tres ; palmeiras ' ✦

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★ capítulo tres | palmeiras !( ¿si éramos tan felices por qué terminamos? )

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capítulo tres | palmeiras !
( ¿si éramos tan felices por qué terminamos? )

⎯ loro, estoy bien, déjeme sana ⎯ musitó la pelinegra intentando apartar a su amigo de su lado mientras entraban ambos al ascensor ⎯ no deje a maria sola.

⎯ oigan a la otra, ¿dónde le dé un babeado ahí en la puerta de su casa qué? que hijueputa embalada.

mía se limitó a responder y solo rodó sus ojos mientras presionaba el botón número 10. ambos quedaron en silencio, ella intentaba no quedarse dormida ahí mismo y él solo la sostenía por la cintura para que no perdiese el equilibrio y se cayera.

la notificación de un celular hizo eco en el ascensor y mía supo en seguida que provenía del celular de su amigo ya que ella siempre tenía el suyo en "no molestar". lorenzo sacó el aparato de inmediato de los bolsillos de sus jeans cuando llegó otra notificación y observó la pantalla.

⎯ ay gonorrea ⎯ murmuró él abriendo sus ojos de par en par mientras otras cinco notificaciones entraban. ⎯

⎯ jm mijo, ese culito suyo es como alborotada ⎯ habló ella entre risas aún mirando hacia el frente esperando pacientemente a llegar a su piso. ⎯

lorenzo miró de reojo a la pelinegra y, luego de leer los mensajes de richard a la velocidad de la luz, desbloqueó su celular y tecleó rápidamente una respuesta mientras trataba que ella no chismoseara. un simple "jajaj, mano parcháte" fue enviado por él y en seguida guardó su celular de nuevo.

⎯ ojalá mi mamá no esté despierta porque me casca ⎯ comentó ella cuando el ascensor abrió sus puertas y ambos se encaminaron hacia la puerta de su apartamento ⎯ ya se puede ir, gracias.

⎯ abra primero ⎯ ordenó él mientras le entregaba el pequeño bolso que sostenía en su hombro a mía, quién volvió rodar los ojos y lo recibió para rebuscar las llaves allí. ⎯

abrió la puerta intentando hacer el menor ruido posible y, una vez adentro, suspiró aliviada al ver que toda la casa estaba en plena oscuridad. giró sobre su propio eje sosteniéndose con la puerta para despedirse finalmente de lorenzo. ninguno pronunció ni una sola palabra, ambos sabían que la mamá de mía escucharía un mínimo murmullo así que solo se dieron un abrazo.

un "se cuida, la quiero mucho" fue formado en los labios de él cuando se separaron. la pelinegra no entendió nada ya que su borrachera no le permitía siquiera leerle bien los labios así que solo le sonrió y cerró la puerta. se quedó parada allí, en medio de la oscuridad, cuando escuchó el ruido de la madera rechinando al cerrarla. apretó sus ojos con fuerza y le rogó a todos los dioses existentes que su mamá no se despertara.

pasaron unos cuántos segundos y, al no escuchar absolutamente nada, mía avanzó tres pasos y en el cuarto se tambaleó ligeramente. su cabeza estaba a punto de estallar, todo le daba vueltas, había un pitido fastidioso resonándole en los oídos y casi que ni sentía el cuerpo. estaba más allá que aquí. sin embargo, luego de intentarlo tanto, logró llegar a su habitación y se encerró allí de inmediato.

si te la encuentras por ahí! ; richard ríos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora