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Estaban de camino al lugar donde esperaban encontrar a Cate, y parecía ser un lugar bastante peligroso.

Victoria tragó en seco, y dijo unas últimas palabras a su acompañante antes de adentrarse en ese lugar.

— Adri, quédate aquí por favor, no vayas adentro. Si Cate sale, váyanse, llévatela, yo veré como salgo después.

— pero Vic-

— sin peros.

Fue lo último que dijo, y se alejo para tocar la puerta en ese maldito lugar.

Adriana observaba todo desde el auto, que estaba algo alejado.

Abrió la puerta, y no tardó en acercarse rápidamente, tomándolo de imprevisto.

— yo sé que tu tiene' a Cate, canto e' cabron
Habló empujando a tal persona, para hacer que se adentre en la casa.

— y tú como sabe de Cate, y que quiere'?

— no te importa eso, en donde está?!
Habló bruscamente, y no tardó en agarrar la pequeñita navaja que siempre lleva en el bolsillo de sus jeans.

Acercó la navaja al cuello del hombre, realmente parecía ser alguien mayor de unos 40 años.

— en donde está, te pregunté.

— abajo...

— guiame.

La llevó hasta el sótano, donde al encontrarse con Cate, Victoria explotó en llanto y corrió a abrazarla.

Pero fue mala idea tener un reencuentro de hermanas, ya que al despistarse, se oyó el como cargaban un arma.

— aquí la cosa es fácil, la niña queda viva, y tú no. O la mato a ella.

corre, te amo.
le susurró al oído, y la soltó del abrazo.

Cate se quedó confusa, pero corrió y buscó la salida.

Quedó Victoria, frente a el hombre, el cual tenía un arma cargada en mano.

La tatuada temblaba del miedo, pero ella siempre dijo; "si tengo que dar mí vida por ella, lo haré"

Pero nunca creyó que iba a ser enserio.

— con que prefieres su vida, eh?

— no eres capaz de matarme.
Habló, mirando al suelo con total susto.

— no?
Fue un rápido disparo, llegando a ser oyente para Adriana y Cate, que siguiendo órdenes de Victoria, se estaban yendo.

Un disparo, que por suerte no llego a Victoria.

Lágrimas rodaban por la cara de Adriana, y Cate estaba desesperada, ¿Acaso su otra mitad había muerto?

Mientras que Cate; con su mente perturbada por los traumas anteriores, y ahora tener que pensar si Victoria estaba muerta.

Por la parte de la tatuada, temblaba demasiado, estaba desesperada y llena de miedo.

Vio que si llegaba a ser capaz de matarla, pero a la vez que el hombre se le acercó, ¿Que mejor cosa que volver a utilizar la navaja?

Mala idea, MUY mala idea.

El ruido de abrir la navaja, fue lo que la delató, terminando con el arma apoyada en su cuello.

"Si lo apuñalas, te puedes escapar" era lo que pasaba por la mente de Victoria, pero no se atrevia a hacerlo.

"Quien va a cuidar de cate si muero?"

"Olvidé de decirle a Adriana que haga juicio por todo lo que pasó"

"Y si me muero y no puedo verlas más?"

"Pero si me dejo morir, se acaba el sufrimiento..."

La duda, entre dejarse morir, o intentar defenderse.

Realmente, tenía el deseo de morir, pero le molestaba no poder haberse despedido ni de el amor de su vida, ni de su hermana.

No pudo pensar mucho más, que escuchó como cargaba el arma y disparó rápidamente.

La sangre comenzó a caer, y su cuerpo cayó al suelo.

(. . .)

— Adriana, vayamos por Victoria, por favor...
Lloraba desesperada, estaban ya en casa de Adri. Ambas llenas de miedo por saber que había pasado con Victoria.

— no podemos, cálmate...

Le hablaba con calma, entre un abrazo en el que se mantenían las dos.

Por parte de Adriana, lo sufría demasiado, aun Victoria era el amor de su vida, y pensar que la perdía de forma tan brusca.

Si Victoria llegaba a estar muerta, Adriana se iba a tener que hacer cargo de Cate, ya que el sueño de Vic fue "la voy a cuidar yo sola, me voy a independizar y lograr sacarla de dónde vivimos"

La angustia, la intriga, el miedo.

Victoria era todo para Cate, como iba a hacer sin ella?

— no sabemos si murió, estate tranquila...

— escuchamos el maldito disparo!

— podría ser solo para asustarla.

— no lo creo...
Lloraba abrumada, sin ningún freno.

Se percibía toda la tristeza acumulada en sus ojos llenos de lágrimas, los cuales no dejaban de expulsar estas.

— no me entiendes, Adri...
Dijo entre el llanto, realmente era complicado entender lo que sentía.

Era una niña, perdiendo a alguien que veía prácticamente como a su madre.

— como te sientes?
Preguntó Adriana, sabía que se sentía mal, pero quería que hable, que se logre arrancar esos sentimientos horrorosos, esa sensación de que el corazón iba a expulsarse de su pecho de tanto dolor.

— muy mal. Victoria, es mí otra mitad. No puedo perderla, me da miedo el solo pensar de si está viva, que probablemente no... El disparo fue lo peor que pude escuchar en mí vida, no me puedo imaginar una vida sin ella; sería una vida llena de tristeza. ¿Que le diré a Mari si viene a preguntar sobre ella? ¿Y Diego? ¿Y a Bona? — tomo una pausa para abrazar sus rodillas al estar sentada en la cama, contra la pared. Siempre fue muy amiga de los amigos de su hermana, aunque no solían venir mucho a casa ya que no era algo "bueno" según sus padres.  — me gustaría poder saber que Victoria está bien, que no va a haber ningún problema...

— tranquila, de los amigos de Vickita ya me encargaré yo... Cate, quieres hablar de que pasó todo este tiempo?
Se animó a preguntar, realmente tenía miedo de esa respuesta.

— era extraño... Estaba ahí, encerrada. Me hacían acostarme con gente, me violaron varias veces, me drogaban... Era algo totalmente raro. Es una experiencia que estoy segura que no debería haberme pasado a mí edad, pero quizás solo yo me lo busque. Yo solita me causé esto, estando con Santiago...

— no, no creas eso... No es tu culpa.

— si lo es, Adri, lo es...

Quedaron largo rato hablando, hasta que recibieron la noticia desde el número de la policía del país; que habían encontrado un cuerpo, una chica alta, el pelo pelirrojo gracias a coloraciones, ojos claros, muchos tatuajes, unos específicamente en el cuello; dos aves. Un cuerpo con una herida de una bala, y el cuerpo totalmente fallecido.

Habían sacado el número, ya que tuvieron que tomar el teléfono de Victoria para poder obtener un número cual comunicarse, y se dirigieron al número anclado.

Miró a cate con lágrimas en los ojos, y Cate obtuvo el mensaje de que era lo que pensaba.

No tardaron en llorar, Adriana de una forma en la que solo caían lágrimas, y Cate de una forma en la que no llegaba nisiquiera a respirar. Un llanto a gritos, un llanto de total desahogo.

Fin.

what do we need to be happy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora