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Y acá estaban, Victoria, junto a Adriana, en la casa de Santiago.

El chico cuando abrió la puerta, se quedó impactado.

- hola, buenas tardes, será que tú sabes donde está Cat-.
Adriana no termino de hablar, que Victoria interrumpió con un tono de voz fuerte.

- habla, hijo de la gran puta.

- que no se en donde está, puedes ya dejar de molestarme?
Habló en dirección a la tatuada.

- si tu saliste con ella, tenías que volver con ella!
Se acercó a él, dejando una distancia amenazadora. Su voz era cada vez más fuerte, y las ganas de pegarle más aún.

- no era mí responsabilidad!

Hubo un silencio entre miradas con total enojo.

- te piensas que no sé que vendias su imagen? Que no se que la drogabas para acostarte con ella? Yo sé todo, cabron.
Adriana agarró a Vicky y la alejo un poco, por qué era notorio que estaba a nada de pegarle en la cara, y era mejor hablarlo que terminar a los golpes.

- ella se dejaba

- no! Ella no se dejaba! Ella no tenía ni puta idea de lo que hacías!

— pues que se joda! Ella se comportaba y se vestía como una zorra conmigo?

— no te atrevas a decir eso de ella!
Gritó y lo acompañó con un empujón, no iba a dejar que hablen de tal forma de su hermana.

No pregunten cómo, pero Victoria lo obligó a hablar. (Fue a los golpes)

No tuvo tantas peleas en el secundario y la universidad al pedo.

Le dejó la nariz sangrando, y varios moretones, hasta que habló.

— la vendí.
Dijo sin ningún sentimiento.

— Que hiciste qué mierda?!
Gritó Adriana, mientras la mirada de la tatuada se perdía en el piso. El corazón de Victoria se destrozó en mil pedazos, ¿como iba a recuperar a su hermana?

Lágrimas corrieron por sus mejillas, ella nunca demostraba sus sentimientos, pero con esto no podía.

— A quien?
Preguntó totalmente alterada Adriana, ya era un punto extremo el haber hecho eso.

— no lo sé, no lo conocía, solo hablamos un poco.

— pásame ya el número

Adriana intentaba arreglar las cosas, mientras que Victoria estaba en pleno ataque de pánico en una esquina de la casa.

Habían terminado dentro de la casa por qué entre los golpes, fueron caminando.

Adriana llamó el número, y consiguió rastrearlo.

what do we need to be happy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora