Deseando dejar atrás las peleas constantes, Gohan quiere retomar sus estudios y sueña con convertirse en un gran científico, siguiendo la pasión por el conocimiento que siempre ha tenido. Sin embargo, su sangre Saiyajin lo impulsa a seguir entrenand...
En un callejón oscuro, Shigaraki jadeaba pesadamente, recostado contra una pared húmeda mientras su regeneración trataba de reparar las brutales heridas que Gohan le había infligido. Aunque su cuerpo estaba en proceso de sanación, la regeneración parecía mucho más lenta de lo normal, y cada movimiento le causaba un dolor punzante. Su cuerpo temblaba, no solo por las heridas físicas, sino por el eco de la voz que resonaba en su cabeza.
"Siempre fuiste débil..."
Susurraba una voz infantil, implacable, sin darle tregua.
"Nunca fuiste suficiente."
Shigaraki apretó los dientes, las manos temblorosas acariciando el aire, como si intentara aplastar esa voz, pero era inútil. Las palabras persistían, horadando su ya fracturada mente. Sus ojos, llenos de furia y humillación, brillaban débilmente en la penumbra. Quería destruir algo, cualquier cosa, pero en ese momento era prisionero de su propio cuerpo y mente.
Mientras tanto, en una instalación secreta en algún lugar lejano, una cápsula cilíndrica comenzó a emitir un pitido, acompañado de una vibración creciente. De repente, el vidrio de la cápsula se abrió, liberando una neblina fría al aire. De entre la bruma emergió All For One, su cuerpo irradiando una extraña y maligna aura púrpura. Sus ojos, llenos de determinación y un brillo malévolo, se abrieron lentamente. A cada paso que daba fuera de la cápsula, la energía púrpura crepitaba a su alrededor, cargada con un poder oscuro que hacía vibrar el suelo a su paso.
AFO: Ha llegado el momento... *Susurró con una sonrisa que reflejaba su nuevo poder*
Pero el peligro no se limitaba a Shigaraki y All For One. En otro lugar, en una antigua y desolada instalación industrial, algo igualmente siniestro estaba ocurriendo. Un traje dorado, desgastado y cubierto de polvo, yacía olvidado en un rincón oscuro. El traje, en su estado casi esquelético, comenzó a emitir un ligero parpadeo, como si algo lo estuviera habitando de nuevo. De repente, una esencia oscura y espesa empezó a filtrarse en el traje, llenándolo con una energía maligna. Los ojos vacíos del traje se encendieron, y sus miembros comenzaron a moverse lentamente, como si estuviera tomando vida propia.
En medio de su sufrimiento, Shigaraki fue arrastrado a los rincones más profundos de su mente. Su cuerpo apenas respondía mientras las heridas de la pelea con Gohan intentaban sanar a una velocidad insuficiente para su desesperación. Cada golpe recibido resonaba en su memoria, cada derrota, cada humillación... pero ahora, algo más sucedía. Sus recuerdos comenzaban a desvanecerse, como si alguien estuviera arrancando partes de su ser.
Primero, la brutalidad con la que Gohan lo había aplastado, seguido de su ascenso a líder tras la derrota de Re-Destro. Luego, los tiempos con su Liga, las traiciones, las alianzas rotas. Vio la traición a Toga, su expulsión, y la primera vez que se encontró con Gohan, aquel enfrentamiento que le demostró que estaba muy lejos del poder que necesitaba. La impotencia lo inundó mientras recordaba el horror de haber matado a su familia, el momento que lo definió, y lentamente, sintió como incluso ese recuerdo comenzaba a disolverse en el vacío.
Pero entonces, algo más surgió. Shigaraki dejó de sentir. Su cuerpo se estremeció y su conciencia fue reemplazada por una nueva entidad que se alzaba en la oscuridad.
Con una risa maliciosa que resonaba en el vacío de su mente, la entidad habló.
Evan: Finalmente, has caído lo suficiente... Eres débil, un mero recipiente para lo que realmente importa. Ahora... yo tomo el control.
El cuerpo de Shigaraki tembló violentamente mientras aquella energía oscura lo invadía por completo. Un ser antiguo y corrompido que había permanecido oculto hasta ahora, alimentándose de la creciente desesperación, el caos y el sufrimiento de su huésped.
Esta entidad, una amalgama de odio y resentimiento puro, comenzó a moldear a Shigaraki a su antojo. Su regeneración se ralentizó aún más, pero la energía oscura reparaba lo que su Quirk ya no podía. El rostro de Shigaraki, antes lleno de furia, ahora mostraba una calma espeluznante.
Evan: Este cuerpo... es mío ahora -Susurró la nueva entidad- Tú, Tomura, ya no tienes lugar aquí.
Mientras tanto, en otro lugar del mundo, una cápsula sellada en las profundidades comenzó a abrirse con un siseo mecánico. El cuerpo de All For One se liberó lentamente, irradiando una energía púrpura que chisporroteaba a su alrededor. Un Poder que su padre siempre le puso a Prueba, habiendolo hecho sufrir antes de que siquiera pudiera caminar. Sin embargo, sintió algo un poco... Familiar, la presencia de su Hermano volvió a ser presente.
AFO: Interesante... -Murmuró con su sonrisa torcida curvándose aún más- Parece que Evan volvió.
Lejos de ahí, el metal oxidado emitía crujidos al moverse, aunque con gran dificultad. Sin embargo, a pesar de las décadas de abandono, una esencia oscura y retorcida se manifestaba dentro de él. No era un poder tan inmenso como el de Gohan o el de la entidad que ahora controlaba a Shigaraki, pero era suficiente. Suficiente para una cosa: la venganza.
"Mi cuerpo... está destrozado..."
Murmuró con su voz resonando con un eco espectral.
"Pero tengo el poder suficiente... para eliminar a mi primogénito"
El viejo traje avanzaba lentamente, arrastrando sus pies metálicos mientras el mundo se preparaba para un enfrentamiento en el que múltiples fuerzas oscuras, antiguas y nuevas, comenzaban a alinearse en un conflicto inevitable.
Los tres seres, cada uno envuelto en su propia oscuridad, comenzaban a entrelazar sus pensamientos con una claridad perversa, sus deseos de venganza convergiendo en una misma dirección. La entidad que ahora controlaba a Shigaraki: Evan, sentía un odio profundo, no solo por la figura de su Hermano a quien veía como un traidor, sino también por una presencia más oscura y antigua: Su padre. Esta criatura, reencarnada en el cuerpo del líder villano, no descansaría hasta que ambos estuvieran Muertos.
Por su parte, All For One se encontraba consumido por su deseo de superar a su propio padre. Eliminarlo demostraria que él era el verdadero heredero de todo el poder. En su mente, Evan era apenas un obstáculo, un eco lejano de un alma que alguna vez fue su hermano.
En otro lugar, el Traje, debilitado por años de encierro, luchaba con cada movimiento de su cuerpo decrépito. Su mente, sin embargo, seguía afilada, y su único pensamiento estaba en eliminar a su primogénito, Michael, antes de que este pudiera terminar lo que había comenzado hace años cuando empezó con su propio hermano.
Pero antes de que pudieran realizar sus respectivos planes de destrucción familiar, algo más surgió en sus mentes. Un enemigo en común.
El brillo púrpura, aunque originado por emociones diferentes, comenzó a arder en los ojos de los tres. "Shigaraki/Evan" lo veía como una representación de sus miedos y terrores más profundos, un ser que había aplastado su voluntad y destrozado su cuerpo. All For One, consumido por el sufrimiento, lo percibía como una barrera insuperable que debía ser derribada para cumplir su destino. Mientras que él, en su dolorosa agonía, veía su ansiada venganza contra su primogénito.
Más sin en cambio, los tres sabían que, para avanzar en sus respectivos planes, primero tenían que eliminar al hombre que había destrozado sus cuerpos y mentes de formas que nunca antes habían experimentado.
Los miembros de la familia estaban destinados a reunirse una vez más, pero no por alianzas ni por lazos de sangre. El único motivo de su inminente colisión sería destruir a un enemigo en común: Son Gohan.
Fin Cap Extra ==================================== Ay wey.
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