Deseando dejar atrás las peleas constantes, Gohan quiere retomar sus estudios y sueña con convertirse en un gran científico, siguiendo la pasión por el conocimiento que siempre ha tenido. Sin embargo, su sangre Saiyajin lo impulsa a seguir entrenand...
En una noche oscura y tormentosa, una figura elegante y sombría huía a través de la ciudad. Vestida con un traje ajustado que acentuaba su agilidad, sus movimientos eran rápidos y precisos, buscando escapar de la inminente captura. Su cabello oscuro se movía con el viento mientras trataba de esquivar a los héroes que la perseguían.
Entre ellos, un imponente héroe con un traje de combate rojo y una capa de llamas se destacaba. Con cada movimiento que hacía, el aire se calentaba, y sus ataques de fuego se lanzaban con precisión y furia. Sin embargo, a pesar de su determinación y habilidad, la figura sombría parecía siempre estar un paso adelante.
De repente, un ataque devastador dejó a la figura de fuego inmovilizado en el suelo, con su cuerpo al borde de la inconsciencia. Los otros héroes, sorprendidos por la repentina oleada de energía, no tardaron en ser derrotados uno por uno. De entre las sombras surgió una pequeña silueta, que sin esfuerzo aparente derroto a los héroes y se llevo a la figura aún consciente, dejando el lugar en un silencio inquietante. ---
La chica de repente despertó, miro a su alrededor viendo lo que era una casa un poco minimalista, después vio que estaba acostada en un sillón y finalmente sus ojos se posaron en la pequeña silueta que estaba vigilandola.
La figura, envuelta en una aura tranquila pero poderosa, se acercó a ella. Sus ojos se posaron en el rostro de la Chica mientras la depositaba suavemente en el suelo.
Niño: Lo siento si te he asustado. No estaba seguro de quién estaba en peligro, pero parecías estar en una situación crítica.
La Chica, comenzando a recobrar el sentido, abrió los ojos lentamente y miró al niño no mayor a 5 años con sorpresa y confusión.
Chica: ¿Quién eres? ¿Por qué me has salvado? No te debo nada...
El Niño se inclinó ligeramente, mostrando una mezcla de respeto y amabilidad.
Niño: No me debes nada. Mi nombre es Gohan. No sé quién eres ni qué te ha llevado a estar en esa situación, pero creí que era mi deber intervenir cuando vi que alguien estaba en peligro. ¿Estás bien? ¿Necesitas alguna ayuda?
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La chica, aún aturdida, se incorporó lentamente y observó a Gohan con una mezcla de gratitud y escepticismo.
Chica: Me llamo Kaina, y si, estoy bien, gracias a ti. No esperaba que alguien viniera en mi ayuda. ¿Por qué te importa lo que me pase?
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