Capítulo 5

135 10 0
                                    

Capítulo 5

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 5


Era ya viernes y Carlos no había probado una gota de alcohol, pero la bebida no era un gran problema para el, quien ciertamente extrañaba beber, pero su problema realmente era la marihuana, esa debía consumirla almenas una vez cada dos días o si no, no dormía en paz, ese era el gran problema, si no la consumía le llegaba una gran ansiedad, a veces solía ponerse violento, hacia semanas que no se ponía violento, pero la ansiedad no se iba de su cuerpo y su mente, terminaba rindiéndose y probándola de nuevo, no quería y se había prometido a si mismo dejarla por completo, pero esas eran solo palabras, no podía controlarlo, fumaba y después se arrepentía, se miraba al espejo y se maldecía una y otra vez, por ser tan idiota y dejarse llevar por la maldita adicción.

“Solo quiero acabar con esta auto destrucción”

Había salido a caminar aquella tarde, Lando no estaba en casa y no veía motivos para estar el solo en una casa que no era suya, por lo tanto él prefería caminar por la calle, a pesar de estar un poco drogado aun, porque había fumado marihuana hacía apenas un par de horas, podía caminar bien, oír bien y hablar bien, pero seguía teniendo esa sensación de estar volando y sus ojos estaban más rojos de lo habitual, pero podía con eso y verdaderamente le valía, él se sentía bien, por esos minutos, luego se arrepentiría y lamentaría haber fumado, lloraría un rato y después todo se repetiría.

El clima era agradable a pesar de estar a mediados de febrero, finales de invierno, no se preocupo mucho y dejaba que el viento golpease su cara con una suave brisa que, lo dejaba sentir un poco, la vida en sí, se había puesto a pensar, que su vida era una completa mierda, y hacía mucho que no se tomaba unos minutos para sentir el viento en su cara y relajarse, se preocupaba más por las drogas y la bebida que en cosas tan simples pero hermosas de la vida, no se percató de la hora ni nada, solo sentía el viento, de repente se hizo presente el frió que a ese mes del año correspondía, metió ambas manos en los bolsillos de sus pantalones y por fin, sintió que se relajaba y raramente sintió las ganas de correr, así que no lo dudó y corrió, corrió como si fuese perseguido por la policía y rió irónico ante esos pensamientos, pensaba que lo había hecho en anteriores ocasiones, pero ya no mas, ahora lo hacía porque quería, no porque debía escapar de la ley. Quizá si alguien lo miraba creería que estaba loco, y pensándolo bien no estaban en sus cabales, no le importaba, realmente lo hacía sentir mucho mejor y bien que lo recordó, la droga le daba energía, por eso esas inmensas ganas de correr se había apoderado de él, rió un poco y paro de correr, deteniéndose en la esquina de la calle principal, cerca de un callejón hasta que lo escucho... "ayuda", había escuchado claramente y cuando volteo la vista, hacia el callejón, se percató de que si había alguien gritando ayuda, y no miro quien era, solo se acercó al lugar, y así pudo observar, cómo dos sujetos tenían acorralado a alguien, pudo ver que era un chico, así que se acercó más y sin que los sujetos se dieran cuenta, los atacó por detrás, golpeando la cabeza

de uno de los agresores, rápido el segundo agresor reaccionó, volteando y lanzándole un golpe al madrileño, pero este logro esquivarlo y golpeó la cabeza del segundo sujeto, dejándolo inconsciente, sentía como la adrenalina corría dentro de sí, quizá estar drogado no era tan malo, observó a ambos hombres, estaban en el suelo, los había dejado inconscientes.

—¿Estás bien?—preguntó el moreno agitado, mirando al chico que habían golpeado.

—Si, ahora si—escucho su voz y levantó rápido la vista, y ahí estaba el—Gracias...Calos— Dijo Charles también algo agitado, bajo su cabeza levemente con un sonrojo en sus mejillas.

Carlos rio internamente por como el menor había pronunciado su nombre. Le parecía tan adorable.

