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Heracles

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Atenas, Grecia…

—¡Mi viejo amigo, Usopp-n!

—¡Heracles-n!

El mayor Jefe por excelencia en Grecia es sin lugar a dudas el "hombre escarabajo", Heracles Kabuto.

Un botánico por mera fachada, pero gran apasionado de lo que llama: «Pop Green».

Trabaja totalmente independiente, sin un lugar más allá de Grecia, se considera más una amistad de los "Sombreros de Paja" a un aliado.

Su lema es «neutralidad ante todo», pues no quiere jaleos alrededor de su ciudad y mucho menos ahora que, un hombre del "monstruo come dulces" o "Big Mom", se pasea por las calles de Atenas.

El famoso Barón Tamago, al cuál… Luffy se encargó de bautizar cómo "hombre huevo" en varias ocasiones.

«¡Luffy-n!, ¡tienes un animal en la cabeza!, yo lo mato, lo mato. », Heracles no estaba acostumbrado a ver a Luffy con su cabello largo y alborotado.

Nami y Robin, fallaron en la misión:  "cortar ese erizo de su cabeza", al cabo de tres días y noches.

—¡No es un animal, es mi cabello! —le gritó Luffy a Heracles con dientes de tiburón y la lágrima deslizando por su mejilla.

—¡¿Eh–?!

—¡Suelta me!

—Luffy-n… ¡¿Tu cabello es rizado?!

—¡SÍ, AHORA SUELTA ME, CARAJO!

Oh, sygnómi… (Lo siento).

—Luffy, me llamo "Luffy".

—No eso no… Olvídalo —le dijo. —. ¿Qué los trae por aquí, amigos míos-n?

—Buscamos al hombre huevo —dijo Usopp tomando asiento. —, ya sabes, Tamago.

—Entonces… No vienen a visitarme.

—No, no, no es así, pasamos a verte; este es un viaje imprevisto. —le explicó Usopp.

—De hecho… No pensé que regresarían a la ciudad de los Dioses —comentó. —. Luffy-n, ¿vino aquí por trabajo, o quiere conseguirle una madre a su hijo?

El jefe se rodeo por las miradas de Usopp y Jinbe; Zoro estaba fuera haciendo guardia con los subordinados de Heracles-n.

Sí. "Guardia". Claro.

—Tamago —contestó Luffy: —, estoy aquí por ese huevo: ¿tienes alguna idea, de en dónde pueda estar?

—Me gusta eso de ti —mencionó Heracles, sí tan solo Luffy pudiese ver la sonrisa que esbozaba debajo de su casco: —, me gusta esa braveza tuya…, tu manera de retarnos no ha cambiado nada.

—Ya no soy el mismo mocoso imbécil, que creía que todo se resolvía con una paliza y celebraba hasta el amanecer.

—Es bueno que hayas entendido eso… El mundo, el nuestro, es difícil-n.

—Hmmm… Ese hombre huevo no está en este lugar esperando a negociar conmigo, quiere chantajearme.

—Ya me lo esperaba… es decir, ¿por qué otro motivo vendría el Rey hasta Atenas con todo su escuadrón?

—¿Sabes dónde está él?

—Está merodeando por el centro, busca restaurantes elegantes… ya sabes… ese tipo de lugares que frecuentan personas con dinero en el bolsillo-n.

Medusa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora