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'De tal palo...'

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«¡De mi te acordarás, mocoso!»

Luffy, parecía un león enjaulado de un lado a otro en su oficina, rascando su barba, que ya necesita un corte; sin saber que hacer en respecto a su primer roce con Robbie.

Su primera rebeldía, ya es un adolescente, y sin embargo, Luffy, cree que es más que eso y lo tiene preocupado.

Sabía que su abuelo y su padre se llevaban cómo perros y gatos, no era sorpresa, pues él se llevaba igual con su padre.

Por lo tanto... Temía que su destino con su hijo mayor sea igual, ¿sucedería?

Eso es algo que, a veces, no lo deja dormir en paz.

Lloró cataratas cuando miró el vídeo de su "niño" al lado de sus nakamas: los hijos de Usopp, Newt, y esa chica "rara", cómo él la llamaba; esa chica, Stella.

Robbie sonreía en el vídeo de oreja a oreja, muy sonrojado por estar cerca de Stella. La chica le parecía agradable... por lo que Rob le ha contado... sin embargo, Luffy siempre ha sido bueno juzgando, y había algo que le era difícil de digerir.

Cada vez que veía a esa chica, algo no le da una buena sensación...

Era una de esas sensaciónes "misteriosas" a las cuál frecuenta en el bajo mundo. Esa sensación era, ridículamente, más grande cuando se trataba de sus hijos... Lo vive a diario con Rob y lo vivió con Artemis.

El motivo de su roce no fue Stella, sino su otro hijo... Adonis.

Luffy habló con Rob la noche anterior, y el niño le comentó que habló con Adonis en una ocasión (después de un año), y... para sorpresa del Jefe, volverá a hablar con él.

Por lo menos, Rob intentará hablar mucho más seguido con su hermano. Luffy, al oír sobre Adonis intento convencer a Robbie de pasarle su número, y esté se negó.

«Oye... ¿Cómo qué no? Yo también quiero hablar con él. »

«Pero él no quiere hablar contigo. », eso le rompió el corazón.

Aunque no era novedad... Adonis fue muy claro con él esa noche: «aléjate de mi, y de mi madre, y mi hermana. ».

Sin hablar de la mirada que le dio, en otras ocasiones, una mirada en la cuál se vio tan reflejado...

Ese niño podía parecerse a Hancock, pero era un reflejo suyo en varios aspectos.

«Papá, entiende, me pidió que no quería recibir llamadas de otras personas, tiene horario ex... extra... extraescolar, sí, eso, por eso no quiere interrupciones. »

«Ah, shishishi, pues dame su número y un día le llamas tú, y otro yo. En su horario de extra lo que sea. »

«No. »

«¡¿Por qué no?!»

«Ya te lo dije, no quiere que nadie qué no sea yo, lo llame desde fuera. »

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