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'El viaje parte 1/3'
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Atenas, Grecia...

«¡El público siempre está abierto a un comeback!»

¿Ella? A su edad, ¿regresar a modelar?

¡Ni en sueños!

Esa etapa ya pasó, y la disfruto, cerró su carrera cómo modelo al saber que sería madre de mellizos.

Jamás, se ha vuelto a plantear volver a esa vida rodeada de cámaras, horas y horas de rutina y maquillaje.

Quiere disfrutar de su tiempo cómo CEO frente a las riendas de su empresa, y por supuesto, cómo madre.

Sobre todo ahora que es madre por tercera vez, madre de otro varón.

Un lindo niño de piel blanca y rizos con ojos color chocolate, tal y cómo Artemis. Su niño de tres meses se llama Aris, Aris Gorgon.

Es oficial: Adonis, es el único de los tres con un segundo nombre. De hecho... Adonis se encargó de nombrar a su hermano "Aris".

Algo que le generó felicidad a su madre, por verlo decido por cuidar de su hermano tal y cómo cuidaba a Artemis.

Y es que...

Adonis, no tuvo una reacción a la noticia.

Literalmente.

No dijo nada bueno, pero tampoco nada malo. Mucho menos le dio igual... Todos dentro de su vida jugaban un papel en el cuál, cada uno genera algo para él.

Y para Adonis era difícil comprender cómo paso todo, ¿cómo su madre iba a tener un bebé de su progenitor? No lo entendía.

¿Acaso volvieron? Eso no le gustaba, nada.

Eso lo identifica como "malo", pero en ese momento, Aris no era ni bueno ni malo, es igual que Robbie.

No sabe que sentir con respecto a su medio hermano, está confundido (y seguirá así un rato).

Sin embargo, su confusión con respecto a su hermano Aris fue "muy corta".

Poco a poco, se acercaba más y más, hasta el punto de emocionarse junto con Artie al saber que nació su hermano.

Para Hancock, fue toda una etapa llena de nostalgia.

No obstante, no todo fue fácil para la bella mujer... ah-ah, su bebé será muy lindo, no cabe duda (es su hijo), pero está siendo un santo dolor de cabeza.

Incluso, dejo ciego a Adonis. Literalmente, no. Claro. El niño bonito tuvo que cubrirse los ojos, con gafas de sol, para no lastimar sus ojos más de lo que ya estaban.

Esto debido a que, mientras bañaba a su hermano... Salpicó agua en sus bellos, y azules, ojos.

El agua tenía jabón. Bastante.

Sus ojos estaban rojos, ardían por dentro:

«¡Eso no es un bebé, es Satanás!», Adonis no paraba de lamentarse en urgencias, su madre llegó derramando ríos de lágrimas desde su trabajo.

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