Hwang Hyunjin y Lee Felix fueron los amigos más envidiados de toda la escuela. Muchos juraban y apostaban todo porque estarían juntos para siempre, pero muchas cosas pasaron.
• Historia en curso.
• Inicio de historia: 29/05/2024
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• Maritza F. Sánchez
Hyunjin tomo los condones y lubricante, regreso al departamento de Felix y vio que la puerta estaba abierta por lo que entro y vio a Felix de espaldas es la sala, se acercó por atrás y lo abrazo para comenzar a besar su cuello. — ¿Qué haces aquí? — le susurro.
El rubio se dio la vuelta. — Espera Hyunjin — no pudo seguir porque el pelinegro lo volvió a besar.
— Cariño — grito su madre haciendo que ambos se separen y Hyunjin quedara confundido. — Unos segundos después una bella mujer se apareció dónde estaban ellos, haciendo que Hyunjin escondiera detrás de él los condones y el lubricante. — Ya he puesto mis cosas — noto la presencia de Hyunjin. — Oh, buenas tardes, tú debes ser amigo de Felix.
Hyunjin hizo una reverencia. — Si, buenas tardes.
Hubo un poco de silencio un poco incomodo, hasta que Felix hablo. — Bueno, mamá, él es Hyunjin — la mujer se sorprendió. — Hyunjin, ella es mi mamá.
Hyunjin iba a saludar normal, pero la mujer rubia se acercó abrazándolo. — Hyunjin, tanto tiempo, no has cambiado nada, sigues igual de lindo que antes — decía con una gran sonrisa, después de un gran abrazo se separaron. — ¿Quieres quedarte a comer?
El pelinegro pensó un poco y vio a Felix quien solo alzo los hombros, pero su mirada suplicaba que dijera que sí. — Amm, claro — dijo con una sonrisa.
La señora Lee también sonrió. — Bien, entonces haré la comida, ¿te sigue gustando lo mismo de antes? — Hyunjin asintió. — Tomo asiento, ahora los llamo.
La señora Lee se dio la vuelta y desapareció en la cocina, mientras que Felix y Hyunjin se quedaban en la sala. — No sabía que iba a venir — soltó Felix con nervios.
— Esta bien. Iré a dejar esto — en seño los dos objetos haciendo sonrojar a Felix. — Los usaremos en otra ocasión — se di media vuelta y fue a su departamento, mientras que Felix se sentaba en el sofá y tomaba un cojín para intentar ocultar su rostro rojo.
El tiempo paso y la comida estaba lista, por lo que pasaron al comer y empezaron con la comida. — Dios, mami, es delicioso — mencionó Felix.
La señora Lee sonrió. — Que bueno que te guste, mi amor — ambos sonrieron y Hyunjin los vio causando una sonrisa en él, pero a la vez se sentía un poco triste, por lo que empezó a recordar haciendo que solo jugara con la comida. — ¿Hyunjin? — este la volteo a ver. — ¿No te gusto? ¿Quieres algo más? — pregunto preocupada la mujer rubia.
Inmediatamente Hyunjin negó. — No claro que no, es deliciosa, solo que hace años que no comía comida hecha en casa — soltó una leve risa.
La señora Lee no podía creerlo. — ¿Tú madre no viene a verte? — y esa pregunta dejo helado a los dos chicos, Felix no sabía que hacer o que decir.
Hyunjin por un momento, pensó en que decir, talvez mentir diciendo que su madre se fue de vacaciones y regresa talvez en cien años, pero que más daba, la señora Lee y su madre fueron muy buenas amigas. — Mi madre falleció hace tres años.
La señora Lee se quedó impresionada. — Yo lo lamento, no sabía.
— Esta bien — sonrió. — Fue un accidente, no hay nada que podamos hacer.
— Sabes — ahora hablo la señora Lee. — Seojun también falleció hace algunos meses — Hyunjin se sorprendió, pues realmente no sabía nada sobre Felix, al menos no del Felix que regreso. — También fue por accidente y ese mismo día casi pierdo a este pequeño loquito — acarició los cabellos de Felix. — Por querer ir a ver a su hermano también tuvo un accidente y bueno, gracias a ese accidente supo dónde estaba su felicidad y se revelo ante su padre, renuncio a todo su dinero y empresas y vino corriendo a buscarte — Felix estaba que se moría de la pena, pues no quería decírselo a Hyunjin, o tal vez sí, pero que fuera por él, no de la nada cuando todavía no eran ni amigos. — Me alegra que todo haya valido la pena que renunciara a todo — sonrió y acarició la cabeza de Felix. — Cuida de él Hyunjin, por mí, ya que yo no puedo verlo muy seguido.
Hyunjin asintió. — No sé preocupe — le dedicó una sonrisa.
La señora Lee dejo el cabello de Felix y volvió a tomar los cubiertos. — Bien, ya que soltamos todos nuestros pesares, terminemos la comida — ambos chicos asintieron y siguieron comiendo.
Después de un tiempo terminaron. — Bueno, muchas gracias, pero tengo que irme — se levantó Hyunjin.
— ¿Cómo? ¿Tan rápido? — pregunto un poco triste la señora Lee.
— Si, es que tengo plan con mi mejor amigo, entonces ya sabe, no puedo dejarlo plantado porque es un poco dramático — esto último hizo sonreír a los tres.
La señora Lee también se levantó. — Bien, Felix acompáñalo a la puerta — el rubio se levantó y lo acompaño.
Al llegar a la puerta Felix se quedó recargado en el marco de esta. — Me voy — menciono Hyunjin y Felix solo asintió. — Hay cosas que debemos hablar Felix — el rubio volvió a asentir. — Haz espacio para el fin de semana, saldremos — su celular sonó. — Me tengo que ir, Wooyoung me espera — Felix solo volvió a asentir y Hyunjin comenzó a caminar al elevador, luego se dio la vuelta viendo a Felix con la cabeza agachada, por lo que se acercó rápidamente, tomo la cabeza de Felix en sus manos y lo beso. — Ahora si me voy.
Felix entro con una sonrisa y se tiro en los sofás. — ¿Seguro que solo son amigos? — pregunto su madre quien salía de la cocina con una sonrisa.
— No se lo que es mami, pero no quiero que termine nunca.
Su madre se acercó feliz. — Entonces ¿vas a operarte? — pregunto con una gran sonrisa.
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