"𝑩𝒆𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒎𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆...

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Cuando regrese al colegio eran grandes expectativas, no tener a un competitivo Tom, los meses que pasó de mi expulsión habían terminado y también con un comportamiento raro de Tom, es decir, tuvo mucho acercamiento hacia mí. Aún así decidí no confiarme, tal vez saca provecho de todo esto.

—¡¡Eva!!— Clara me llamó apenas puse un pies en el colegio, corriendo por los pasillos y a darme un fuerte abrazo apretandome con fuerza

—Clari, para, me duelen las costillas...— me quejé entre risas, ella se me separó mirándome con una sonrisa

—¿Es cierto?— Fruncí el entrecejo, viéndola ceñuda —Anda no te hagas, cuéntame todo. De principio a fin...—

—Clara no te enti...‐

—¡¡Eva a mí oficina ahora!!— La voz de papá la oí atrás mío, causandome un fuerte dolor de estómago. —¡¡Eva!!—

—Si, te oí papá— Gruñi molesta. Clara se alejó apenas vio a papá, me adentre a la oficina de Max y viéndole confundida, su voz estuvo bastante alta. Debe ser más cuidadoso si no quiere discutir conmigo.

—Eva si tú seguís jodiendo conmigo te juro...

—A ver, lo primero explicate de que me vas acusar y luego regañame, ¿vale?—

—¡Nada que esconder ahora, observa bien y cuéntame que sucede contigo!— Puso un periódico sobre mi rostro haciéndome gruñir, hasta observarlo bien y mirarme a mi misma besándome con Tom. ¡Mierda Tom! —¿Que tienes ahora para justificarte? Que no es tu dormitorio, no eres tú. Eva eres lo suficiente grande para mentir de esto, háblame e intenta decirme todo...¡¿y que rayos esta sucediendo entre ambos?!—

Tragué saliva con fuerza al oírlo serio, estaba molesto lo podía notar. Es que tampoco podía comprender lo que sucedía, cada que Tom me tenía a sus pies yo caía en las primeras planas de periódicos, yo caía públicamente como la niña boba que también anda detrás de aquel muñeco bonito.
Miré a papá con lágrimas en mis ojos, apunto de decirle lo que en realidad pasaba pero alguien más tocó la puerta interrumpiendo.

—Pase— Ordenó Max con firmeza en su voz, luego la puerta dejó ver a un Tom con una sonrisa burlesca. ¡Él! —¿Sí, Tom?—

—¡Tom!— El me miró con la misma sonrisita, es cómo que estaba burlándose de mí —¡Tú! ¿Que intentas, hundirme, acaso te divertís poniendo mi foto en las portadas eh? ¡Era obvio, tú tenías que tenia ver con todo esto que sucedía! ¡Eso, anda, déjame mal intenta bajar mi imagen para hacerme quedar mal, vamos maldito idiota!— agarré de su camisa, arrugandola entre mis puños e intentar golpearlo.

—Eva espera, esto no tiene que ver con Tom...—

—¡¿Cómo que no?! ¡Fue él quien me besó y todo para dejarme mal, él fue quién hace estos juegos sucios! ¡Te odio maldito!— Lo empuje dándole contra la puerta, esté aún sonreía burlándose en mi cara. Papá me alejó de el, llevándome hacia atrás y decirle que Tom se retirará y luego volviese. —¡Papá créeme! ¡El me besó!—

—¡¿Porqué se lo seguiste?!— Golpeo contra mi cara, cómo que si lo que dijera no me creía. Estaba siendo una inmadura, lo sé pero no iba a dejarle ganar en esto a Kaulitz, el debía pagarmelas de las mismas formas. Sólo debía intentar tenerlo ante mis pies.

