capitulo 18

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El desayuno transcurrió sin incidentes, el niño Potter no había mencionado nada de la noche anterior y nada podía demostrar que no había pasado las horas en su propia habitación, todo en orden

Comía sus huevos revueltos y picoteaba un poco de avena a petición del menor, se estaba volviendo débil, el rostro emocionado del pelinegro y sus verdes ojos mientras le pedía que probara lo rica que estaba habían sido imposibles de ignorar

—Verdad que la miel la hace perfecta?— preguntó el niño señalando la cuchara

—Es bastante agradable— contestó bebiendo lentamente su té, el menor seguía en sus piernas y debía ser cuidadoso, no quería quemarlo por accidente

—Pero no pidió un tazón para usted solo, por qué no termina el mío?— preguntó y ofreció el chico haciendo que rodara los ojos

—Porque tengo suficiente con los huevos y tostadas, además esa es su propia comida, le pido que la termine por completo— exigió, acaso el chiquillo no veía lo delgado que estaba?

—pero... Es mucho para Harry, señor— se quejó con un puchero

Las pocas veces que el niño se refería a si mismo usaba la tercera persona, un suceso interesante para aclarar, quizás debía hablar con un sanador mental

—aceptaré que deje el resto siempre y cuando tome dos cucharadas más— intentó negociar

Su padre solía hacer eso cuando se conocieron y había funcionado, quizás usar la misma estrategia serviría

Tom pareció entretenido con la escena y haberse dado cuenta de lo mismo ya que se apoyó en su mano y los miró expectante

—dos pequeñitas?— intentó contraatacar el pelinegro

—si son demasiado pequeñas comerá cuatro— argumentó alzando su ceja y esperando ser obedecido

—pueden ser tres?—

—Serán cinco si sigue discutiendo— aclaró con voz firme pero tranquila tomando otro sorbo de té

El menor miró a Tom con un puchero

—No me mires a mí, pequeña serpiente, ese es un asunto entre Severus y tu—

Sonrió con suficiencia al tener el apoyo del mayor, esto de que le dieran la razón era bastante entretenido

—Ya escuchaste— dejó su taza en la mesa y tomó la cuchara que estaba usando el niño, puso un poco de avena en la cuchara y la acercó a la pequeña boca, el niño a pesar de su reticencia aceptó la comida y la masticó obedientemente

Winky eligió ese momento para aparecer y comenzar a retirar los platos sucios

—Yo! Harry ayuda!— dijo el niño emocionado mientras saltaba de su regazo

—alto ahí— dijo firme haciendo que el contrario se detuviera en el acto, ofreció nuevamente una cuchara llena de avena, el menor abrió su boca para comerla antes de señalar a winky como pidiendo permiso —listo mocoso, ve—

Ambos, elfina y niño desaparecieron por la puerta que dirigía a la cocina, cada uno cargando platos y cucharas

Soltó un suspiro y se volvió hacia su padre que sonreía abiertamente

—¿Que tal?—

—que tal qué?— respondió seco mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho

—No seas mezquino, como se sintió tu primera mañana como padre?— interrogó Tom acercándose aún más a la mesa

𝐏𝐨𝐭𝐢𝐨𝐧𝐬, 𝐛𝐫𝐞𝐞𝐝𝐢𝐧𝐠 𝐚𝐧𝐝 𝐬𝐮𝐫𝐯𝐢𝐯𝐢𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora