▪︎ THREE

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Los chicos de la Isla

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Los chicos de la Isla

El día por fin había llegado: Mal, Evie, Carlos y Jay llegarían a la Isla de los Perdidos. Y Hela estaba allí, esperándolos a los cuatro, deseando volver a ver a Carlos.

La limusina negra por fin se dejó ver. Abrieron la barrera por unos segundos para que el coche pudiera llegar. Aparcaron y los cuatro adolescentes salieron mientras el chófer abría el maletero. Ben no había podido acompañarlos por temas de trabajo, pero los cuatro estaban juntos allí una vez más.

—¡Hela! —exclamó Carlos al verla, y fue corriendo a abrazarla con todas sus fuerzas, levantàndola del suelo—. Lo he sentido como una eternidad.

—Yo también. Demasiado trabajo —bromeó la chica.

Carlos sonrió antes de besarla dulcemente. Fueron unos segundos, los justos para decirse lo mucho que se habían echado de menos en aquellas últimas semanas.

—¡Un momento, por favor! —exclamó Mal.

La pareja se separó y Mal abrazó a su hermana pequeña.

—Te he echado muchísimo de menos. ¡Ben te manda saludos! Y me pidió que te recomendara dejar el tabaco.

—Dile que eso ya está en marcha —sonrió.

—Hola, Hela —saludó Evie, que fue a abrazarla—. ¿Qué tal todo?

—Definitivamente, tengo mucho que contaros. Vayamos primero al escondrijo para dejar vuestras cosas y luego os cuento todo.

Los chicos así lo hicieron. Llevaron sus maletas al escondrijo a través de las callejuelas menos concurridas de la Isla de los Perdidos. De todas formas, aún era muy temprano para que llegara el bullicio. Fue rápido llegar hasta allí, subir, y comenzar a instalarse.

Hela les fue contando algunas cosas, como que Harry no tenía intención de hacer nada (nada de nada) y que Apolo le tenía la cabeza como un tambor en una batucada. Hela tampoco había llegado a hablar con Apolo de si lo perdonaba por su traición. Apolo había intentado sacar el tema, pero Hela no lo había permitido.

Una vez ya instalados, cuando la gente empezaba a salir a la calle, los chicos de la Isla se organizaron. Darían el anuncio públicamente en el balcón del Castillo de las Gangas. Hela, sin embargo, había decidido no acompañarlos.

Tenía cosas pendientes.

Tenía cosas pendientes

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|| And Ever || Carlos de Vil [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora