En sus dieciséis años de vida, Merlina nunca se hubiera imaginado en referirse a sí misma como una cobarde.
Desde la tarde en el lago se había recluido a sí misma a su habitación, tomando con resignación cada uno de sus castigos auto impuesto: la ineludible presencia de su madre, la deprivación de cafeína y la tortura mental de recordar.
Llevó una de sus manos a sus labios y revivió la suave sensación de los labios de Tyler, la calidez de su piel, la fuerza de sus dedos hundiéndose en su cadera. Recordó como se sentía aquel cabello de oro derretirse entre su mano, mucho más suave de lo que sospechaba; como sus piernas lo abrazaron debajo del agua y como los dientes de Tyler se clavaron en su labio de una forma absolutamente deliciosa.
¿Acaso Tyler sospechaba que ese había sido su primer beso?
¿Su misión era arruinarlo intencionalmente, sabiendo que ese beso hambriento sería la vara con la que mediría los futuros?
Merlina abrió sus ojos de par en par y quito sus dedos de sus labios con horror.
¿Qué le pasaba?
¿Acaso se estaba convirtiendo en una especie de Enid?
Cerró sus puños para evitar cualquier comportamiento innecesario y ridículo.
Se encontraba acostada entre las tumbas del cementerio y la luna se alzaba sobre ella como una sonrisa burlona.
— ¿Te escondes de mi? —la voz de su verdugo cortó la superficial paz y Merlina ocultó su turbación detrás de una expresión casi aburrida.
— Parece que estoy escondida — respondió sin levantarse.
Tyler avanzó entre las tumbas, hasta llegar frente a ella.
— No respondes los mensajes de nadie.
— ¿Y eres tan egocéntrico para pensar que es por ti?
— Tengo motivos para creerlo — respondió sentándose junto a ella.
Merlina lo fulminó, pero por supuesto, él era inmune a sus miradas venenosas.
Merlina se sentó y cruzó sus piernas, imitando la pose de Tyler.
— ¿Como sabias que estaba aquí?
— Solo tenía que buscar el lugar más terrorífico de Jericó — respondió rápidamente.
Por una fracción de segundo, y para el horror de Merlina, sus labios quisieron dibujar una sonrisa divertida.
— ¿Qué quieres?
— Nos es obvio —los grandes ojos de Tyler la miraba con una mezcla de sentimientos que hacia que su corazón se olvidara de latir. Normalmente sería una sensación que podría disfrutar si viniera acompañada por un inmenso dolor y no el nerviosismos que hacía revolver su estómago.
— Me gustas, Merlina — sentenció Tyler con absoluta seguridad. — Y quiero que seamos más que amigos.
Merlina lo miró estupefacta, mientras él esperaba pacientemente por su respuesta, como si no acabara de lanzar una bomba entre ellos o declarar su absoluta y rotunda perdición.
¿Por que que mas podría pasar entre ellos?
Él era helios y ella Selene, él era Horus y ella Seth. Dos polos opuestos completamente incompatibles.
Y aun así...
Y aun así, tenía que contenerse para no clavar sus ojos en los labios que ansiaba volver a besar.
Tyler interpretó -o mal interpretó- el prolongado silencio como el rechazo que Merlina deseaba decir pero cuyas palabras no se formaban en su garganta. Soltó un largo suspiro y lentamente se puso de pie dispuesto a marcharse. Algo en su última mirada llena de dolor, la hizo levantarse también.
— No soy buena en esto —dijo, deteniendolo con sus palabras. Tyler se dio la vuelta con su cejas fruncidas — interactuar con personas. — agregó Merlina desviando la mirada.
Una media sonrisa se formó en los labios de Tyler, aquella que convertía su rostro de arcángel en un demonio del noveno infierno y Merlina sintió como un escalofrio recorria lentamente su espalda a medida que él regresaba a ella.
— Algo de eso he notado.
— No somos amigos —dijo Merlina, con la misma seguridad con la que él había expresado sus intenciones.
—No —Tyler se alzó sobre ella — somo enemigos.
— Entonces... — Merlina alzó su rostro hacia él — ¿Más que enemigos?
El rostro de Tyler se iluminó de una manera en la que no sabía definir si era bueno, malo o peligro. Tal vez era las tres, pero no tuvo tiempo de decidirlo cuando las manos de Tyler la tomaron por el cuello y su labios capturaron los de ella.
Toda la tensión acumulada se disolvió a medida que sus manos se enterraban con más fuerza en los hombros de Tyler y sus pulmones se quedaban sin oxígeno.
Tyler se separó solo para repetir una docena de besos cortos en sus labios, tan dulce que parecían amenazar con llevarla a gustosamente a un coma diabético.
—Más que enemigos, entonces.
Con sus ojos clavados en los de ella, Tyler deslizó su mano desde su cuello a sus hombros y luego recorrió la longitud de su brazo hasta interceptar sus dedos en un gesto tan íntimo que le retorció las entrañas a Merlina.
— Tyler —dijo ella, con voz queda pero rotunda. — Nadie puede saberlo.
Tyler parpadeo, una, dos veces; y el brillo de divertido de sus ojos se convirtió en confusión y Merlina pudo ver como el fuego incandescente de su Helios se convertían en las llamas azules del Hades.
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¡Volví! No habia abandonado esta historia. Solo que escribir unicamente del POV de Merlina, me parece mas difícil.
Creo que el próximo capitulo estara el siguiente viernes.
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Cruel Summer #Wyler
FanfictionMerlina odiaba el verano y este era el peor de todos: Tyler Galpin se había mudado a Jericó. #Universo alterno #Sin habilidades especiales #Amor de verano