X

48 10 2
                                    

Capítulo 10

20 de diciembre, 1002

Asterin

Los lunes solían ser días rutinarios en la base, sin un descanso específico programado. Sin embargo, este lunes era notablemente diferente. Desde que me levanté y me puse la ropa de entrenamiento, la mañana se había sentido inusualmente pesada. Cada paso que daba resonaba con una tensión palpable, como si el aire mismo estuviera cargado de expectativa.

Place quedarnos en la cama. ¡Que se joda el instructor!

Ay ajá. Ve y díselo en su cara

Al llegar al patio junto a los demás, noté que el ambiente no era el habitual bullicio de camaradería y preparación para el día de entrenamiento. En su lugar, había un silencio tenso que se extendía entre nosotros, interrumpido solo por el murmullo de voces en conversaciones apresuradas y miradas que intercambiaban preguntas no formuladas.

El cielo estaba nublado, reflejando el estado de ánimo sombrío que parecía envolvernos a todos. Nos movíamos con una determinación tensa, conscientes de que este día no sería como los demás. Incluso los instructores parecían más serios, sus gestos medidos y sus palabras cortas mientras nos dirigían en los ejercicios y simulacros.

Durante el descanso entre sesiones, mis compañeros y yo nos agrupamos en pequeños círculos, compartiendo miradas preocupadas y susurros en voz baja. Había un entendimiento silencioso de que algo estaba ocurriendo en los niveles superiores, algo que podría cambiar el curso de nuestras vidas aquí en la base militar.

Justo cuando la tensión alcanzaba su punto máximo, el instructor principal anunció con voz firme:

—Atención, jóvenes. A partir de ahora, los combates cuerpo a cuerpo serán supervisados por el Señor Karson. Él estará a cargo de las próximas sesiones.

—¿Qué? ¡Pero si apenas hemos comenzado a aprender las técnicas básicas! —exclamó un chico, visiblemente preocupado.

—No hay excusas. Quien no esté preparado, que se las arregle. Kyle estará supervisando para asegurarse de que no haya debilidades —dijo el instructor con un tono desafiante, a un hombre alto y para nada musculoso que observaba con una expresión de terror

El anuncio cayó como una losa entre nosotros. Los murmullos de descontento y nerviosismo llenaron el ambiente. Algunos expresaron su preocupación por la falta de preparación, mientras que otros intercambiaban miradas cargadas de incertidumbre. El patio se convirtió en un hervidero de emociones mientras nos preparábamos para enfrentar un desafío inesperado bajo la mirada implacable de Kyle y la presión del instructor.

Mierda, definitivamente nos quieren matar. El lado bueno es que veremos a ese papasito mmmm.

Como tú no sufres las consecuencias.

Un murmullo se propagó entre nosotros mientras absorbíamos la noticia. Kyle, con su reputación de precisión y rigor, ahora asumía un papel más directo en nuestra formación. Sentí un escalofrío de anticipación y nerviosismo, preguntándome qué significaba esto para el futuro de nuestro entrenamiento y, tal vez, para nuestra misión en general.

Encima de nosotros volaron varios Aeron, sus siluetas recortándose contra el cielo azul de la mañana.

Justo en ese momento, las puertas del patio se abrieron y un grupo de jóvenes entraron como si de los protagonistas se tratasen. Habían dos que se reían a carcajadas de algo que se decían, parece que no les importaba la mitada matadora que les lanzaba el instructor porque seguían en lo suyo. Reconocí a mi hermano Josh, entre otro grupo. Mi corazón se aceleró al verlo, pero su mirada no se encontró con la mía. Estaba concentrado, como siempre. A su lado, los demás miembros del escuadrón de Kyle también parecían igual de enfocados y serios.

Un cielo sin constelaciones (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora