|| And Ever || Carlos de Vil [3]

▪︎ ELEVEN

Pedida de mano

Iba a ser un día muy emocionante, porque por fin había llegado el momento de traer a los nuevos hijos de los villanos a Áuradon. Ben y Mal darían un discurso anunciando la llegada de esos niños. Pero Mal no sabía que Ben no iba a limitarse simplemente a dar un discurso.

Carlos, Evie, Jay y Hela estaban situados con sus otros amigos, como Doug y Jane, junto al Hada Madrina, Bella y Bestia. Hela tenía su guitarra preparada a la espalda, y tomaba la mano de Carlos con una sonrisa magnífica llena de ilusión.

Mal y Ben llegaron. El Hada Madrina los situó en el pequeño escenario y Ben saludó a su reino con gran alegría. Tras hablar sobre los niños de la Isla de los Perdidos, se giró a Mal.

—Mal este es el lugar exacto donde te conocí, y creo conocerte de todas la vida —sonrió—. ¿Te he dicho que me enamoré de ti?

Hela comenzó a tocar los acordes con la guitarra. Su hermana la miró con una pequeña mueca entre la felicidad y la confusión. Ben volvió a cantar aquella canción que le dedicó a Mal tras ella haberlo hechizado. Pero está vez, todo era real. Ben la hizo bailar por el escenario y, cuando terminó la canción, se arrodilló frente a ella.

—Mal, somos tú y yo. Para siempre —abrió la cajita de terciopelo—. ¿Quieres casarte conmigo? ¿Quieres ser mi reina?

—¡Sí! —exclamó, con lágrimas de alegría en los ojos.

Todo el pueblo de Áuradon estalló en vítores y ovaciones: tendrían una nueva reina.

La pareja bajó y Mal fue corriendo a abrazar a Hela.

—¿Tú lo sabías?

—Era yo la que tocaba la guitarra, tonta, claro que lo sabía.

Mal la abrazó con más fuerza.

—Gracias por estar siempre, Hela, incluso cuando yo no te merecía.

—Para eso están las hermanas, Mal. Ve a saludar a tus suegros, anda; Bella tiene planeada tu fiesta de compromiso para la semana que viene.

Mal rio y fue junto a la madre de Ben.