Al día siguiente...
10 de agosto de 2023.
Casa de los Abascal.
Era un nuevo día en la ciudad. El clima estaba cálido, pero el cielo estaba nublado.
Andrés estaba en la cocina de la casa, preparando unos hotcakes con miel de Maple. Había hecho 6, puso 3 en cada plato (fueron dos platos de 3 hotcakes cada uno). Portaba una playera blanca de mangas cortas, pantalón de mezclilla negro y un par de zapatos tenis blancos.
Melissa apareció y llegó a la cocina. Portaba una blusa azul a cuadros de mangas largas, pantalón de mezclilla azul y un par de zapatos tenis negros. Se acercó a Andrés y platicó con él.
—Hola, Andrés —dijo un poco triste.
—Hola, Melissa... —dijo Andrés mientras le daba a Melissa un plato de hotcakes.
Los dos chicos tomaron unos tenedores y sus respectivos vasos de jugo de naranja. Ambos fueron a la sala y se sentaron en la mesa para desayunar.
—Oye, siento mucho haberte golpeado ayer —dijo Melissa un poco triste.
—No, Melissa. Tú perdóname a mí por haberte ofendido —dijo Andrés antes de tomar su tenedor y comer un poco de hotcakes—. Ayer no pude contener mi ira, y pasó lo que pasó.
—Te entiendo... —dijo Melissa tranquila, antes de tomar su tenedor y comer un poco de hotcakes y tomar un poco de jugo de naranja—. Es que no supimos controlar nuestro enojo. Y ahí están las consecuencias.
—Lo sé... —dijo Andrés un poco triste—. Sobre todo porque aún la estamos pasando mal por la muerte de nuestro padre. Y lo que es peor, mamá trabaja todo el día. Pero lo hace para darnos lo mejor.
—Yo entiendo a mamá, hermano —dijo Melissa, antes de comer un poco más de sus hotcakes—. Sólo espero que podamos librarnos de este dolor tan grande.
—No hay forma de librarnos de este dolor, Melissa. Simplemente tenemos que convivir con él —dijo Andrés, y comió un poco de sus hotcakes.
—Sólo espero que todo lo que está pasando, no afecte nuestra relación como hermanos —dijo Melissa, y comió un poco de sus hotcakes.
—Muy bien —dijo Andrés tranquilo—. No debemos dejar que nada ni nadie quiera dañar nuestra relación como hermanos.
—Lo sé —dijo Melissa tranquila.
Los chicos siguieron desayunando hotcakes, mientras esperaban para irse a sus respectivas facultades e iniciar sus clases. Estaba claro que ya se habían reconciliado.
***
Más tarde…
Casa de los Villamizar.
Adriano estaba en su casa, listo para comenzar su día. Portaba traje y zapatos negros, con una corbata roja.
—Bueno, es hora de comenzar el día —dijo sonriendo, mientras preparaba su maletín negro.
De repente, Carlos llegó a la sala de la casa. Portaba una playera roja de mangas cortas, pantalón de mezclilla negro y un par de zapatos tenis blancos, además de su mochila en su espalda.
—¿Listo para ir a la escuela, Carlos? —preguntó Adriano.
—Sí, Adriano —dijo Carlos sonriendo—. No sabes cómo disfruté ver cómo Andrés se enojaba al ver que su hermana y yo somos amigos.
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En el Ojo del Huracán (TERMINADA)
Teen FictionLa historia de una amistad que se ve amenazada por un político despechado. Andrés Abascal se muda a Monterrey, Nuevo León, para buscar una vida mejor junto a su familia. Daniela Montes de Oca es una chica regiomontana, que terminará con su novio Adr...