ABC del control

K de karma

Me mostro una foto de mis padres. Estaban almorzando, había una repisa en dónde se encontraba un altar en mi honor.

Sigo viva, no he muerto. Pero no podría decirles eso. A mí lado había más fotos, hacían de todo aunque su vida no parecía la más feliz. Él seguía visitando. Había fotos en dónde él salía, consolandoles. No dejaría que eso ocurriera si supieran que me tiene aquí.

-Estan más tranquilos en estos días.

Su voz, me llegó desde la puerta, como siempre entraba y se sentaba al frente mío. Deje las fotos a un lado, centradome en verle.

- No te da vergüenza verles llorar por mi muerte, sabiendo que eres tú quien me tiene aquí.

-No, porque así serían las cosas, de igual manera iban a perder a su hija. Estamos casados no lo olvides.

-Yo nunca acepte casarme contigo.

-No necesitaba tu permiso exactamente, te lo dije ya está hecho. Te recuerdo que también tuvimos una boda real, aquí en casa.

-Firme después de que me enseñaste un vídeo con francotiradores apuntando a mis padres.

-Detalles, solo te he dado una excusa para firmar, tu querías casarte conmigo. Recuerdo que me lo habías dicho, cuando salimos y viste por la calle una pareja discutiendo, te reíste diciendo que jamás se casarían como tú y yo, porque no eran la pareja perfecta como nosotros.

-Nunca me casaría contigo por voluntad propia -mis palabras regresaron para atormentarme.

-Una mentira más, está bien te dejare mentir si te hace sentir tranquila.

- Quiero salir.

- Podemos pasear en el jardín.

-No, quiero ir a la calle, al mundo real.

-No, es seguro salir.

- Porque me encontraría.

-Porque tratarias de escapar, no deseo lastimarte amada.

-Estas tan enfermo.

-Te amo.

-Te amo más. -odiaba el instinto que me hacía responderle en automático.

-Ya te das cuenta, me amas.

-K de karma, es decir, tus acciones se van a regresar. Será tarde o temprano pero lo van a hacer y voy a disfrutar mucho cuando eso pase.

-No te he dicho que podías iniciar.

-¿No soy acaso tu amada?

-Si, lo eres. -su belleza era mortal, tan elegante que iba más allá de lo correcto. Inhumano si notabas su frialdad.

-Entonces complace.

-Tus deseos son una orden. Te amo.

-¿Me amas?

-Lo juro.

- Lo dudo.

-El amor es amor, no importa su forma.

-Tu amor me hace daño.

-Tu amor es mi luz.

-Eres hermoso por fuera, por dentro eres el ser más despreciable, pusilánime que ha pisado este lugar.

-Y eres el ser más bello que mis ojos tuvieran el placer de conocer, eres tan vil por dentro como lo soy. Perfectos el uno para el otro.

Mis párpados se cerraron y me mente se fue a la deriva. Mi cuerpo dejo de pertenerme, no regrese a mis sentidos hasta que mi vagina ardía, de los jodida que había sido. Hijo de perra, me maltrata el coño tan bien, que me corro a chorros. Me vuelve una ninfómana, tan acostumbrada a sentirme como si tocará el cielo y el mismo infierno.
Está bendecido con la gran polla, es perfecto físicamente, su resistencia es enorme y ha hecho que la mía le siga. No contento con eso, me tapa todos los agujeros, su favorito es penetrarme con una réplica de su polla el culo, ponerme los dedos en la boca y cogerme como animal. Mi coño se sabe el tamaño de su polla. Por el ángel estoy segura de que mi útero lo llena a tope, hasta que soy un charco de semen.