24: Es mejor que algunas verdades sean guardadas para siempre

2 0 0
                                    

Esa noche...

Parque Hundido Las Torres.

Aprovechando que ya era de noche, Adriano estaba caminando en el parque. Portaba una sudadera blanca, pantalón de mezclilla negro y zapatos tenis blancos.

—Nada como una buena caminata para relajarme un rato —dijo sonriendo mientras caminaba.

De repente, Daniela se le acercó y lo enfrentó sin pensarlo.

—Hola, Daniela. ¿Qué te trae por aquí? —preguntó Adriano amablemente.

—¡Debí saber que querías matar a Andrés, Adriano! —le gritó Daniela furiosa.

—Bueno, estás de mal humor —dijo Adriano burlón—. En fin, ¿por qué dices eso, Daniela?

—No te hagas —respondió Daniela molesta—. Me acabo de enterar de lo que le pasó a Andrés. ¡Me comentaron que casi lo matas el otro día!

—¿Cómo te atreves a acusarme de algo que no hice? —gritó Adriano ya molesto—. ¡Yo no tuve nada que ver con lo que le pasó a Andrés!

—¿Y entonces? ¿Quién lo mandó a matar? —preguntó Daniela molesta—. ¡Dímelo! ¿Quién mandó a matar a Andrés?

—¡De acuerdo, me atrapaste! —dijo Adriano burlón—. Yo intenté matar a Andrés el otro día. Pero mi plan se estropeó. No sabes cómo desearía haberlo matado ese día.

—¿Cómo te atreviste a hacerle algo tan horrible a Andrés? —dijo Daniela enojada, y le dio una cachetada a Adriano en la mejilla izquierda—. ¡No puedo creer que hayas llegado tan lejos!

—¡Dile a Andrés que se va a arrepentir! —dijo Adriano enojado—. ¡No sabes cómo me arrepiento de no haberlo matado cuando tuve la oportunidad! ¡Te aseguro que tú y él van a sufrir las consecuencias!

—¡De una vez te advierto que no voy a permitir que le hagas daño a Andrés, ni a su familia y amigos! —advirtió Daniela enojada.

—¡Pues hazlo! Dile a Andrés que aquí lo estaré esperando —dijo Adriano enojado—. Dile de mi parte que no sabe lo que le espera.

Después de esa fuerte advertencia, Adriano se fue del parque. Daniela se quedó en el parque, molesta y sin saber qué hacer.

***

Más tarde...

Parque Las Brisas.

Luciano y Alessia estaban en el parque Las Brisas, caminando tranquilamente. Luciano usaba una playera gris de mangas cortas, pantalón deportivo negro y un par de zapatos tenis blancos. Alessia usaba una blusa celeste de mangas cortas, pantalón deportivo blanco un par de zapatos tenis negros.

—Es bueno saber que Andrés apareció después de varios días, Luciano —dijo Alessia sonriendo.

—Lo sé, Alessia —dijo Luciano sonriendo—. Sé que no lo hemos visto en todo el día, pero es bueno saber que finalmente apareció sano y salvo.

—Me alegra saber que ya se acabó esta pesadilla —dijo Alessia sonriendo.

De repente, Andrés apareció en el parque. Luciano y Alessia voltearon hacia él y corrieron hacia él para abrazarlo.

—¡Andrés! —gritaron felizmente los dos al mismo tiempo, mientras abrazaban a Andrés.

—Chicos, me alegra volver a verlos —dijo Andrés sonriendo.

Después de un largo rato, los hermanos Arévalo dejaron de abrazar a Andrés. Empezaron a platicar.

—Me da gusto saber que finalmente apareciste, Andrés —dijo Luciano sonriendo.

En el Ojo del Huracán (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora