capítulo 26

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Capítulo 26

La tarde había pasado tan agradable, cuando Carlos estaba con el monegasco los minutos eran casi eternos, era como si el tiempo se detuviese solo para ellos dos, el azabache estaba agradecido y demasiado feliz de tener al menor en su vida, era tan diferente pasar el tiempo con él. Charles decidió que ya era hora de que Carlos se marchara y le hizo un gesto para que salieran, el español aceptó algo molesto, no le gustaba separarse ni un segundo del castaño, y cuando lo hacía volvía a sentirse como se sentía antes, solo, sin nada.

Salieron de la casa del menor, iniciaron una caminata hacia la casa de Lando. En el camino a esta, mantuvieron una amena charla sobre las películas que habían visto, unas graciosas, otras que en verdad les aterraron y cosas del instituto de Charles. Theo amaba la voz de Charles, era grave pero dulce y melodiosa, era una voz que te hace querer escucharla siempre, aunque el menor hablaba algo rápido, pero Carlos amaba que se trabara con sus palabras, le parecía adorable y solo quería acercarse y abrazarlo con fuerza. El español se había acostumbrado completamente a estar con el monegasco, nunca antes había tenido una relación como esa, bueno, aunque no le habían denominado un término adecuado a eso que tenían, sabían de sobra que era algo más que una amistad y estaban felices con ser más que amigos.

Cuando al fin llegaron a la casa del britanico, Charles tomo con suavidad el rostro del mayor entre sus manos y beso sus labios con ternura, Carlos suspiro y se separó de él con los ojos cerrados, atrapando su labio inferior con sus dientes, Charles lo ponía nervioso y feliz. Que buena combinación.

──Paso por ti mañana para que estudiemos, recuerda que en unos meses daremos el examen y tenemos que estudiar mucho──le recordó el menor, Carlos solo asintió con la cabeza, lo que Charles dijera estaría bien, porqué era Charles y él no podía negarle nada.

──Bien, te espero y vamos a estudiar entonces──le respondió con una sonrisa, Charles no resistió y volvió a tomar a Carlos de las mejillas y le plantó otro beso, esta vez con más fuerza y comenzó a mover sus labios con suavidad, disfrutando.

──¿A qué se debió eso?──preguntó Carlos al separarse.

──A que te quiero mucho y a que eres tremendamente atractivo── respondió Charles. El español le sonrió.

──Adiós Charlie── se despidió el mayor, plantando un suave beso en los hoyuelos que se formaban en sus mejillas cuando el menor sonreía.

──Adiós, cuídate bebé──se despidió Charles, Carlos mordió su labio inferior, el menor lo ponía mal.

Entró a la casa y de repente un aroma peculiar inundaba sus sentidos, era un aroma cálido, era un aroma suave, era el aroma de la comida hecha en casa, sonrió y se acercó a la cocina. Se encontró con su amigo corriendo de un lado a otro dentro de la cocina, revolviendo ingredientes dentro de unas cacerolas, probando mezclas de algunos tazones y limpiando todo a su alrededor, rio un poco.

──¿Pero qué es todo esto?-──soltó las palabras viendo como su amigo volteaba y se quitaba el delantal que había traído puesto minutos antes.

──¿Esto?, no es nada, solo cocino─ respondió llevando algunos platos al fregadero.

──Mmm interesante, no me convence, tu nunca cocinas──le espetó el mayor mirándolo con sospecha.

──Sainz…jodete──suspiro──Tendré una cita, vendrá a cenar

Le dijo terminando de limpiar la cocina, en pasos apresurados y torpes casi cayendo.

──Wow, ¿Quién es la persona desafortunada?── preguntó con curiosidad.

──Creo que te hable de alguien que me gustaba demasiado, esa persona vendrá hoy y quiero que sea especial──Carlos sonrió de manera nostálgica al ver a su mejor amigo sonrojado.

──No sabia que eras tan romántico──se burló el madrileño──En fin, suerte con tu cita Muppet, te deseo lo mejor── le dijo dándole unas palmaditas en el hombro para luego subir las escaleras con velocidad. Lando suspiro nervioso, esperaba que fuera una buena noche.

El sonido del timbre llenó la casa y el nerviosismo se hizo presente, solía tener citas, pero ahora era diferente, esta cita era muy especial.

──Hola, Maxie──le dijo al abrirle la puerta para recibirlo con una sonrisa.

──Oh hola, Lando──el rubio le sonrió, entregando un ramo de rosas.──son…para ti.

──Gra-gracias, pero pasa he cocinado algo──le respondió dejándole pasar.

──No debiste, pudimos haber encargado algo, en serio no debiste.

──No te preocupes, yo quería hacerlo, quería algo bueno esta noche, además no es para tanto, es solo pasta──Max sonrió y caminó siguiendo al menor directo al comedor. Lando, algo torpe, le llevó la cena hasta la mesa, el holandes agradecía cada gesto por parte.

Comenzaron con la cena algo silenciosa, solo se oían los cubiertos en toda la casa y cuando terminaron de cenar, Max decidió hablar, haciendo sonreír al menor por completo.

──La cena ha estado increíble, Lando enserio que lo agradezco──el menor le sonrió aún más.

──Muy bien, gracias Max, realmente me he esforzado haciendo esto.

──¿Por qué no me hablas un poco de ti?──Preguntó el mayor con curiosidad.

──Bien…hmm me llamo Lando Norris, mi mejor amigo me dice muppet y amo las pelis de terror, me gusta el color naranja y soy un romántico──dijo riendo ante lo último. Max sonrió.

──Okey, mi turno. Soy Max Emilian Verstappen, no tengo muchos amigos que digamos, por no decir ninguno, solo Checo y Daniel, creo que ya los conoces, y me gustan los autos, mi color favorito es el azul──Había dicho todo eso muy rápido, ambos sorprendidos de poder entenderse.  Ambos se miraron, mezclando su mirada con la del otro, después de un par de risas supieron que esa noche, y los días que seguían, serían algo bueno para ambos.

Después de la cena, se acomodaron en el sofá con una película de fondo. No hablaban mucho, pero la comodidad de su compañía era suficiente. Lando apoyó su cabeza en el hombro de Max, quien instintivamente rodeó al menor con un brazo, atrayéndolo más cerca. Los corazones de ambos latían más rápido, pero había una sensación de paz en ese momento compartido, la calidad que sus cuerpos transmitían borraron todo rastro de frío.

──Lando, gracias por esta noche. Ha sido especial──murmuró Max, rompiendo el silencio con una voz suave pero profunda y gruesa, sin duda le erizó el cuerpo al menor. Observaban sus labios, ambos queriendo probar los del contrario, y lo hicieron fundiéndose en un suave y casto beso.

 Observaban sus labios, ambos queriendo probar los del contrario, y lo hicieron fundiéndose en un suave y casto beso

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𝑌𝑜𝑢 𝐺𝑒𝑡 𝑀𝑒 𝑆𝑜 𝐻𝑖𝑔ℎ - 𝐵𝑦 𝐴𝑛𝑑𝑟𝑒́𝑠 || ᴄʜᴀʀʟᴏsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora