capítulo 15

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Capítulo 15

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Capítulo 15

Aún no abría los ojos, pero era consciente de que Charles seguía acariciándolo como hace unos segundos, sus dedos pasaban suavemente por toda la cara de Carlos como si quisieran grabar a fuego cada rasgo del rostro del mayor. No habían dicho nada; era silencio, un silencio sepulcral, pero no incómodo; más bien era un silencio necesario. Carlos no sabía cómo había llegado al punto de estar tan íntimamente cómodo con Charles, pero las palabras no eran necesarias; sólo sus respiraciones y el sonido de la lluvia llenaban la habitación, que estaba algo oscura debido al día nublado y frío. Sin embargo, dentro de Carlos, todo estaba ardiendo.

Cuando pensó que nada podía estar más cálido dentro de él, lo que no imaginó que pasaría nunca, ocurrió. De repente, todo el calor se concentró en su rostro; abrió los ojos por la sorpresa. Los brazos de Charles lo sujetaron y lo obligaron a recargarse contra la pared de la sala de este. No sabía por qué, pero cuando creyó que eso sería lo más interesante de todo, se equivocó rotundamente: besos. Se había olvidado de cómo algo tan simple podía afectarlo tanto.

Los labios de Charles se unieron a los suyos como si fueran imanes, en un toque efusivo y necesario. Los ojos de Carlos permanecían abiertos por la sorpresa del fugaz y algo dominante beso, pero por dentro se sentía completamente débil, complacido plenamente porque esos labios lo tocaban, probando toda su boca. Se obligó a cerrar los ojos ante el perfecto roce; apenas los labios de Charles tocaban los suyos como si quisieran estar ahí para siempre, se obligó mentalmente a seguir el beso. En cuanto los labios de Charles se movieron sobre los suyos, supo lo que era tocar el cielo con las manos. No, no estaba bien; no podía sentirse tan bien, de hecho, se sentía excelente. Las manos del  monegasco acariciaban su mejilla como hacían unos segundos antes de que lo besara. ¿Por qué lo estaba besando? Esa era la única pregunta que tenía en mente, pero a la mierda las preguntas: lo estaba besando y se sentía demasiado bien, cálido, perfecto.

El sonido estruendoso de un trueno interrumpió su perfecto toque; Charles se separó de Carlos rápidamente y este se obligó a abrir los ojos. Se vio inmerso en la profunda mirada de Charles y suspiró. "¿Por qué?" era todo lo que pensaba.

—Yo...—dijo Charles tartamudeando, sin mirar a Carlos a los ojos. ¿Le molestaba lo que acababa de hacer? A Carlos no.

—Charles, creo que...

—Te llevo a casa; te enfermarás—lo interrumpió Charles, tomando las llaves de su auto.

—Bien—respondió Carlos, bufando levemente.

Subieron al auto de Charles; el silencio que reinaba, en esta ocasión, sí era incómodo. Bueno, la palabra "incómodo" le quedaba demasiado corta a lo que se sentía entre ellos en ese preciso momento. Carlos tosió y Charles lo miró.

─ No debiste mojarte así ─le dijo Charles, y Carlos casi saltó de su asiento al notar que Charles le volvía a dirigir la palabra.

─ No tenía previsto que lloviera. Igual, gracias por dejarme "refugiar en tu casa" ─dijo Carlos, y el camino hacia la casa fue en total silencio.

Bajaron del auto y seguía lloviendo como nunca. Carlos corrió hasta llegar a la puerta de la casa de Lando y Charles lo siguió.

—Gracias por traerme, supongo—dijo Carlos, sacando la llave de la casa. Charles lo miró.

—Perdón—dijo Charles de repente.

—Charles, no lo sientas, yo...

—No, fue mi culpa. Lo lamento, en serio—dijo por último antes de correr hacia su auto, dejando a Carlos con la palabra en la boca. ¿Estaba arrepentido Charles de haberlo besado? Mierda. Entró a la casa aún mojado. Lando lo miró expectante y sorprendido.

—¿Dónde demonios estabas, Sainz? Veo que te mojaste demasiado—le dijo, corriendo a su lado y pasándole una taza de café, la segunda del día.

—Estoy bien ─dijo Carlos secamente.—Iré al sótano—añadió fríamente y caminó escaleras abajo con el ceño fruncido.

Estaba helado por fuera, pero por dentro, estaba congelado. Le dolía, claro que sí; le dolía pensar que Charles lo había besado solo por error. Eso le dolía en lo más profundo de sí mismo; su cabeza daba vueltas.

—Maldición...—susurró antes de acurrucarse en el sofá y quedarse dormido.

Es un capítulo corto, y casi no dejó notas al final de cada cap, solo quería decirles que pueden seguirme en tik Tok donde dejaré pequeñas ediciones mias y algunas promociones de algunas historias

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Usertt: @aeandrexx

Gracias por leer los quiero ❤

𝑌𝑜𝑢 𝐺𝑒𝑡 𝑀𝑒 𝑆𝑜 𝐻𝑖𝑔ℎ - 𝐵𝑦 𝐴𝑛𝑑𝑟𝑒́𝑠 || ᴄʜᴀʀʟᴏsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora