"Guerrero Entre Héroes" (Gohan del Futuro En My Hero Academia Remake)

Deku "Protector" Pt. 1

La luna brillaba intensamente en el cielo, iluminando la habitación de Izuku con una luz plateada. Mientras se ajustaba su nuevo traje, sentía una mezcla de emoción y nerviosismo. Había pasado semanas entrenando su Ki, una habilidad que le había dado un nuevo sentido de poder y confianza.

Al terminar de vestirse, se sentó en su escritorio y tomó una hoja en blanco. Con cada trazo, plasmaba sus pensamientos en la carta. Era un mensaje para sus amigos y compañeros, una despedida que esperaba no necesitar. Sabía que los días que se avecinaban podrían ser peligrosas, pero su resolución era más fuerte que nunca. Después de dejar la carta sobre la mesa, revisó su libreta una última vez. Contenía notas de su entrenamiento y estrategias para enfrentar a los villanos, pero en ese momento, se sintió abrumado. Con un suspiro, la arrojó a la basura. Sentía que estaba listo para actuar.

Izuku se acercó a la ventana y se asomó al exterior. La ciudad, iluminada por luces titilantes, parecía un mar de oportunidades y peligros. Se sintió más decidido que nunca. Sin más dilaciones, se deslizó por la ventana, dejando atrás la seguridad de su hogar.

Al aterrizar en el callejón, un aire fresco le golpeó el rostro. Estaba solo, pero eso no lo intimidaba. Sabía que su fuerza y su determinación eran suficientes para enfrentar lo que fuera que la noche le presentara. Sin equipo, sin ayuda, solo su instinto de héroe, Izuku comenzó su camino hacia la ciudad.

A medida que se adentraba en las sombras, su mente se llenaba de pensamientos sobre lo que podría encontrar. Villanos y grupos criminales acechaban en cada esquina, pero eso solo avivaba su deseo de proteger a los inocentes. Con cada paso, sentía cómo el Ki fluía a su alrededor, aumentando su confianza.

Mientras caminaba, recordó las palabras de Gohan:

“El verdadero poder no proviene solo de la fuerza física, sino de la voluntad de proteger a aquellos que no pueden protegerse a sí mismos”.

Con ese mantra resonando en su mente, se dirigió a las calles donde sabía que la actividad criminal era más intensa.

De repente, un grito desgarrador resonó en la noche. Sin pensarlo dos veces, Izuku corrió hacia la dirección del sonido, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Esta era su oportunidad de demostrar que no solo era un estudiante de héroe, sino un verdadero protector.

El sonido del grito aún resonaba en los oídos de Izuku mientras corría por las calles desiertas. Al girar en una esquina, finalmente vio la escena: un grupo de criminales rodeaba a varios civiles, sus rostros llenos de miedo y desesperación. Al otro lado, dos héroes profesionales discutían acaloradamente sobre quién se llevaría el crédito por el rescate. Izuku frunció el ceño al ver la falta de profesionalismo en aquellos que deberían ser un símbolo de esperanza.

Sin esperar ni un segundo más, se lanzó al ataque. El flujo de Ki en su cuerpo era constante, controlado. La energía se canalizaba con precisión en cada movimiento. En cuestión de segundos, los criminales quedaron fuera de combate: uno tras otro salió disparado hacia los muros cercanos con la fuerza abrumadora de los golpes de Izuku. No necesitó más que un solo impacto por cada enemigo. Los cuerpos inconscientes cayeron pesadamente al suelo mientras el polvo se asentaba.

Izuku observó brevemente sus propias manos. Había entrenado sin descanso para llegar a este punto, pero aún así, la facilidad con la que había derrotado a esos criminales lo sorprendió. Sintió el poder fluir por su cuerpo con una naturalidad que nunca antes había experimentado, como si al fin estuviera abrazando su verdadero potencial.

Los dos héroes seguían enfrascados en su inútil discusión, completamente ajenos a lo que acababa de ocurrir a escasos metros de ellos. Izuku soltó un suspiro, ignorándolos por completo, y se acercó rápidamente a los civiles que aún estaban en shock por lo sucedido. Sin embargo, en cuanto él se aproximó, los rostros de los sobrevivientes mostraron algo más que sorpresa: miedo y desconfianza.