𝑌𝑜𝑢 𝐺𝑒𝑡 𝑀𝑒 𝑆𝑜 𝐻𝑖𝑔ℎ - 𝐵𝑦 𝐴𝑛𝑑𝑟𝑒́𝑠 || ᴄʜᴀʀʟᴏs

capítulo 16

Capítulo 16

La luz le llegó a la cara, comenzando a despertarse. Sentía su ropa aún húmeda, pero al menos ya no tan mojada como antes de quedarse dormido. Subió a prepararse el desayuno y, al notar la ausencia de su mejor amigo, se preparó algo sencillo. Desayunó con toda la calma posible mientras su cabeza empezaba a doler nuevamente, consciente de que la causa fue haberse mojado tanto el día anterior. Sin embargo, al analizarlo bien, se daba cuenta de que valió la pena resfriarse, porque había llegado a la casa de Charles y este lo había besado. Con solo pasarse la lengua o los dedos por los labios, recordaba los de Charles sobre los propios y comenzaba a delirar. Lo había besado tan perfectamente que hasta le dolía haberse separado, aunque fue Charles quien lo hizo. Se ponía a imaginar qué hubiera pasado si no los hubiera interrumpido el estúpido clima; quizá seguiría besando a Charles.

Le había encantado la manera dominante con la que Charles lo recargó contra la pared con predeterminada fuerza, cómo tomó su rostro algo firme pero suavemente, y por último, su parte favorita: cómo lo había besado, tan lento, suave, tierno, apasionado, perfecto. Fue lo mejor que le había pasado en meses.

Se apoderó del sofá y encendió el televisor. Podía oír el sonido de la lluvia. Ya no hacía tanto frío como el día anterior, pero seguía lloviendo intensamente. Buscaba algo que ver en la televisión, pero nada era de su agrado. Obviamente, no quería ver nada; solo no sabía qué hacer. Su celular brilló dentro de su bolsillo y, segundos después, comenzó a vibrar.

"Carlos, necesito hablar contigo. ¿Puedes o quieres?"

Leyó el mensaje unas tres veces y se puso a pensar. Era obvio que Charles le hablaría sobre el beso. Bueno, quizá se disculparía, o en una mejor situación, lo volvería a besar. Oh, Dios, quería que eso pasara otra vez. Se recató y se ocupó de responder el mensaje lo más coherentemente posible.

"De acuerdo, es solo que no puedo salir, estoy enfermo xx"

Se lo envió, deseando que le dijera que mejor no, así podrían postergarlo y no verlo. Le avergonzaba, pero más que avergonzar, le dolía.

"Puedo ir a tu casa, si no te molesta" Carlos suspiró al leerlo. Respondió solo con un "Sí" y un emoticón. Charles le dijo que en diez minutos estaría por ahí. Rápidamente corrió al espejo a verse: tenía ojeras, su aspecto demacrado y estaba un poco más pálido. Estaba enfermo y sus ojos algo rojos. Se lavó la cara, pero igual se veía enfermo y ese aspecto demacrado no se iría hasta estar completamente sano. Escuchó el timbre de la casa y supo que ya estaba ahí. Se apresuró hasta la puerta.

Abrió la puerta dejando ver a Charles con los cabellos algo húmedos y la mirada concentrada en Carlos. No podía verse más lindo. Lo miró de arriba a abajo y se ruborizó un poco, recordando "otra vez" aquel beso. No creía poder superarlo. No sería capaz.

──Pasa── murmuró. Charles le hizo caso y caminó hacia la sala, seguido por Carlos.

── Bien, ¿Sobre qué quieres hablar? ── preguntó Carlos, sentándose en el sofá. Charles repitió su acción, girando levemente sobre el sofá para verlo de frente.

── Bueno, no es fácil para mí. Bueno, yo... ── Charles tartamudeaba adorablemente. Carlos deseaba por un momento poder abrazarlo, porque ver a Charles así era malditamente tierno.── Bien, ayer en mi casa, hice algo que no debí hacer. Yo no debí, estuvo mal ── murmuraba, viendo al suelo con los ojos algo cristalizados, o eso era como Carlos lo veía.

── Charles, no tienes que disculparte, ¿bien? ── dijo Carlos, tratando de calmar las cosas, tratando de que Charles no se arrepintiera de haberlo besado el otro día en su casa.

── Claro que debo disculparme. Yo no tuve que haber hecho eso, tú, ¿qué pensarás de mí? ── le dijo, bajando la vista a sus dedos. Carlos suspiró y se atrevió a acariciar con suavidad y dulzura el hombro del menor.

── Mírame ── le pidió Carlos. Charles lo obedeció.── No necesitas disculparte, porque, bueno, eso no fue algo malo para mí ── dijo, mirando aún a Charles.

── ¿Todo bien, entonces? ── preguntó Charles, tratando de sonreír; solo logró una mueca.

── Nada estuvo mal nunca, Charles ── le dijo.

── Gracias por entender ── le susurró. Pero Carlos no resistía; tenía una leve presión en su pecho, pensando que Charles seguía totalmente arrepentido de haberlo besado esa tarde, algo completamente diferente a él, a lo que sentía. Obviamente, no estaba arrepentido, más bien agradecido.

── Charles, ahora yo necesito preguntarte algo a ti ── dijo Carlos, viendo cómo Charles ahora ya sonreía un poco más.

── Dime ── respondió el castaño, mirándolo a los ojos. Tenía que preguntarle; esa duda seguía presente, eso que Alex le había dicho y que él deseaba saber, deseaba más que nada saberlo.

── Bien, yo te oí hablar con Alex en la fiesta. No fue mi intención espiarlos ni nada, solo te buscaba y los vi. Él te dijo algo, yo necesito saber qué es. ¿Recuerdas ese día que hablamos sobre la sinceridad? Yo te dije que sería sincero contigo para considerarme tu amigo, tú me dijiste lo mismo. Ahora necesito que lo apliques y me lo digas. ¿Por qué no puedes querer estar con chicas? ¿Qué es lo que todos dicen sobre ti? ── Charles se congeló. Odiaba hablar de su pasado, quizá no tanto como Carlos odiaba hablar del suyo, pero no quería hacerlo. No podía estar listo para hacerlo, pero maldita sea, era Carlos quien se lo estaba pidiendo y no podía negarle algo al mayor, solo no podía. Sabía que tenía que decirle, porque si Carlos se lo pedía, él básicamente lo haría. Era raro, pero esa era su amistad con él, una que valoraba mucho, pero dudaba un poco con el tema del beso. Mierda, ahora debía decirle todo.

── ¿Quieres saberlo realmente? ── preguntó Charles, aclarando su garganta. Carlos lo miró fijo durante unos instantes. Sí, sí quería saberlo.

── Realmente quiero saber todo sobre ti ── Charles se ruborizó. Debía decirle; él se lo pedía.

── Bien, no me encanta hablar sobre esto, pero es necesario. Quiero tu comprensión ── murmuró. Carlos asintió y se acomodó mejor en el sillón.── Esto será largo ── susurró Charles.

── Tengo toda una vida para escucharte ── musitó Carlos antes de mirarlo fijamente, dándole a entender que fuese lo que fuese, estaría para él, porque quería estar ahí, para Charles.