandra, eres una joven muy lista y creo que ya sabes a lo que me refiero -la amenazó la mujer.
-¡¡Hace un frío horrible afuera!! Tiene a tres niños ¿Acaso no tienes corazón?.
-Hahaha ¿Corazón? Al parecer eres muy joven todavía y no sabes nada sobre la vida. Aprendí algo muy importante y es que los que tienen corazón como tú son lo que más sufren-le dijo mientras se agachaba a recoger el dinero esparcido en el suelo.
-No dejaré que los saques, no se por qué eres así de mala pero que sepas que nunca saldrás bien si sigues este mal camino -la aconsejo mientras señalaba el dinero que estaba en el suelo.
-Es mi casa, si digo que se va ahora es que se va. No necesito que me aconsejes, llevo años en este trabajo y nadie podrá decirme que hacer.
-Me das pena, vives tú vida como una mierda. Créeme que la vida da muchas vueltas y ya verás como te das de bruces cuando ese momento llegue-le dijo acercándose a ella-Ellos se quedan, no tienes derecho alguno a echarlos.
-¡¡Es mi casa y haré lo que quiero!!.
-¡¡Y yo digo que se quedan o juró que iré y diré todo lo que haces con esas pobres mujeres!!.
-¿Me estás amenazando ahora?.
-Consideralo como quieras, ella se queda y punto. Recuerda que saldrás tú perdiendo en todo esto-dijo antes de salir sin molestarse en cerrar la puerta.
La señora Maeve recogió todo el dinero y dejó la pequeña bolsa encima de la mesita para después girarse y suspirar agotada de todo eso, al principio pensó que está se iba a ir sin problemas pero al parecer esa joven iba a ser un gran estorbo en su negocio y lo mejor era sacala de su camino antes de que causará algún problema.
-¿La has oído, verdad? Esa joven nos traerá problemas.
Un hombre apareció sonriendo , se había escondido al oír a la joven . El solo había traído el dinero y pensaba volver a celebrarlo con sus hombres pero al parecer alguien quería estropearles el negocio y eso era algo que no le gustaba para nada, además estaba
-La verdad me dio ciertas ideas cuando hablaba...-dijo el hombre algo pensativo.
-¿A que te refieres?.
-Nada ¿Y entonces? ¿Quieres que la mate?.
-No, quiero que sufra. Esa maldita se atrevió a amenazarme y debe pagar por eso.
-Ya veo, entonces quieres que la venda ¿Verdad?-pregunto el hombre sonriendo con maldad.
-Asi es, llevala al mercado para venderla y que jamás vuelva a verla Por aquí. Si el consejo se da cuenta de lo que hacemos estaremos acabados.
-Creo que estás confundida señora, tú eres la que estará acabada ya que el consejo confío en ti para ayudar a esas mujeres. Pero yo... simplemente soy un traficante de esclavos ¿Crees que me pasará algo?-le recordó riéndose.
-Maldito, si yo caigo tú y tus hombres también lo harán.
-Cuenta con ellos, esa jovencita ya no la verás mañana. Ahora dame mi parte del dinero -le pidió acercándose a ella.
-¿Tú parte? Es mi dinero, si no fuera por mi vosotros no tendrían nada de esto ¿Crees que soy tonta? Hoy no te daré nada hasta que cumplas lo acordado...llevate a esa maldita lejos de aquí.
El hombre apretó los puños maldiciendo para después asentir con la cabeza y salir , la señora Maeve se sentó en la cama sonriendo. Por fin iba a quitarse ese estorbo de su camino. Ámber se tapo la boca para no hacer ningún ruido, estaba pasando por ahí cuando vio la puerta abierta. Al acercarse para cerrarla se escondió junto a la puerta al oír que hablaba con alguien, rápidamente se fue para donde su madre para contarle lo que había oído.
-Ahora no Ámber, no tengo ganas de por tus historias.
-Pero mamá, es algo muy...
-Ve con tus hermanos y vigila que no les pase nada, quiero descansar un poco.
-¿Entonces puedo contárselo a alguien más? Mamá es algo que...
-No debes molestar a los demás, ve donde te dije y no molestes a nadie ¿Entendiste?.
-Si, mama.
Ámber salió algo triste, no era una simple historia. Ella no había oído una historia si no algo muy malo que la señora Maeve iba a hacerle a Alessandra, oyó a Orla llamándola a ella y sus hermanos para comer el pastel que les había hecho, se olvidó de lo que tenía que decir y fue corriendo a buscar a sus hermanos.
ESTÁS LEYENDO
ALESSANDRA ( Saga Diferentes 1)
Ficção Científica𝘜𝘯𝘢 𝘢𝘮𝘪𝘴𝘵𝘢𝘥 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘳𝘢𝘴𝘱𝘢𝘴𝘢 𝘦𝘭 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰, 𝘭𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘴𝘢𝘧𝘪́𝘰𝘴 𝘺 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘦𝘭 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘪́𝘴𝘪𝘮𝘰 𝘢𝘮𝘰𝘳 ¿𝘦𝘹𝘪𝘴𝘵𝘦 𝘵𝘢𝘭 𝘢𝘮𝘪𝘴𝘵𝘢𝘥 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘰𝘥𝘰? 𝘌𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰�...