—Ellos te querían robar, o algo..? —Pregunto el mayor, Charles asintió.

—Caminaba por aquí, regresando del instituto y me tomaron por sorpresa—confesó—me acorralaron y solo pude gritar—continuó el menor.

—Pero ahora estás bien no? —Carlos volvió a preguntar, el menor asintió y le sonrió levemente.

—Gracias, si no hubieras aparecido me hubieran robado todo—hablo dedicándole una cálida mirada a Carlos.

—No fue nada—repuso.

—Ah, por cierto, soy Charles—le dijo el castaño, dándole la mano, Carlos la tomó algo dudoso, pero la estrechó con firmeza, sosteniéndola más de lo debido.

—Lo sé—Respondió el mayor

—Ah si? —preguntó Charles, sonriendo picaramente.

—Tu café, decía tu nombre—le confesó bajando la vista, Charles asintió.

—Creo que deberíamos salir de este callejón, me da algo de escalofríos—dijo caminando, siendo seguido por el mayor.

Habían abandonado el callejón, ahora yacían de pie, bajo la sombra de un árbol. Carlos se dedicaba a mirar y a poner atención sobre lo que Charles hablaba, prácticamente eran cosas simples, como el clima o lo bonita que era la ciudad y habían comenzado a hablar de esas cosas porque extrañamente, Carlos estaba algo callado, retraído, nervioso, algo sumamente inusual en él, así que el menor tuvo que darle rienda a la conversación, sacando pobres temas comunes, pero su platica, algo normal fue interrumpida bruscamente, por el celular del castaño, que sonó un par de veces, Charles se contuvo y evitó contestar a la primera vez que sonó, pero Carlos le dedicó una mirada compasiva, haciéndole saber que si contestaba a él no le importaría, lo cual era raro, pues recién se conocían, pero Charles deseaba hablar un poco más con él, no quería repetir lo del café, había sido muy habitual y mundano, había sido simple y se había quedado con las ganas de hablar un poco mas con ese sujeto, al parecer, que lo hubiese salvado de ser asaltado, era un excelente tema, pero ninguno de los dos sabía conllevarlo.

—Me tengo que ir— había dicho el monegasco rápidamente, le dedicó una mirada a Carlos y este se la sostuvo, quiso formar una sonrisa, pero le fue tan difícil que solo logró una mueca, Charles sonrió tímidamente y le dio la mano— Gracias, te debo una—dijo con gratitud en su voz.

—No me debes nada— respondió Carlos algo alagado.

— Insisto, noqueaste bien a esos dos, algo debo de hacer por ti— le dijo sonriendo levemente y Carlos lo miró.

—Bien, lo pensaré— replicó— me lo pensaré y te lo hago saber, bien?

Charles sonrió y asintió. 

—Todo menos dinero— le dijo riendo levemente, Carlos asintió, sonriendo levemente y le dijo adiós con la mano, Charles giró sobre sus pies, se dio la vuelta y caminó de regreso hacia su casa, Carlos lo observo, hasta que se perdió en el atardecer y soltó un suspiro, ahora tenia un favor, un "deseo" que podría pedirle a ese chico, suponía que como había "salvado su vida", debían ser ahora "amigos'? a Carlos no le parecía mala la idea, si no todo lo contrario, ese chico parecía agradable, era algo tímido, pero parecía un sujeto inteligente y tierno, no paraba de sonreírle y eso lo había puesto algo nervioso, no incomodo, si no nervioso, pero a gusto.

“Tienes algo que me encanta, pero no se que es”

Pensó, para luego girar el mismo y regresar a casa de su mejor amigo.

Pensó, para luego girar el mismo y regresar a casa de su mejor amigo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝑌𝑜𝑢 𝐺𝑒𝑡 𝑀𝑒 𝑆𝑜 𝐻𝑖𝑔ℎ - 𝐵𝑦 𝐴𝑛𝑑𝑟𝑒́𝑠 || ᴄʜᴀʀʟᴏsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora