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'Bucanero'

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—¡No entiendo cómo te colaste al Sunny, Robbie!

Luffy echaba humo por las orejas, ¿cómo su hijo ignoraba sus órdenes?

¡Le dijo "NO" porque era muy pronto, y una completa locura!

—Luffy —habló Robin: —, basta. No ganarás nada con reprimirlo.

—Él no es Vodka o Sven, es mi hijo, y yo voy a decidir sí castigarlo o no. —refutó Luffy en frente de ambas madres: Robin y Nami.

—Oh, ¿así? Quiero ver lo que intentes. —le reto Nami cruzada de brazos, su mirada es la de un monstruo sediento de sangre.

De pronto… Luffy se sintió pequeño ante la presencia de Nami, sus manos sudaron por la posibilidad de recibir un "golpe de amor" como los de su abuelo Garp.

—Pe… pero, por otro lado, puede quedarse con nosotros, jeje…

—Eso quería oir —le dijo Nami. —, escucha, Luffy: es tu hijo y debes saber cuándo es el momento para regañarlo, pero no hoy.

—¿No? Entonces, ¿cuando?

—Cuando tú no metas la pata, te lo dije, no metas a Rob en esto, y lo hiciste… Ahora te debes a las consecuencias. —le dijo Nami a su amigo y capitán.

Luffy, suspiro…, «¿encontraron al huevo?», resolverá el tema rápido para volver con su hijo a Brasil.

—Aún no —habló Robin, está al lado de su ahijado Robbie. —, Zoro y Usopp: están en eso, y Sanji se fue con Franky.

—Bien… Quería dar una vuelta, pero será mejor acabar con esto antes.

—¿Querías dar una vuelta? —le preguntó Nami. —. ¿Y a dónde, precisamente?

—Ehhhh, comida… Quiero comer algo y beber… eh, ¿ouzo?

—A ti no te gusta el ouzo.

—Le quiero dar una segunda oportunidad, ¿eso es un crimen?

—Eres el mayor enemigo de la ley, escucha muy bien Monkey D. Luffy… No buscarás a esa mujer.

—¿Una mujer? —habló Rob. —. ¿Papá tiene novia?

—Ehhhhh… No, ¿o sí?

—¡No, idiota! —le gritó Nami, dándole un gran zape.

—No, no, no… No tengo, Robbie.

—¿Y por qué dice la tía Nami que buscarás a una mujer?

—¿Qué? Yo no iba a buscar a nadie, Nami se volvió loca. —se excuso Luffy.

—Fufu, esto se pondrá bueno. —le susurró Robin a Rob.

—¿Con qué sí, eh? Sí, es verdad lo que tú me dices… Resuelve esto, y regresa aquí antes de las cinco de la tarde.

—¡Oye!, yo soy el jefe.

—Y yo llevo las cuentas, sí no vuelves a las cinco, ¡te quitaré la mesada! —le amenazo querida amiga y hermana.

—¡Jajajajajaja! —carcajeo Rob.

—¡No es justo! —le reprochó Luffy a Nami.

—Hablo en serio… tú sabrás sí ignoras mis advertencias —mencionó Nami. —, llevaré de shopping a Robbie.

—¡¿QUÉ?!

—Es un buen momento para buscarle una muda nueva —apoyó Robin a Nami. —. La chaqueta ya está muy usada.

—Y tiene un hoyo.

—¿Lo ves? No te preocupes, Luffy. Vamos a cuidar de él, ustedes busquen al huevo del que hablan. —comentó Robin.

—Esperaras hasta el momento de la tortura, eh, Robin-san. —habló Jinbe, quién era esa voz de consciencia para Luffy evitando una tontería.

—Siempre es la mejor parte, y me encanta.

—¿Qué dijo la tía Robin? —Luffy le tapó los oídos a su hijo.

«Nada, Rob… No dijo nada. », este no es el momento de arruinarle su imagen a Rob. 

Su hijo es inocente, y lo admiraba con ojos cerrados.

Tanto… Qué se llevará una gran decepción cuando conozca su vida cómo jefe.

«¡Regresaré a la hora!»

«¡Promete lo!»

«Nami, ¡eso no es justo!»

La gata ladrona tenía sus trucos, y conocía sus nakamas mucho mejor que nadie. Esa era su mejor virtud…

—Me encantaría que mi Sven y tú por fin se conozcan —le dijo Nami a Robbie. —, habló mucho sobre ti cuando lo visito.

—¿En serio? Y… ¿cómo es él?

—Es guapo cómo tú, y pelirrojo cómo yo–

—E idéntico al padre.  —culminó Robin.

—Oh, ¿en serio, tía Nami?

—Hmp, sí… Es verdad, pero no quisiera hablar de eso. —enfatizó Nami, a la vez mataba con su mirada a la mujer rusa.

—¿Y por qué no, navegante? Torao y tú han terminado, pero los genes no se divorcian, Sven es un niño encantador a su manera e interesante.

—Me hubiese gustado que fuese igual al tuyo. —le dijo Nami, sacó su abanico, se dedicó a llenar su cuello de sutiles, pero refrescantes brisas.

Atenas es una ciudad caliente, dónde pocas veces hay un clima decente.

—Mi Vodka es un niño distante, serio y muy frío con el cuál no hablo mucho… No lo sé, ¿por qué será así?

—¿En serio? —dijeron Rob y Nami al mismo tiempo, pero Robin no captó el mensaje. El pequeño "Vodka" es hijo del sobrino de un científico famoso: reservado y con hielo en vez de sangre.

Y Robin… bueno, ya sabemos quién es ella, qué hacé, y cómo lo hace… además de que es la única de ver una saga de terror sin una pizca de miedo.

«beep, beeep!!!», Nami rechazó la llamada y apagó su celular. Prefiere no arriesgarse por  pequeños detalles.

—¿Quién era?

—Nojiko.

—¿Y no le contestaste? Qué raro.

—No es el momento, por lo menos no hasta que esté en la base —se explicó Nami. —. Yo me siento más segura.

—Ya veo. Te entiendo.

«Deje que vinieran conmigo, pero tenemos que volver pronto… ¿Niños? ¡¿Niños?!»

«¡Hay que ir a por el snack, Adonis!»

Medusa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora