Carlos está atrapado en el mundo de las drogas, sintiéndose incapaz de escapar de su adicción. Su vida cambia cuando conoce a Charles, un chico monegasco que vivio toda su vida en Francia y por problemas regresó a Mónaco. A través de su amor, Charle...
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Capítulo 22
Deseaba que la semana se pasara volando, quería que llegara el sábado, "Sábado de cita con Charles" había marcado en su celular y lo leía a cada segundo para asegurarse de que era real, asegurarse que no estaba soñando o algo así. Iba a salir con Charles Leclerc, no podía esperar, estaba nervioso, ansioso y Lando había notado su comportamiento.
El britanico le había estado preguntando qué le pasaba que llegaba tan sonriente y estaba algo desesperado con que los días pasaran rápido, Carlos no quería contarle, pero entonces recordó que Lando le había contado sobre un tal Max que le gustaba demasiado, a si que creyó justo que él le contará sobre su situación con el monegasco, igual eran mejores amigos, y enserio quería gritarle a todo el mundo que tenía una cita con Charles Leclerc.
──Bien, ¿Quieres saber?, está bien, tengo una cita con Charles el sábado, ¿Feliz?──El menor solo le sonrió alegre y le dio un abrazo efusivo.
──Me alegro por ti, enserio que me alegro, Carlos──El mayor le devolvió la sonrisa y lo abrazo con la misma intensidad.
──Siento que quiero llorar Muppet──le respondió──En serio que no puedo esperar al sábado── continuó, dios si que estaba esperanzado. Hacia mas de 6 meses que no tenia una cita, o sexo o algo, y de verdad que el menor le gustaba, le gustaba tanto que no le importaría absolutamente nada si solo se quedaban en medio de la nada, no le importaba el lugar ni la hora. Solo quería estar con él, porque Charles lo hacía feliz.
Martes, miércoles, jueves, viernes, esos días pasaron algo lentos a la percepción de Carlos, pero le valía igualmente, ya habían pasado. Era sábado por la mañana y era obvio que sus nervios comenzaron a hacerse evidentes conforme pasaban las horas. Quería que fueran las 5 y que Charles llegase y se fueran los dos, solo ellos. Lando bromeaba acerca de ello diciendo que no iba a ser su boda, solo sería una cita. Carlos solo supo ponerse más nervioso, pero quería que Charles llegará ya, a su puerta.
5:00 Pm y el mayor estaba en el balcón como acostumbraba, el viento movía su cabello y el humo del cigarrillo se dispersaba conforme el viento era más fuerte, solo cerraba los ojos imaginando al monegasco tras de él agarrándolo de la cintura mientras repartía besos por su cuello, sería tan feliz si eso le pasara, ya no se veía asustado por imaginarse así con el menor, porque estaba asimilando que estaba enamorado, se estaba enamorando de un chico, y era tan feliz pensando esas incoherencias que antes se reprimía, pero ahora solo espera el momento de ser correspondido por Charles. Al parecer iba por buen camino.
Apenas fue consciente del sonido del timbre, dirigió su vista hacia abajo encontrándose con el auto del menor estacionado frente a su casa, bueno la casa de Lando. Escucho como alguien le abría la puerta que al parecer Lando lo atendió, corrió hasta llegar junto a Lando, suspiro y se vio inmerso en la mirada color verde de Charles, una mirada que podría hacer sonreír hasta al más infeliz, porque esa mirada lo atrapó, lo atrapó desde un principio y no podía negarse nada el mismo, eran los ojos más lindos que había visto. Sonrió.