—¡¿Te vas a poner a favor de el?! ¡Max acaso quieres creerle a ese malnacido, un maldito acosador! ¡Max entró a mi dormitorio y justo cuando estaba durmiendo, intentaba de todo para dormir conmigo cuándo se lo negué se me tiró sobre mío, besándome pero yo después de ser escarchada lo frene dándole un golpe! ¿No me vas a creer? pues bien, sigue así y vas a terminar dándole lo que ese idiota quiere...— recogí mi bolso, viéndole a Max con furia. No podía creerlo, soy su hija y no importa lo que le digan, es creerme a mí o al idiota de nuestro enemigo.

—¿De que hablas Evangelina?— Bufó, tocándose con ambas mano su rostro

—De separarnos, ¿no lo ves? esta buscando eso. Que todos vayan contra mío, claro que ya olvidó a la pobre Emma y ahora viene conmigo, ¿y qué mejor dejándome en todas las portadas como si fuera una puta regalada...

—¡Eva!—

—¡Tu mismo estás causándome y de algo que no fuiste partícipe! Aprende a creer a tu hija, para cuándo me creas intenta hablarme. Oh, tal vez él vendrá a decirte puras blasfemias de tu hija, aprende también a defenderme, ¿bien? adiós Max.— Salí de su oficina, cerrando la puerta con fuerza. Agradecí que nadie estaba en los pasillos así me largará de aquí, no tenía la mínima ganas de ver a nadie.

—Pero miren quién intenta defenderse...— Ignore que su presencia me seguía y así intentar subirme a mi coche, pero esté me agarro fuertemente del brazo haciéndome alejar y ponerme contra esté. —Evans deja de defenderte, sabes que eres una puta regalada. Sí, nadie te va a creer cuándo todos sepan que sí lo eres...una más en las listas de Tom Kaulitz— se burló en mi cara.

—Bien, y tu sigue esperando meterte en mi cama. Porqué vas a tener que tener algo mío para masturbarte, hijo de puta— El rió negando con su cabeza, se scerco intentando besarme pero me corrí. Ahora sabia y tenía en claro que sus paparazzis comprados estaban a nuestro alrededor, e iba a jugar con eso. —Me das asco, eres tan poco hombre que quieres dejarme mal pero disfrutar de mí, te molesta que no te dé lo que quieres y eso hiere tus sentimientos, o tu calentura debería decir.

—Eres de muchas, recuerda que tu misma me besaste. Tu misma te entregas, solamente falta calentarte y meterte a la cama para ser mía...— Solte una risotada riéndome en su cara —Ríe pero en el fondo sabes que así será, vas a estar entregada a mí. Tarde o temprano, putita— trague con dureza, apretando mis dientes del enojo para mirarlo a sus ojos color cafés, donde muchas veces me perdía en ellos. Estaba con furia pero no iba a mostrarme así, sino perdía, porque aquel se enoja pierde.

—Todo lo que haces supongo que tiene algo especial, ¿no?, pues lo que yo hago sé que tiene algo especial...

—Gracias por considerarme especial, putita— Cerré mis ojos y riéndome de él

—De nada. Pero se que esté beso lo llamo como el de la muerte

—Adivina, yo también. Nunca estaría contigo...

—¿Es cierto eso Tommy? Yo recuerdo haberte escuchado diciéndome de que, hace tan solo instantes, querías tenerme en tu cama, siendo tú sumisa, y tu todo rudo conmigo...— Mis manos estaban en sus hombros, podía sentir lo tenso que se puso ante mis palabras —Sigue jugando sucio, y vas a hundirte peor. Conmigo no podrás, Tommy mmh..— le di una palmadita en su pecho, provocándole y así voltearme y abrir la puerta de mi coche.

Me metí a mi coche y largarme algún otro lugar, pero lejos de lo que me hace mal...sí.




holis NO SE QUE HAGO DESPIERTA A ESTÁS HORAS pero déjenme sus comentarios lindos y sus votos. Gracias🥰👋.

𝚄𝚗 𝚜𝚞𝚌𝚒𝚘 𝚓𝚞𝚎𝚐𝚘|| 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora