▪︎ NINETEEN

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Héroes y villanos

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Héroes y villanos

Hela se miró al espejo mil veces antes de salir. Alisó la falta de su vestido de cóctel turquesa brillante en el que parecían relucir las estrellas, y se aseguró que ni un solo pelo se moviera de su recogido. Después retocó su maquillaje al menos mil millones de veces. Todo eso antes de que Carlos llamase a su puerta.

Los ojos marrones del hijo de Cruella se iluminaron al ver a la chica. Le ofreció una mano para sentirse más cerca de ella.

—Estás preciosa —sonrió. Puso sus manos en las mejillas de Hela—. Es hora de tomarse un pequeño suspiro. Te lo mereces; todos nos lo merecemos. Este verano nos tomaremos las vacaciones más largas de la historia.

—Desde luego —rio Hela—. Es que aún me queda mal sabor de boca por... todo. Me siento mal por Hades y Hera, y por Harry y Apolo.

—Tienes razón —asintió Carlos—. Pero todo esto no tiene que significar que esos asuntos quedan zanjados. Es momento de centrarnos un poco en lo bueno, y luego iremos con todo. Hablaremos con Apolo, ayudaremos a tu padre. Tal vez incluso celebremos tú cumpleaños en condiciones.

Hela rio asintiendo, y tomó la mano de Carlos para bajar a la gran plaza.

Era la fiesta de compromiso de Mal. La Corte de Áuradon, sus amistades íntimas, estaban todos allí. Mal y Ben llegaron con grandes sonrisas en la cara y subieron a un balcón de la muralla en la frontera de Áuradon. Ambos subieron y Ben propuso un brindis por su adorada y futura esposa.

Hela vio a su hermana buscando su mirada. Aquellos ojos esmeralda se encontraron con los zafiros de la menor. Hela sonrió significativamente. Entonces, Mal negó el hecho de poder casarse.

—Nunca sabes de dónde van a venir los grandes héroes. Audrey ha sido esta vez la que ha intentado tomar su propia versión de la justicia, y sin Uma y Harry, piratas de la Isla de los Perdidos, esa justicia habría terminado con el reino.

» Y sin Hades, mi padre, no podríamos haber salvado a Audrey. Y mucho menos sin la ayuda de mi hermana, la primera persona que trató y consiguió salvarme a mí de mí misma.

Todos pasaban sus ojos de Hela a Mal, que señalaba a su hermana pequeña con una sonrisa llena de orgullo.

—No seré reina de Áuradon si no soy también reina de la Isla. Ha llegado la hora de pasar esa página del cuento y aprender a perdonar. Tenemos que aprender que todas las personas tienen un lado bueno y malo que puede hacerse ver en cualquier momento y en cualquier perspectiva —Mal tomó la mano de Ben—. Ha llegado la hora de derribar esa barrera.

|| And Ever || Carlos de Vil [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora