—Creo que me rompiste el coño.
— ¿Eso dijo el médico?
—No exactamente pero dijo que tengo laceraciones internas, que concuerdan con un sexo rudo.
Mi rostro estaba caliente, fue tan humillante que el doctor me explicará que será mejor que le de un descanso a mi marido.
—Si, de hecho me ha comentado que deberías de dejarme descansar más. —lo dice con una sonrisa cargada de burla.
Es todo tu puta culpa, pendejo.
— Bueno, no vaya a ser que te rompa el pene.
—Seria doloroso —se estremeció pero me he dado cuenta de la erección.
—Te lo estás imaginando verdad.
—Si, de hecho lo hago.
— ¿Qué tal?
—Me lo rompes con el coño. —su cuerpo se tensa como un arco — Inicia.
— Que no escuchaste al doctor, tenemos que descansar.
—No vamos a tocarnos pero quiero estar contigo.
—Ah ya veo para dónde vas.
Sentados frente a frente. Me levanto para quitarme la ropa, ya no me incomoda hacerlo, viendo como el toma la iniciativa te quitarse la suya. Ninguno de los dos se acerca al otro.
—O de ósculo mortal. Porque por tus putos besos, tengo el coño herido pero sabes que, ni eso me va a detener. No puedo esperar para que me lo abran como tú nunca lo has hecho.
Mis ojos se agrandaron, su pene me vuelve loca, lo odio a él pero esa hermosa pieza de carne que le cuelga me encanta.
— Tocate, despacio. Mira mi coño, no vas a tocarlo por un buen tiempo, cretino.
Él me obedece, su mano toca su punta, sus movimientos de arriba hacia abajo. No deja de mirarme. Así que le abro las piernas, mi vagina es una zorra, parece que ni siquiera escuchamos al doctor decirle que debe descansar.
Me llevo los dedos a la boca, le veo escupir sobre su verga. Mis dedos me abren. Lo veo apurarse con los suyos.
—Juega con tus bolas, métete los dedos en ese sucio agujero.
Gime,sus ojos me siguen cuando meto mis dedos en mi coño, los suyos se toquetean las pelotas y penetran su culo. Se abre ante mi. Le envidio un poquito la flexibilidad, si no tuviéramos la misma.
Gemimos, tengo cuidado en ser tierna en mis movimientos, pero no es suficiente, estoy tan acostumbrada a sus dedos, su boca y su miembro que no puedo alcanzar mi orgasmo.
—Apuntame. Deja de jugar, ven aquí y apunta directamente en mi coño.
No se lo dije dos veces, se para, está tan cerca y yo necesito de él. Su verga finalmente se descarga, tiras largas caen en mi coño, quita mis dedos y empuja su punta. Me corro con solo eso. Sus gemidos unidos a los míos. Cuando todo termina esta limpiandome con la lengua, se siente tan bien.
—Mierda. —gimoteo, es el sexo más normal que hemos tenido. Fue tierno en su cuidado, su lengua tan sutil que me vuelve loca, lo suficiente para llevarme a un segundo orgasmo.
...
Llore luego de que acabaramos, sus brazos y aliento están a mí alrededor. Estoy llorando porque me siento feliz, son lágrimas de dolor porque lo amo, estoy enamorada de este monstruo. Me siento segura y amada con él y es un error.
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ABC del control
FanfictionCuando las cosas están en tu control, puedes hacer lo que te plazca, a menos que seas yo y estés en esta habitación aquí las cosas no son lo que parecen.