Gohan estaba recostado en su cama, sosteniendo una bolsa de hielo sobre su cabeza para calmar el dolor del enorme chichón que se había formado tras el castigo de las chicas. A su lado, Toru estaba sentada con una expresión concentrada, colocando un curita en su mejilla donde Ibara, aunque arrepentida, le había dado un latigazo.
Mientras Toru trabajaba, decidió romper el silencio.
Toru: Gohan, me estaba preguntando… ¿Cuándo tendremos nuestro propio secreto?
Gohan la miró con una mezcla de sorpresa y ternura, reconociendo la sinceridad en su voz. Justo en ese momento, su atención se desvió brevemente cuando sintió dos presencias que se alejaban, pero decidió no prestarles demasiada atención, enfocándose en la chica que estaba a su lado.
Sonriendo levemente, Gohan dejó la bolsa de hielo a un lado y se inclinó hacia Toru, acortando la distancia entre ellos.
Gohan: Posiblemente… ahora mismo *Le respondió en un tono suave, casi en un susurro*
Toru sintió su corazón acelerarse al ver lo cerca que estaba Gohan, y el rubor comenzó a teñir sus mejillas. No estaba segura de qué hacer, pero en ese momento, todo lo demás parecía desvanecerse, dejándolos solos en su pequeño mundo.
El momento íntimo fue abruptamente interrumpido cuando Gohan sintió un fuerte impulso desde el campo de entrenamiento de simulación Urbana. Sin pensarlo dos veces, tomó a Toru en brazos y ambos salieron volando hacia el lugar, dejando atrás la tranquilidad de la habitación.
Aterrizaron suavemente en el techo de uno de los edificios que rodeaban el campo. Desde allí, Gohan y Toru podían ver claramente a Bakugou e Izuku enfrentándose en el centro, con sus miradas encendidas por la determinación. Era evidente que estaban a punto de ajustar cuentas en un combate, algo que había estado gestándose desde hacía mucho tiempo.
Bakugou fue el primero en moverse, lanzándose hacia Izuku con una velocidad y fuerza impresionantes. Sus explosiones eran más poderosas de lo habitual, enviando ráfagas de aire caliente por todo el campo de entrenamiento. Las explosiones resonaban con un eco profundo, producto de su entrenamiento en la Máquina de Gravedad a 20 veces la gravedad terrestre. Cada uno de sus ataques tenía la intención de terminar el combate rápidamente, con una intensidad que parecía no tener fin.
Izuku, sin embargo, estaba listo. Desde su entrenamiento con Gohan, había mejorado significativamente en el control de sus látigos negros, los cuales ahora brotaban de su cuerpo con facilidad. Con una agilidad asombrosa, usó los látigos para esquivar los ataques de Bakugou y contraatacar. Uno de los látigos negros atrapó el brazo de Bakugou, pero este, en lugar de resistir, utilizó la fuerza del látigo para acercarse a Izuku, lanzando una explosión a quemarropa que hizo temblar el suelo.
Ambos se separaron por la fuerza de la explosión, pero no tardaron en recomponerse y lanzarse de nuevo al combate. Izuku, ahora más confiado en su poder, utilizó sus látigos para balancearse y moverse con mayor rapidez, lanzándose hacia Bakugou con un "Detroit Smash" que retumbó en todo el campo. Bakugou lo bloqueó justo a tiempo con una poderosa explosión que contrarrestó el ataque de Izuku, creando una onda de choque que sacudió el aire a su alrededor.
A medida que el combate avanzaba, se podía ver la evolución en ambos. Izuku había dejado de ser el chico inseguro que Bakugou conocía, y ahora estaba luchando de igual a igual. Bakugou, por su parte, había aprendido a canalizar su ira y frustración en una técnica más refinada, lo que le permitía utilizar sus explosiones de manera más precisa y devastadora.
El combate continuó durante varios minutos, con ambos luchadores intercambiando golpes y técnicas que demostraban lo lejos que habían llegado. Era un espectáculo impresionante, un verdadero testimonio del duro entrenamiento que habían soportado bajo la guía de Gohan.
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"Guerrero Entre Héroes" (Gohan del Futuro En My Hero Academia Remake)
FanfictionDeseando dejar atrás las peleas constantes, Gohan quiere retomar sus estudios y sueña con convertirse en un gran científico, siguiendo la pasión por el conocimiento que siempre ha tenido. Sin embargo, su sangre Saiyajin lo impulsa a seguir entrenand...