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Los ojos se me estaban volviendo a cerrar, se suponía que Potter debía haber llegado hace 20 minutos, pero supongo que estaba en su entrenamiento de quidditch.

Mcgonagall nos dijo que debíamos acomodar los libros de la bodega de la biblioteca. Sin magia, obvio.

Estaba con la puerta cerrada y tenía un libro en mis manos "leyendo" no podía pasar de el siguiente capítulo. Supongo que era el estrés de que Potter no haya llegado, no pensaba acomodar los libros yo sola.

Mire a mi alrededor y suspire al ver todos los libros, me recosté y coloqué el libro en mi cara para que no me diera la luz de la lámpara. Cerré los ojos.

Escuche como la puerta se abría de golpee. —¡Lo siento, lo siento!— rápidamente quite el libro de mi cara y me giré hacia Potter quien llevaba una cara de confusión y el pecho agitado. —¿Estabas dormida Blake?—

Negué rápidamente mientras me quitaba la saliva de mi boca.

James suspiro y se giró hacia su alrededor. —¿Por que rayos no hay ningún libro acomodado?—

—Por que no quería hacer todo el trabajo yo sola.—

James se llevó la manos a la cabeza frustrado. —¡Blake nos queda una hora para terminar!—

—¿Una hora? Apenas son las 7:20–

—Nu uh.— James apuntó al reloj.

8:20

—¡Mierda!— rápidamente me puse de pie.

James bufo. —Pero no estabas dormida ¿Cierto?—

Lo ignore y comencé a tomar los libros.

—¿Por que llegaste tan tarde?—

—Hubo un lío en las canchas de quidditch.—

Rodee los ojos. —Claro, seguro fue algo terriblemente importante para dejarme plantada aquí.—

—No fue mi intención y ya estoy aquí.—

Seguíamos acomodando los libros y reí al ver el libro que tenía en mis manos. James se giró hacia mi.

—¿Por que te ríes?—

Le mostré el libro que tenía en mi mano, una sonrisa se posó en su cara.

Fue el libro que James me leyó ya que Remus estaba enfermo. Ahí comencé a tener sentimientos fuertes hacia el, lo cual James con el tiempo también me lo confesó.

Volvimos a lo nuestro.

—¿William te a hablado?— solto.

Frene lo que estaba haciendo. Escuchar ese nombre hizo que me diera escalofríos.

—No.—

Potter se giró hacia mi. —Devi dejárselo más claro la primera vez que lo golpee.—

—No es tu culpa.—

—¡Pero lo es! Yo debía encargarme de que no sufrieras. ¡Pero el imbecil de Brown te daño, y no sentimentalmente, físicamente!— James se llevó las manos a la cabeza furioso. —¡Mierda Blake, en verdad lo siento!—

Mis ojos seguían viéndolo, se veía cansado, todavía llevaba sus manos en su rostro lamentándose por algo que no tenía su culpa.

Me acerqué a él. —Si vemos el lado positivo, llegaste justo a tiempo.— note como una sonrisa culposa se le escapaba. —Lo siento por interrumpir tu sesión de besos con Jennifer, la chica que me llamo zorra.—

—Blake yo...—

—No, está bien, digo al final de cuenta me dijo que todo iba a salir bien he incluso me abrazó, ahora cada que me ve me sonríe y se disculpa por lo demás.—

in between | James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora