Encandilado ante aquel viril fulgor que aquella mujer cortejaba en el, al hacerle sentir lo bienaventurados que eran sus ojos al tener la dicha y gracia de poder admirarla bajo la incandescencia de la luna, se obsesionaba constantemente en arremeter...
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De fondo al escenario corrompido por el casi imperceptible sonido que ejecutaban tus pies tronando alguna que otra rama que caían de las copas más frondosas de los árboles, los animales cercanos hacían función de su labor vocal soltando un característico sonido: "croar" espetaba una rana antes de saltar en frente de otra, para que a consecuencia la otra imite su acción, creando un escenario tierno, como si fuera un juego entre ellos. Frenaste tus pasos esperando a que pasen, te limitaste a observarlos y el señor Hachiko que estaba siendo cargado en tu espalda, hacia lo mismo.
-¿No puedes evocar nada de tu vida pretérita?- Pregunto en un tono sereno el mayor.
- Es más probable que camine bajo el sol sin riego a que eso pasé, señor- Suspiraste un tanto deprimida mirando el suelo.
Deseabas con anhelo lo contrario, pero te decidiste por simplemente no pensar en ello. ¿Por algo no tenías recuerdos verdad? Estabas segura de que no los necesitabas. No necesitabas recordar nada más de lo que actualmente tu memoria ya conoce, estabas al control de Muzan-sama pese a que lograras recordar el bloquearía tus posibilidades apenas se de cuenta. Estaba a su control a todo aquello que lo desobedecia, más aún siendo un rango superior, estando consciente no podías safarte de su control.
-Puedes quedarte a dormir en mis aposentos durante el día, al menos se muy bien que puedes descansar- Esas palabras entorpecieron tu andar hasta quedarte inmóvil en tu lugar.
-¿_____?- Pregunto con preocupación aquel hombre al apenas percibir un claro cambio en tu presencia.
Durmiendo el no te controlaba. Ningún otro demonio más podía hacerlo, otros gozaban el manjar de la carne humana y bebían en copas la sangre proveniente de estos, a tu diferencia que desde un principio estuviste completamente en contra de hacerlo tan seguido. Dormir te ayudaba a recuperar fuerzas, cosa que no recuperabas como debían hacerlo los demás demonios. Muzan sabía de esto, pero recordabas lo que te dijo: una habilidad como la tuya no debe de ser desperdiciada. Brindándote la capacidad de dormir.
La capacidad de salir de su control inconmensurable.
-¡____!- Sentiste como el mayor sacudió tus hombros haciéndote salir de tu trance.
-¡Ay, señor lo siento me quedé pensativa!- Te exaltaste sacudiendo tu cabeza, roja de la vergüenza.
-¡Ay, pero avisa, niña!- Dijo para posteriormente rematar en contra de tu cabeza una parte de su bastón roto.
-¡E-ek!- Chillaste -¡Lo siento!
Retomaste tus pasos cargando de mejor manera al señor Hachiko en tu espalda, lo levantaste levemente debido a que se te estaba resbalando. Un breve silencio invadió su camino, haciendo una mejor compañía para el momento que la situación los llevó a confeccionar, intentaba no pisar las pequeñas flores que resurgian de entre los pastizales, mirando el suelo en todo momento.
