Queen

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Nos quedamos unos veinte minutos así hasta que tuvimos las fuerzas para subier al coche, puse la calefacción pues estaba haciendo frío todavía, esa atmósfera tan silenciosa dolía, algo que nunca me había pasado a su lado

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Nos quedamos unos veinte minutos así hasta que tuvimos las fuerzas para subier al coche, puse la calefacción pues estaba haciendo frío todavía, esa atmósfera tan silenciosa dolía, algo que nunca me había pasado a su lado.

—Te llevaré a nuestra casa...

—No por favor, no quiero preocupar a mi niño —se negó de inmediato— sabes que le dan sus crisis de dolor si se altera y no quiero eso.

—Entonces a tu casa pero no me iré hasta asegurarme de que estes bien y te acompañe alguien —advertí.

—Tengo a Zoro —negó

—No está a discusión —establecí mirándole serio.

Llegamos a su casa para enterar, era como la nuestra solo que se veía más llena por los muebles y contaba con dos plantas.

—Date una ducha en lo que te preparo un té —ordené dirigiéndome a la cocina.

—Tu y tus tés —dijo riendo— que eres inglés

—Sabes que si —le mire con seriedad— anda ve

El mecanismo de Klaus para lidiar con el dolor era como el de Andy, ambos les encanta usar el sarcasmo y las bromas para ocultarlo.

Preparé algo de té y un refrigerio para sacar el botiquín, aunque Klaus se la pasaba en nuestra casa, Ander también se la pasaba aquí así que conocía bien la casa.

Klaus salió después con su pijama puesta, tenía todavía los ojos hinchados de tanto llorar.

—Perdón dulzura quitarme tanto glamour de encima me toma tiempo —me dio una sonrisa fingida.

—Klaus corta tu mierda no necesito que finjas que estás bien para mi, ven aquí sienta tu culo en el sofá y deja curo los raspones de acuerdo —elevé la voz un poco.

—Ander tiene razón eres todo un mandón —se burló para sentarse indignado.

Limpié las heridas para cubrirlas con banditas, podía ver su mirada perdida, guardándose todo

When we fall in loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora