Al día siguiente...
8 de agosto de 2023.
Facultad de Economía.
Era un nuevo día en la ciudad. El clima estaba cálido, y el cielo estaba despejado.
Matías y Katia se encontraban en la facultad, para iniciar sus clases.
Matías usaba playera blanca de mangas cortas, pantalón de mezclilla negro y zapatos tenis blancos. Katia portaba blusa celeste de mangas cortas, pantalón de mezclilla azul y zapatos tenis blancos. Ambos tenían mochilas grises en sus espaldas.
Los dos platicaban mientras caminaban.
—Vamos, Katia. No tienes por qué sentirte mal, sólo por estar con Osvaldo —dijo Matías tranquilo.
—No lo sé, Matías. Es que me da mucho miedo que Roberta llegue a tomar represalias contra él —dijo Katia triste—. Además, ya sabes cómo es ella. Y no deja que nadie le dé explicaciones.
—Lo sé, Katia... —dijo Matías un poco triste—. Roberta no quiere que yo le dé ninguna explicación. Tú ya sabes cómo se portó conmigo, cree que yo dejé entrar a Osvaldo a la casa.
—De nada sirve demostrarle que no fue así —dijo Katia triste.
De repente, un chico apareció y se acercó a los hermanos. Era Osvaldo, quien portaba una playera gris de mangas cortas, pantalón de mezclilla negro, un par de zapatos tenis blancos y una mochila negra en su espalda.
—Hola, chicos —dijo Osvaldo feliz.
—Hola, Osvaldo —dijo Matías feliz.
—Hola, lindo —dijo Katia ya feliz al ver a Osvaldo.
—¿Por qué esas caras, chicos? —preguntó Osvaldo un poco triste.
—Lo de siempre, lindo —dijo Katia preocupada—. Roberta quiere que termine contigo, me lo exigió.
—¿Y le vas a dar el gusto, linda? —preguntó Osvaldo—. ¿Vas a cumplir las exigencias de Roberta, sólo porque no quiere vernos juntos?
Katia se quedó pensativa por unos segundos.
—No, lindo —dijo preocupada—. No sé que vaya a pasar, o cómo se vaya a poner. Pero yo quiero seguir contigo, sin importar lo que pase.
—Lo sé, yo también. No me importa lo que diga la gente —dijo Osvaldo feliz—. ¿Qué les parece si hoy vamos al cine, chicos?
—Genial —dijo Matías.
—Me encantaría —dijo Katia feliz.
Katia volvía a estar contenta tras encontrarse con Osvaldo, pero no imaginaba las consecuencias de no haber cumplido las exigencias de Roberta.
***
Más tarde...
Congreso de Nuevo León.
Adriano y Roberta estaban saliendo del Congreso de Nuevo León y se dirigían hacia el estacionamiento de Adriano. Adriano usaba traje y zapatos negros, con corbata azul, además de tener un maletín negro en sus manos. Roberta usaba un vestido rojo de tirantes y zapatos negros, además de que traía un bolso negro en sus manos.
—¿A poco Osvaldo te amenazó el otro día, Roberta? —preguntó Adriano sorprendido.
—Sí, Adriano —dijo Roberta enojada—. Ese pendejo me amenazó con decirle a todo el mundo que soy una criminal.
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En el Ojo del Huracán (TERMINADA)
Novela JuvenilLa historia de una amistad que se ve amenazada por un político despechado. Andrés Abascal se muda a Monterrey, Nuevo León, para buscar una vida mejor junto a su familia. Daniela Montes de Oca es una chica regiomontana, que terminará con su novio Adr...